El renacer de Sean McDermott

Hace unos días, Buffalo Bills informó de la renovación del general manager Brandon Beane y del head coach Sean McDermott, hasta 2027.

La renovación de Beane no tiene mucho debate. Desde su llegada, en 2017, sus aciertos son innumerables y sus sombras se limitan a algunas extensiones de contratos con un notorio sobrepago.

La que genera muchas más dudas es la renovación de Sean McDermott. Con las estadísticas en mano, no hay discusión: tres últimos títulos de división y un récord de 62 triunfos y 35 derrota. Vamos intentar desgranar esas dudas que podría generar su renovación.

McDermott llegó, en enero de 2017, bajo una pequeña guerra entre los propietarios, los Pegula, y el entonces general manager, Doug Whaley. Semanas después, Whaley fue despedido y fue presentado Brandon Beane -procedente de Carolina Panthers, igual que McDermott-. Llegaba al equipo como uno de los mejores defensive coordinator de la liga. Estuvo con Panthers en el Super Bowl L.

En su primera temporada, metió al equipo en playoffs, con un récord 9-7 y después de una última jornada de infarto.

El verdadero proceso se inicia en la temporada 2018, gracias a la llegada de un offensive coordinator nuevo, Bryan Daboll, junto con la elección -vía NFL Draft- del quarterback Joshua Patrick Allen.

En la temporada 2019, el equipo acaba con un récord de 6-10 y algunas dudas sobre la elección de Josh Allen. El egresado de la Universidad de Wyoming demuestra ser un súper atleta con un gran brazo, pero experimenta una notoria falta de precisión en los pases.

En 2020, Beane hace un movimiento arriesgado, ya que traspasa la 1ª ronda del NFL Draft por Stefon Diggs. En esa postemporada, Josh Allen realiza un esfuerzo nunca visto en la NFL para mejorar en la precisión de pase.

Los Bills son el equipo revelación y se presentan en la final de conferencia, donde los Chiefs nos dan un auténtico correctivo.

En 2021, el factor sorpresa desaparece y los Chiefs nos vuelven a ganar en uno de los mejores partidos jamás visto en la NFL. Pero en ese partido pasan cosas y se generan muchas dudas sobre el liderazgo de McDermott y su defensive coordinator Leslie Frazier.

En la temporada siguiente, la salida del ofensiva coordinator Brian Daboll genera el ascenso de Ken Dorsey -antiguo coordinador de quarterbacks-, generando una ilusión de aire fresco. Todo empieza bien, con un juego atractivo y un ataque consistente que hace que nos vayamos al bye week con un récord de 5-1.

Después de la jornada de descanso, el equipo entra en un atasco mental, tanto los jugadores y el staff pierden el norte, el conjunto se desploma. McDermott comete acciones controvertidas: se le nota indolente y descentrado, se lía con los tiempos muertos en Miami, incluso Diggs se burla de ´él a la hora de pedir un challenge, y no sabe ayudar a Josh a controlarse ante las provocaciones continuadas de Wilkins. Da la sensación de que ha perdido al equipo. Bengals arriba a Buffalo, en la ronda divisional, y  nos dan una lección de cómo se prepara un partido.

Pero cuando parecía todo perdido, McDermott se levanta. La temporada 2023 ha significado de inicio el adiós Frazier, siendo el propio McDermott el responsable principal de nuestra defensiva.

Esperemos ver esa defensa agresiva que nos tenía acostumbrados en Carolina, consolidando una defensa mucho más dinámica.

Sean, estamos contigo a muerte, pero lo tienes que dar todo.

#BillsMafia #GoBills  ❤️🤍💙

@CorneliusBills