Introducción.
Esta madrugada, a las 2:15 horas, las cámaras de Amazon Prime transmitirán un singular Thursday Night, que medirá a Tampa Bay Buccaneers y Buffalo Bills. Ambas franquicias zozobran en un mar tempestuoso, viviendo, actualmente, uno de los peores momentos de su temporada.
Las huestes aleccionadas por el impasible Todd Bowles han cosechado sendas derrotas, tras el bye week, frente a Detroit Lions y Atlanta Falcons. Acuden al Highmark Stadium con la firme determinación de pescar en río revuelto y llevarse una victoria que vuelva a situarlos en los puestos de privilegio de la NFC South.
Por su parte, Buffalo Bills arriba a este duelo tras una inesperada derrota ante New England Patriots, en un partido en el que los de Bill Belichick fueron muy superiores a ambos lados del ovoide. Las dudas vuelven a aparecer en el conjunto dirigido por Sean McDermott, al que, desde el infausto viaje a Londres, nada le sale bien. El ataque parece otro completamente distinto del que derrotó a Raiders, Commanders y Dolphins, Allen parece una caricatura del jugador que es y McDermott sigue cometiendo errores de principiante. Pintan bastos -una vez más- en la temporada de la franquicia del noroeste de Nueva York. Por tanto, Buffalo espera enderezar el rumbo, con una victoria balsámica, que los coloque nuevamente en la buena senda.
Baker Vs. Josh – si.com
Ataque.
El espejismo ofensivo se confirmó en el Gillette Stadium. El ataque coral, en el que Allen involucraba a todos sus efectivos parece surgir del sueño de una noche de verano, trocándose, actualmente, en unas pesadilla de otoño.
Ken Dorsey tampoco colaboró con una primera llamada ofensiva, que consistía en un absurdo pase de 20 yardas. Allen no leyó bien la defensa rival y… Peppers lo interceptó. Primer snap, primer turnover. Allen pareció alicaído todo el partido y, ahora mismo, es una mala versión del jugadorazo que es. ¿Es Allen víctima del sistema ofensivo propuesto por Dorsey y McDermott? Para muestra un botón. Si algo ha destrozado a las defensivas de Bill Belichick en el último lustro, ha sido, sin duda, la capacidad terrestre de Allen y sus salidas, en scramble, fuera del pockett. La versión 2023 de Allen corre un 40% menos que el Allen de temporadas pretéritas. Si eliminas ese poder por tierra, Allen pierde una de sus fortalezas. Cierto es que Allen ha de cuidar su físico, pero un head coach o un offensive coordinator ha de sacar el máximo de las posibilidades de sus jugadores… McDermott y Dorsey no lo están haciendo.
Centrándonos en el partido del Thursday Night, Buffalo va a medirse a una de las mejores defensas de la liga. En primer lugar, los de Florida cuentan con una montaña llamada Vita Vea, que impedirá que James Cook y Latavius Murray asienten el juego terrestre por el interior. Por tanto, la primera conclusión que la ofensiva ha de sacar es que debe establecer el juego terrestre atacando por el exterior. Asimismo, esos pases de Allen a Cook, en screens y en la zona flat, cobrarán suma importancia para ir mermando el poderío de esa zaga.
La segunda consideración atañe a nuestra línea ofensiva. La guardia pretoriana que asiste a Josh Allen debe dar el 200% de su nivel, pues se enfrentará a jugadores de la talla de Devin White, Lavonte David, Shaquil Barrett o Tryon-Shohyinka, que tratarán de asfaltar a Josh Allen, por el exterior o yendo al blitz. Josh necesita el tiempo necesario para leer a esta defensa y tratar de buscar siempre la mejor opción. Hay que tener en cuenta que a Tampa Bay le cuesta mucho anotar y tratará de sumar puntos desde la defensiva, de ahí que Allen ha de asegurar el ovoide. Además, Allen debe serenarse y tratar de involucrar a todos sus efectivos. En este sentido, la irrupción de Kincaid la semana pasada es una auténtica bendición, Si Diggs, Shakir, Harty, Kincaid y Sherfield son protagonistas, el ataque de Bills será sostenido y avanzará bien.
Si asentamos el juego terrestre -ya sea por el exterior o a través de pases a Cook- y si vamos avanzando a través de pases en el primer y segundo nivel, la defensa se centrará en solucionar esto y Allen podrá atacar a una secundaria que está muy lejos del nivel del front seven. Por ello, espero que Gabriel Davis y Stefon Diggs tengan un día excelso en ese tercer nivel. Aunque Allen no ha de desesperarse y buscar pases largos desde el inicio del partido, porque esta secundaria provoca muchos turnovers.
Por último, la zaga de Todd Bowles sufre muchísimo con quarterbacks móviles, así que Ken Dorsey ha de tomar nota y diseñar jugadas para que Josh ataque desde fuera del pocket. El mismo Allen ha de ser inteligente y descifrar cuándo debe usar sus piernas en jugadas en scramble.
Cook fue de lo mejor ante Patriots – fanduel.com
Defensa.
La peor versión de esta defensiva se vio el pasado domingo en Foxborough. Todo el mundo sabía que Patriots pretendía asentar el juego terrestre, para dar tranquilidad a Mac Jones, que realizó un partido soberbio, en el que Buffalo Bills fue el principal responsable de su crecimiento. Todo el mundo conocía este game plan, salvo Sean McDermott. Lejos de acumular efectivos en la caja, que impidieran el juego terrestre de Stevenson y Elliott, McDermott fue fiel a su amado nickel (Taron Johnson jugó el 100% de los snaps) y los Patriots nos asolaron por tierra. Si cortocircuitas el juego terrestre, obligas a Mac Jones (que no se caracteriza por su buen a hacer aéreo) a tratar de ganar el partido por aire. Pues Sean McDermott logró que el bueno de Mac tuviera un QB rating de 126, haciéndolo casi All Pro.
Olvidemos estas incidencias y centrémonos en el ataque de Buccaneers. Si algo caracteriza a la ofensiva de Tampa Bay es su incapacidad para establecer el juego terrestre. Ni Rachaad White ni Ke’Shawn Vaughn ni Chase Edmonds han logrado asentar las yardas por tierra. Teniendo en cuenta esto, la misión de Settle, Phillips, Oliver y Ford, por el interior, y de Bernard y Williams (o Dodson) será anular la carrera, para que Baker Mayfield no tenga una vía de escape segura.
Anular la carrera va indisolublemente unido a generar presión en Mayfield. La línea ofensiva de Tampa Bay tiene sus altos y bajos, debido a su bisoñez, así que este es el cuadro perfecto para que nuestro pass rush vuelva a ser agresivo. Un Mayfield presionado es sinónimo de turnovers. Por tanto, hemos de ser muy activos en la presión al quarterback, Espero que Von Miller, Leonard Floyd, AJ Epenesa y Greg Rousseau se conviertan en protagonistas absolutos en la madrugada del viernes.
La no carrera, la presión al QB debe de ir acompañada de la anulación de los pases en el primer nivel. Es cierto que ni Otton ni Durham ni Palmer han sido muy efectivos en pases cortos, pero, sin duda, Chris Godwin es élite en esta liga y tratará de ayudar a Mayfield. Así que ambos linebackers y Taron Johnson han de tratar de minimizar este primer nivel.
Por último, nuestra secundaria tendrá un duro enfrentamiento con dos de los mejores receptores de la liga. Hablar de Mike Evans y de Chris Godwin supone referirse al nivel máximo, así que necesitamos que Hyde, Poyer, Elam, Benford y Jackson suban su nivel. Si, previamente, hemos anulado su carrera y el primer nivel, y Mayfield estará muy presionado, Evans y Godwin serán menos peligrosos.
El juego terretre de Pats nos destrozó – patspulpit.com
@EduBillsMafia