El ojo del bisonte. Week 13: San Francisco 49ers @ Buffalo Bills.

Introducción. La madrugada del domingo al lunes, a las 2:20 horas (horario peninsular), con las cámaras de la NBC, para el tradicional Sunday Night Football, asistiremos, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park, a un espectacular duelo que medirá a dos conjuntos que llevan trayectorias muy diferentes: San Francisco 49ers y Buffalo Bills. Un enfrentamiento entre, a priori, dos equipos, con los mimbres suficientes para aspirar a todo, pero que llegan a este partido en un punto diametralmente opuesto. San Francisco 49ers arriba al oeste del gran estado de Nueva York sumido en una crisis de juego y resultados, plagados por las lesiones y tras encajar una dolorosísima derrota, en Lambeu Field, ante Green Bay Packers. Las huestes aleccionadas por el díscolo Kyle Shanahan llevan un año muy irregular, aunque aún tienen opciones de ganar su división, una NFC Oeste en la que puede pasar de todo. No obstante, este es el escenario perfecto para que los mineros consigan una “statement victory” que suponga un cambio de rumbo en una campaña incierta. Por su parte, las mesnadas dirigidas por el ínclito Sean McDermott asoman a este encuentro con la posibilidad de asegurar el título de la AFC Este por quinta temporada consecutiva, tras la derrota de Miami Dolphins la noche de Thanksgiving. Además, Buffalo Bills anhela seguir luchando por un seed 1, que se antoja harto complicado tras las dos últimas victorias de Kansas City Chiefs. El partido se disputará con unas condiciones climáticas extremas. Se espera una temperatura que oscilará entre los -5 y los -1 grados centígrados, aunque la sensación térmica llegará a los -11 grados centígrados, en medio de una ligera nevada y con rachas de viento que pueden alcanzar los 39 kilómetros/hora. Por tanto, el tiempo sí será un factor y se prevé que el juego físico y terrestre tenga suma importancia. Análisis de la ofensiva. La climatología será un factor determinante en este partido. Teniendo en cuenta que se esperan rachas de viento de 39 kilómetros/hora, nieve y mucho frío, Joe Brady debería seguir apostando por el juego terrestre, planteando un partido muy físico. En primer lugar, la línea ofensiva ha de seguir en ese estado superlativo que demostró ante Kansas City Chiefs. Spencer Brown se recuperará para este envite, aunque hay que decir que Ryan Van Demark no desentonó en ningún momento. Dion Dawkins tendrá un respiro, ya que Nick Bosa no será de la partida, aunque mal haría en minusvalorar las potenciales acometidas de Leonard Floyd, Yetur Gross-Matos o Robert Beal Jr., por el exterior. El interior de nuestra offensive line dio unas exhibición, minimizando a Chris Jones. Así que esperamos un desempeño análogo de figuras al alza como O’Cyrus Torrence, David Edwards y Connor McGovern. En un partido marcado por la climatología, la guardia pretoriana debe ser el mejor candado para tratar de que Josh asegure el ovoide, en todo momento. Allen tendría ante sí el reto de dominar una defensiva que, aunque las lesiones la han debilitado, tiene muchísimo peligro. Insistiendo en la importancia del clima, Josh ha de aunar seguridad y productividad, tratando de dominar los dos niveles del juego aéreo y buscando la debilidad de su zona underneath. Teniendo en cuenta de que Dalton Kincaid es baja y que Keon Coleman será duda hasta minutos antes del kick off, Josh ha de buscar la seguridad que le ofrecen tanto Khalil Shakir como Amari Cooper, buscando también, cuando las condiciones sean propicias, a Mack Hollins y Curtis Samuel, ya sea en corto o largo. Además, es un partido para que los targets a Dawson Knox suban exponencialmente. Lógicamente, leyendo lo que permita la zaga minera, aprovechando, si las condiciones son propicias, para salir en scramble. Josh tiene que alimentar a sus estiletes ofensivos. Si lo consigue, el camino a la victoria estará más cerca. El juego terrestre va a ser capital. Pero vuelvo a insistir hay que correr… de la manera más ortodoxa o más heterodoxa. Necesitamos que nuestros tres corredores -James Cook, Ray Davis y Ty Johnson- estén involucrados, tanto en carreras por el interior (apuesta que no se paga en Las Vegas) como por el exterior. Pero, además, Brady y Josh han de involucrar a nuestros running backs en el juego aéreo. Sin duda, esta es la clave para destrozar a la defensiva de 49ers. Esa capacidad de recibir de Cook, Davis y Johnson puede ser el arma decisiva que colapse su zaga. Análisis de la defensiva. Las bajas de Trent Williams y Aaron Banks debilitan profundamente su línea ofensiva. Si sumamos este infortunio a la incógnita del estado del hombro de Brock Purdy (que desconocemos si será de la partida), parece claro cuál debe ser el plan de juego de Bobby Babich. Sin duda, la consigna de Bobby será tratar de minimizar los acarreos de Christian McCaffrey y asolar una línea ofensiva que parece muy porosa por el lado izquierdo, teniendo en cuenta las bajas de Banks y Williams. Ante estas circunstancias, es un partido para que veamos la mejor versión de Von Miller, que puede colapsar el pocket con sus movimientos de engaño. La superioridad que pueden generar Von, Rousseau o Epenesa, ha de ser aprovechada por Ed Oliver, DaQan Jones o Austin Johnson para percutir por el interior y tratar de cazar a Purdy. Matt Milano puede tener sus snaps en este partido, así que junto a Terrel Bernard, Dorian Williams y Taron Johnson, han de frenar las yardas terrestres de McCaffrey, prestando especial atención a esa válvula de escape que es George Kittle, y a las puntuales salidas fuera del pocket de Purdy. Habrá que tener mucho cuidado con Kyle Juszcyk que, teniendo en cuenta las condiciones climatológicas, puede ser el factor X que se saque de la chistera Shanahan. La pareja de cornerbacks formada por Christian Benford y Rasul Douglas, junto con los safeties Taylor Rapp y Damar Hamlin, han de estar muy pendientes de las yardas tras contacto que pueden generar Deebo Samuel y Ricky Pearsall. Además, en… Continue reading El ojo del bisonte. Week 13: San Francisco 49ers @ Buffalo Bills.

El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.

Introducción. Esta madrugada, a las 2:20 horas en España, se enfrentarán, en el M&T Bank Stadium de Baltimore (Maryland), dos de los grandes contendientes al campeonato de la AFC. Baltimore Ravens y Buffalo Bills medirán sus fuerzas, en un encuentro que puede decidir muchas cosas de cara al futuro de ambas franquicias, en la temporada 2024. Los Ravens, tras sus dos primeras derrotas frente a Chiefs y Raiders, lograron sobreponerse a ese inquietante 2-0, imponiéndose, en un partido que se los complicó muchísimo, a Dallas Cowboys. Ahora, necesitan el triunfo ante unos Bills en plena racha, si no quieren que un rival directo les saque tres partidos y si no desean que se les empiece a complicar, incluso, la división (teniendo en cuenta el fulgurante inicio de Pittsburgh Steelers). Por su parte, Buffalo, tras dejar excelentes sensaciones -tanto ofensivas como defensivas-, en sus  tres primeros encuentros del año, anhelan dar un puñetazo sobre la mesa de la NFL, ganar en el nido de los cuervos, poner tierra de por medio con Ravens e iniciar con buen pie su periplo de tres partidos a domicilio. Lamar contra Josh, McDermott frente a Harbaugh… Todo está presto y dispuesto para presenciar uno de los mejores partidos de la jornada, con mucho más, en juego, que una simple victoria. Análisis de la ofensiva. Si tu rival tiene, hasta el momento, la peor defensa por aire de la liga, una zaga nque está siendo destrozada en los tres niveles del emparrillado, está claro cuál debe ser el plan de juego, desde el punto de vista ofensivo… Muy sencillo, ¿no? Pero, quizá, en ocasiones, no siempre dos más dos suman siempre cuatro. Está claro que la defensa de Baltimore, tras la marcha de Mike McDonald, no está siendo la misma. Al menos, su defensa contra el pase, ya que, contra la carrera, la zaga cuerva sigue siendo un muro -casi- infranqueable. Todo nos hace indicar que Brady diseñará un esquema ofensivo, basado en la preponderancia del juego aéreo. Pero, queridos lectores, no todo es tan sencillo en la Bills Mafia. En principio, Zach Orr, coordinador defensivo de Baltimore, planteará un escenario, en el que se anule el juego terrestre de Buffalo, se embolse a Allen dentro del pocket, y este se vea obligado a lanzar, ante la presión que, claramente, crearán Madubuike, Jones, Van Noy, Oweh, Simpson o Smith. Esta es la teoría, pero la práctica nos dice que la clave del partido puede pasar por tres factores claves. En primer lugar, se necesita la mejor versión de nuestra línea ofensiva. Una unidad a la que Aaron Kromer le está sacando el mejor partido y que está mejorando encuentro tras encuentro. Efectivamente, el inicio a la victoria, en el M&T Bank Stadium, pasa porque el interior de la guardia pretoriana de Josh Allen (Edwards, Torrence y McGovern) sepan contener las embestidas de Madubuike y compañía, otorgando el tiempo necesario para que Josh telegrafíe la defensa de Ravens. Lógicamente, por el exterior, también  se presupone la presión de Baltimore, pero considero que su mayor baza es el interior de su línea defensiva. En segundo lugar, otra de las claves será bombardear su zona intermedia, justo detrás de la espalda de los linebackers, donde más sufre esta zaga. Andy Reid y Antonio Pierce ya nos dieron la receta, así que la zona underneath debe ser, sin duda, el principal objetivo de Josh. Se infiere que va a ser un partido para que Dalton Kincaid, Dawson Knox, Khalil Shakir y Curtis Samuel generen una cantidad ingente de yardas. En tercer lugar, si el pocket colapsa y la defensa de Ravens se rompe, será el momento idóneo para que Josh pueda desequilibrar el partido con jugadas en scramble, en las que muestre su peligrosidad por tierra. Hace dos temporadas, las jugadas rotas, en las que Josh ganaba muchas yardas, fueron la causa principal de aquella remontada de Bills, en un encuentro que parecía totalmente finiquitado, en favor de Ravens. En un mundo perfecto, el camino a la victoria pasaría por asentar el juego terrestre, involucrando también a Cook, Davis y Johnson en las jugadas aéreas de corto yardaje. Si los acarreos funcionan, nuestro ataque va avanzando y quemando reloj, ante la hipotética desesperación de Baltimore, puede ser el momento propicio para que Josh busque en profundo a Keon Coleman o Marquez Valdez-Scantling. No obstante, lo más importante es que los pases largos sean solo un recurso y no la base principal de nuestra ofensiva. Ravens tratará de jugar a eso, a los potenciales fallos de Josh. Sin embargo, hasta el momento, estamos viendo al Allen más sereno y tranquilo de su carrera deportiva. Esta madrugada se enfrentará a una de las mejores defensas de la liga, así que esperemos que el Josh, símbolo de la templanza, siga siendo la versión dominante del natural de Firebaugh. Análisis de la defensiva. Steve Spagnuolo, ese genio defensivo tan poco reconocido, ha dado la clave, en sus dos últimos enfrentamientos, para anular el ataque de Baltimore Ravens. La teoría parece fácil, ¿será tan sencillo ponerla en práctica? Si hubiese un manual de instrucciones para aniquilar la ofensiva cuerva, las líneas de actuación serían muy plausibles: trata de minimizar los acarreos de Lamar Jackson, frena sus carreras por el exterior, mantenlo dentro del pocket y déjalo que gane el partido por aire, pues el error llegará. Teniendo en cuenta este plan, Bobby Babich diseñará las acometidas de una zaga que está rindiendo a un grandísimo nivel, haciendo gala de esa máxima tan manida de “defensa de hombres y no de nombres”. Taron Johnson y Terrel Bernard, dos de los baluartes de nuestra zaga, volverán a ser baja. Sin embargo, sus sustitutos, Cam Lewis y Baylon Spector, están rindiendo a un nivel colosal. Con la inestimable ayuda del versátil Ja’Marcus Ingram, que está creciendo en cada partido y que es ese defensive back capaz de funcionar como cornerback, ayudar a los safeties o, incluso, subir a la caja. Un tipo con el sello más genuino… Continue reading El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.

El ojo del bisonte. Ronda Divisional: Kansas City Chiefs @ Buffalo Bills.

Introducción. La madrugada del domingo al lunes, a las 00:30 horas, las cámaras de la cadena norteamericana CBS serán testigo del partido de los partidos, de la batalla de las batallas, una nueva épica edición de un duelo entre Josh Allen y Patrick Mahomes, entre Buffalo Bills y Kansas City Chiefs.  Bills y Chiefs vuelven a citarse, dos años después, en Ronda Divisional, pero con un cambio de escenario, ahora, el marco de este alucinante envite será el Highmark Stadium de Orchard Park. Será la primera vez que Patrick Mahomes afronte un encuentro de playoffs sin el factor de localía a su favor, Super Bowls aparte. Este va a ser el tercer duelo entre Bills y Chiefs, en playoffs, desde que Mahomes y Allen lideran ambos ataques, con un pleno de victorias para la franquicia sita en el estado de Missouri.  Kansas City Chiefs arriba a Orchard Park con la moral por las nubes, tras doblegar, con una superioridad insultante, a Miami Dolphins, en la ronda de Wild Card. Mucho se ha hablado de la controvertida temporada de Kansas City y de las dudas que ha generado partido tras partido. Sin embargo, en cuanto el telón de los playoffs se alzó, se vio la mejor versión de Andy Reid y Patrick Mahomes. Chiefs llega a este encuentro con 48 horas más de descanso, debido a que el partido de Bills contra Steelers tuvo que retrasarse por el temporal de viento y nieve, que sigue asolando el gran estado de Nueva York.  Por su parte, para Buffalo Bills, para Allen, Diggs, McDermott y toda la Bills Mafia, este es el PARTIDO, nuestro encuentro soñado, el reto al que queríamos enfrentarnos desde aquellos fatídicos y cruentos 13 segundos. Sin duda, el indiscutible factor en el que Buffalo Bills es netamente superior -factor local aparte- es el motivacional. Nuestros jugadores llevan esperando, desde el 23 de enero 2021, que la Divina Providencia les diera una nueva oportunidad de medirse a Kansas City Chiefs en un partido de todo o nada. No obstante, el hambre, las ganas, el deseo de vencer a Chiefs, no debe de convertirse en una pesada carga y se ha de tener claro que el partido no se ganará en el primer drive, sino después de cuatro cuartos o un tiempo extra. Así que Josh debe jugar sin presión, con tranquilidad, demostrando que es uno de los mejores quarterbacks de la liga.  Uno de los aspectos cruciales en este encuentro será el capítulo de las bajas. La victoria frente a Pittsburgh Steelers fue muy costosa para Buffalo Bills, ya que en ese partido se lesionaron Terrel Bernard, Christian Benford, Baylon Spector y Taron Johnson. Para este duelo ya han sido descartados Gabe Davis, Taylor Rapp, Benford y Spector. Todo parece indicar que Rasul Douglas, Tyrel Dodson, Taron Johnson y el propio Terrel Bernard jugarán ante Chiefs. Además, Sam Martin también es seria duda para este partido, llegando incluso Bills a reclutar a Matt Haack, por si Martin no estuviera disponible para este encuentro.  Las apuestas dan ganador a Buffalo Bills por 3 puntos, en un duelo que se presupone será de un 50% de posibilidades para equipo. Cualquier nimio detalle puede desequilibrar la balanza de un  duelo que será muy cerrado y que, a priori, se decidirá en los últimos segundos.  Mahomes y Allen volverán a verse las caras… – us.as.com Análisis de la ofensiva. Joe Brady -que será entrevistado por Atlanta Falcons para su vacante como head coach– tiene ante sí el partido más importante del su carrera, puesto que se enfrentará, en playoffs y como coordinador ofensivo de Bills, a la mejor defensa de la liga, una zaga que ha allanado el camino a playoffs del actual campeón de la NFL. Tendrá enfrente a Steve Spagnuolo, uno de los mejores coordinadores defensivos de la liga cuando los partidos son a muerte, un preparador que sabe ajustar perfectamente siempre que la ocasión lo requiere. Brady demostrará la madrugada del domingo al lunes de qué pasta está hecho.  En primer lugar, Buffalo Bills tiene que asentar su juego terrestre. Es fundamental que volvamos a ver una gran versión de James Cook, un Cook que promedió 5’8 yardas por acarreo, en  el partido ante Chiefs de la Week 14. El juego terrestre ha de consolidarse de la manera más ortodoxa o más heterodoxa, todo cuenta. Por tanto, Cook, Latavius Murray y Ty Johnson han de tratar de percutir por el interior. Sin embargo, la clave del partido puede estar en tratar de hacer daño con carreras externas, donde la zaga de Chiefs presenta más dudas. En este sentido, Cook y Johnson pueden erigirse en grandes protagonistas. Cuando he hablado de correr de forma heterodoxa, me refiero a que los corredores generen yardas. Yardas que pueden llegar saliendo a recibir desde el backfield, ya sea con screens, jet sweeps o pases en la zona flat o underneath.  Nuestra línea ofensiva tiene que mantener el gran nivel mostrado ante Steelers. Morse, McGovern, Torrence, Dawkins y Brown han de otorgar el tiempo necesario para que Josh trate de descifrar los enigmas que, a buen seguro, Spagnuolo le ofrecerá. La de Chiefs es una defensa que aguanta mucho, casi hasta 5 segundos antes de iniciarse el snap, para enseñar sus movimientos. Por tanto, Allen tiene que estar más seguro que nunca, no conceder nada y no regalar el ovoide tratando de asentar nuestro ataque, con drives seguros y sostenidos. ¿Cómo se consigue esto? Lógicamente, nuestra línea ofensiva ha de ayudar a generar huecos para nuestros running backs. Además, han de resguardar a Allen de las acometidas de Chris Jones, George Karlaftis y los blitzes que, sin duda, protagonizarán Nick Bolton y Trent McDuffie.  Otra de las grandes claves del encuentro será que Buffalo ensanche y alargue el emparrillado, forzando a que su defensa juegue muy larga. Esto se puede conseguir multiplicando los potenciales targets de Josh en la zona flat y forzando a que sus safeties y cornerbacks se vean obligados a seguir a… Continue reading El ojo del bisonte. Ronda Divisional: Kansas City Chiefs @ Buffalo Bills.

Previa Week 14: Buffalo Bills @ Kansas City Chiefs.

Introducción. Esta noche, a las 22:25 horas, retransmitido por la cadena norteamericana CBS, gozaremos de una nueva reedición de ese atractivo duelo entre Kansas City Chiefs y Buffalo Bills. El caprichoso -y sistemático- calendario de la NFL ha querido que vivamos, por tercera vez consecutiva en temporada regular, un cara cara entre dos de los mariscales de campo llamados a escribir el futuro de la competición: Josh Allen y Patrick Mahomes.  Las aguas bajan turbias al oeste del estado de Nueva York, pues la publicación del artículo de Tyler Dunne, columnista de la web Go Long TD, acerca de la figura de Sean McDermott el pasado jueves, sacudió la semana de descanso de Bills, poniendo más en entredicho la permanencia del técnico nacido en Omaha (Nebraska). El reconocimiento de algunas de las informaciones aparecidas en este medio, por parte del propio McDermott, y su lenguaje no verbal ponen de relieve que, en Buffalo, en las últimas horas, se ha hablado más de asuntos extradeportivos que de la preparación de este decisivo duelo. Buffalo Bills llega a Arrowhead con un balance de 6 victorias y 6 derrotas y necesita ganar -o ganar- este envite, si quiere mantener sus opciones de clasificar a Playoffs.  Por su parte, en Chiefs, no están menos tranquilos, tras la derrota de la pasada jornada en Lambeau Field y la avalancha de lesionados que asola al equipo de Missouri. Kansas City ha de ganar este partido, para mantener vivas sus aspiraciones de alcanzar ese zenit que supone el ansiado seed 1 de la Conferencia Americana. No obstante, Andy Reid sufrirá, para este complicado duelo, las bajas del running back Isiah Pacheco, del left tackle Donovan Smith, del safety Bryan Cook y del linebacker Drue Tranquill.  Todo hace indicar que disfrutaremos de un apasionante duelo entre dos franquicias que se conocen muy bien y para las que este partido supondrá, sin duda, un punto de inflexión en el final de la temporada.  McDermott ha vivido sus peores horas al frente de Buffalo Bills – eu.democratandchronicle.com Análisis de la ofensiva. Joe Brady ha acertado, hasta el momento, con la fórmula adecuada para maximizar las opciones ofensivas de Buffalo Bills. Ha sabido mejorar -por mucho- el playbook heredado de Ken Dorsey, realizando, sin duda, una gestión magnífica del playcall e incorporando aspectos totalmente novedosos, que han dado un lavado de cara al ataque Bills Mafia. El uso de los corredores en el juego aéreo, las carreras por el exterior, la utilización del factor Ty Johnson o la máxima explotación de la zona flat son implementaciones de la ofensiva, cortesía del bueno de Brady.  Es alucinante el estado de forma de nuestra línea ofensiva. Sin duda, hay que elogiar el nivel físico de esta guardia pretoriana, que está rindiendo a gran altura y cuyos seis efectivos apenas se han perdido partidos. Ahora, se viene el más difícil todavía, puesto que nos enfrentamos a la, quizá, mejor defensa de la liga, con un coordinador defensivo, Steve Spagnuolo, que se las sabe todas y que, a buen seguro, ajustará -bendita palabra- a lo largo del partido. Por tanto, necesitamos la mejor versión de Mitch Morse, Connor McGovern, O’Cyrus Torrence, Dion Dawkins y Spencer Brown, tanto en protección de pase como a la hora de los bloqueos para hacer más sencilla la vida a Josh Allen y a nuestro backfield.  Josh Allen está ante uno de los escenarios que mejor se le da y ante una cita que tiene muy bien apuntada en su agenda. Ha de estar muy atento a los constantes paquetes de blitzes que, constantemente, le mandará Spagnuolo y tendrá que tener mucho cuidado a las colosales figuras de Trent McDuffie y Chris Jones, dos de los defensas más en forma de la liga. Josh tiene que saber leer la defensa de Kansas City, aprovechando la zona underneath, para ir avanzando y mermando la  confianza de la zaga rival. En este sentido, volverán a ser determinantes esos pases, en el primer nivel, a las figuras de Khalil Shakir, Dalton Kincaid y Stefon Diggs. Drue Tranquill se pierde el partido, así que su middle linebacker será, o bien, Nick Bolton, que sale de una lesión y estará falto de ritmo, o bien, Jack Cochrane, que dejó a la vista su bisoñez en el partido ante Green Bay. Además, las carreras diseñadas o en scramble de Josh se antojan decisivas. Teniendo en cuenta los problemas de Chiefs a la hora de anotar, Josh debe priorizar no cometer errores, proteger el ovoide y no conceder nada a su defensa y, por ende, a su ofensiva.  El juego terrestre volverá a ser capital. Necesitamos establecer una carrera que vaya sosteniendo los drives. James Cook, Latavius Murray y Ty Johnson han de combinar carreras externas con acarreos, en los que se trate de percutir el interior de su línea. Hoy más que nunca, las recepciones de Cook pueden ser la balanza que desequilibre el partido.  Ya he dicho que el primer nivel se antoja importantísimo, hablando de las figuras capitales de Shakir y Kincaid. Todo hace indicar que L’Jarius Sneed tratará de secar a Stefon Diggs, dejando más libres a Gabriel David, Kincaid y Shakir, que pueden erigirse en los grandes protagonistas de este envite. Por último, Dawson Knox puede reaparecer en este partido y ser una muesca más en el revólver de Josh Allen.    Allen quiere que este equipo remonte el vuelo – eu.democratandchronicle.com Análisis de la defensiva. La receta a la hora de parar el ataque de Chiefs nos la dejó clara Green Bay la pasada jornada: minimizar los acarreos de ese coloso llamado Isiah Pacheco, poner doble cobertura a Travis Kelce y dejar el partido en manos de la separación que puedan generar los receptores a los pases de Patrick Mahomes. Pacheco se pierde este partido, así que el juego terrestre estará a cargo de Clyde Edwards-Helaire y Jerick McKinnon, dos corredores que no están en su mejor versión.  La desesperación de Mahomes con sus receptores, salvo con Rashee Rice, es… Continue reading Previa Week 14: Buffalo Bills @ Kansas City Chiefs.

Previa Las Vegas Raiders @ Buffalo Bills

Introducción El domingo, con las cámaras de la CBS como testigos, el Highmark Stadium de la localidad neoyorquina de Orchard Park será el escenario de uno de esos partidos a los que acuden dos equipos con los guiones totalmente cambiados. Las Vegas Raiders, tras un duro y equilibrado encuentro, salió victorioso de Mile High, arrebatando la primera victoria del año a los Denver Broncos de Sean Payton. Por su parte, Buffalo Bills, en el partido que cerraba la jornada, salía derrotado, en una agónica prórroga y tras un encuentro pésimo, frente a unos New York Jets, sin Aaron Rodgers. Absolutamente nadie dijo que las cosas fueran sencillas y, lógicamente, los cambios cuestan, no surgen solo de las buenas artes de un prestidigitador. Sean McDermott y Ken Dorsey, analizando fríamente el desempeño del equipo, a ambos lados del ovoide, sobre el emparrillado del MetLife Stadium, han apostado por un cambio, por una regeneración en el estilo del juego -ofensivo y defensivo- de Buffalo Bills. No obstante, en una competición tan equilibrada y dura como la NFL, el tiempo es la gran némesis de los nuevos proyectos… y Buffalo Bills se está quedando sin él. Una nueva derrota, ante las huestes aleccionadas por Josh McDaniels, pondría muy cuesta arriba la temporada para la franquicia sita en el noroeste de Nueva York. Por tanto, Josh Allen -cuya actuación en el pasado Monday Night- nos evocó, lamentablemente, a aquel infausto Wild Card frente a Houston Texans, mostrando a un individuo totalmente dominado por las pasiones y con nula gestión de los sentimientos, y todo el equipo han de salir a por todas, tratando de conseguir el primer triunfo de la campaña. Sea como sea… No hay excusas. Solo las especies más fuertes se adaptan y triunfan. Ya lo dijo el científico Charles Darwin. Buffalo Bills ha de sobrevivir, adaptarse, mutarse y erigirse en un equipo que sepa sufrir, creer, luchar… y ganar. Ese debe ser el ADN de Sean McDermott y sus mesnadas. nbcnews.com Ataque. Decían los estoicos que solo se puede ser feliz si nos dejamos llevar por la razón y superamos los deseos, las pasiones y los miedos. Según esta escuela filosófica, el ser humano tendría que alcanzar un estado, que ellos identificaban con el término apatheia, es decir, la ausencia de la pasión. En la madrugada del pasado martes, fuimos testigos de una de las peores actuaciones individuales de la carrera de Josh Allen. El natural de Firebaugh entró, tras un buen primer cuarto, en un estado de bucle, de rapto emocional, que lo llevó a dar su peor versión, siendo responsable, no solo de tres interceptaciones y un fumble, sino de un estado de ansiedad y nerviosismo, con el que arrastró a todo el equipo, y que degeneró en la primera derrota del año. Requerimos de la mejor versión de Josh este domingo. Hemos hablado mucho de la necesidad de un mentor que hable constantemente con Allen y que trate de relajarlo, especialmente, tras una mala decisión. En el pasado partido ante Jets, solo Stefon Diggs, en un momento determinado del encuentro, fue a hablar con Allen, trató de calmarlo y, presumiblemente, intentó tranquilizarlo, centrándose en sus bondades como quarterback. Esta función no la ejercieron ni McDermott ni Dorsey ni Brady. Cuesta entender que, en una franquicia de tantos millones de dólares, no se sepa leer la necesidad que tiene Allen de un gestor de sus pasiones y emociones. En Wyoming, esta función era ejercida por Craig Bohl. En la primera etapa de Allen en Bills, Brian Daboll cumplía este papel de mentor. Tras el adiós del preparador canadiense, hemos sido testigos de una involución en el juego de Josh, marcado por las malas decisiones sobre el emparrillado, el nulo control en la gestión de las emociones y la necesidad de ganar partidos en el primer drive. Josh ha de abandonar su capa de súper héroe y analizar fríamente cada snap, lógicamente, sin abandonar ese momentum· de potro salvaje, que radica en su ADN y que lo hace un jugador sobrenatural. Allen lo tiene todo para catapultar a Buffalo Bills al tan ansiado anillo. Ya ha demostrado que reside en la élite de los mariscales de campo, pero necesita de ayuda, no solo sobre el emparrillado (Beane ya ejerció su papel; Dorsey ha mostrado una mayor variedad en el playbook), sino también fuera de él. Analizando lo que veremos sobre el césped del Highmark Stadium, todo parece indicar que el gran matchup del partido volverá a ser, sin duda, el enfrentamiento entre línea ofensiva de Bills y pass rush de Raiders. La actuación de nuestros tackles (Dawkins y Brown) fue nefasta ante Jets. Dawkins lleva ya muchos partidos mostrando una apatía enorme y una falta de esfuerzo, que está muy lejos del sueldo que percibe. Por su parte, vimos a un Brown que, tras superar sus problemas de espalda, jugó muy alto, con un leverage muy elevado, lo que le hacía presa fácil para los linieros defensivos rivales. El interior, con Morse, McGovern y el rookie Torrence, lució mucho mejor. Teniendo en cuenta la que se nos viene encima, con Maxx Crosby y Chandler Jones como agentes más peligrosos, será necesaria un excelso desempeño de nuestra línea ofensiva. Josh requerirá, más que nunca, de su guardia pretoriana, ante las constantes acometidas del pass rush de Las Vegas. Josh deberá tratar de dominar y controlar sus emociones, haciendo caso omiso de las continuas trampas y tretas que, sin duda, la defensa de Las Vegas propondrá. Hay que recordar los problemas que tiene Josh, entrando al juego, con muchos agentes de trash talking… y Crosby es uno de sus máximos exponentes. Dorsey ya mostró un playbook mucho más variado, realizando tipos de jugadas que el pasado año nos eran ignotas. Además, se evidenció una cadencia de jugadas en las que Josh soltaba el ovoide muy rápido. Todo ello marcado por una preponderancia en el uso del primer nivel de pase, lo que, en algunos drives del partido, nos dio un ataque… Continue reading Previa Las Vegas Raiders @ Buffalo Bills

Sean McDermott, el “Licurgo” de Buffalo Bills.

Licurgo fue el gran legislador espartano que aplicó una serie de reformas y medidas, las cuales transformarían a la polis lacedemonia en la gran potencia mundial de la segunda mitad del siglo VII a.C. Su figura es tan mítica que muchas fuentes recogen ese fabuloso pasaje en el que aseveró, ante la oligarquía espartiata, que las reformas -que él mismo implantó y promulgó- serían aplicadas hasta que él regresara nuevamente a Esparta. Nada más salir de la ciudad lacónica, se quitó su propia vida para asegurar la aplicación perpetua de esas medidas.  Esparta es Licurgo, ambos términos van indisolublemente asociados, crean una perfecta simbiosis. La irrupción y ascenso de la mítica polis espartana no se concibe sin su legendario legislador. Las bases sobre la que Licurgo asentó la génesis misma de este fastuoso territorio se ciernen en torno a tres grandes aspectos: una excelsa educación, el menosprecio de la riqueza (es decir, la supeditación de cualquier aspecto individual al propio bien de la sociedad global) y el profundo amor a la patria.  Son lapidarias sus famosas reflexiones, pues creía firmemente que “lo importante de las leyes no es que sean buenas o malas, sino que sean coherentes. Solo así servirán a su propósito”.  Coherencia, esfuerzo, trabajo, empeño máximo en lo que se hace, férrea disciplina, lucha por mejorar, elogio del conjunto sobre las individualidades, el profundo amor a los colores de una franquicia y, por encima de todo, pasión.  Todas estas características resumen a la perfección al hombre que ha cambiado el devenir de Buffalo Bills. Una persona íntegra, a la que nadie ha regalado nada en su vida. Un entrenador que está llamado a transformar una franquicia acostumbrada a perder -y a resignarse a asumir ese rol- en un equipo arrollador. Un conjunto que tiene un plan preestablecido, que sale a morir en cada partido, y no da por perdida una sola yarda en el emparrillado.  Nuestro líder, la luz que ilumina una pretérita senda llena de vesánicos finales y de tortuosos obstáculos, el eje que vertebra todo y da pleno sentido, nuestro “sargento”, nuestro legislador… Sean McDermott, el “Licurgo” de Buffalo.  Sean McDermott, un hombre hecho a sí mismo – dailycaller.com INICIOS Y PRIMEROS PASOS DEL MITO Sean McDermott nació el 21 de marzo de 1974 en la famosa localidad de Omaha (Nebraska). Estudió en La Salle College High School, donde destacó desde muy pronto en la práctica del football. De hecho, fue elegido All-Southeastern Pennsylvannia como defensive back en 1992. Pero era un atleta multidisciplinar, pues compaginaba la práctica del deporte del ovoide con otra de sus grandes pasiones: la lucha. Incluso llegó a ser campeón nacional de wrestling en 1992 y 1993.  Recibió una beca para cursar los estudios de Economía y Finanzas en el célebre College of William and Mary. Su amor por el football se incrementaría y obtendría pingües reconocimientos: su elección como All-Conference Safety, en 1997, sería su mayor hito. Entre sus compañeros en el equipo del Tribe estaba Mike Tomlin (actual entrenador de Pittsburgh Steelers), que jugaba de receptor y con el que se mediría Sean en más de una ocasión durante los entrenamientos. Conseguiría graduarse con honores, en 1997.  McDermott, un agresivo safety en el Tribe – wm.edu VUELO HACIA LA CIUDAD DEL AMOR FRATERNAL La primera oportunidad en el terreno del profesionalismo se la daban los Eagles. McDermott, pleno de optimismo e ilusión, emprendía el vuelo hacia Philadelphia. La labor que se le encomendó fue la de miembro del staff de scouting. Su desempeño fue tal que, el año siguiente, fue promocionado al cargo de asistente del Head Coach. Un ascenso meteórico.  Su magistral labor no pasaba desapercibida y cada vez era puesto en lugares de mayor responsabilidad. Así, en primer lugar, sería el encargado del control de calidad defensiva y, más tarde, se le encomendaría la misión de ayudar al entrenador de defensive backs. Su primer gran cargo le llegaría en 2003, sustituyendo a Steve Spagnuolo como entrenador de la secundaria eagle. Bajo su mando, sus dos safeties titulares (Brian Dawkins y Michael Lewis) obtendrían honores de Pro Bowl, por vez primera en la historia de la franquicia de Pennsylvania. Dawkins, con McDermott a la cabeza, obtendría dos viajes al Pro Bowl más -2005 y 2006-.  La temporada 2004 tuvo un sabor amargo para el bueno de Sean, pues los Eagles llegarían a la Super Bowl XXXIX, pero perderían 24-21 ante New England Patriots. Su rivalidad con las huestes aleccionadas por el ínclito Bill Belichik comenzaba a forjarse.  Tras la firma de Spagnuolo como Defensive Coordinator de New York Giants, McDermott era designado como preparador del cuerpo de linebackers, aunque el cargo le duró poco, pues Andy Reid confiaba más en él como preparador de la secundaria.  Debido a la grave enfermedad de Jim Johnson -que ocasionaría su fallecimiento poco después-, Sean fue nombrado Coordinador Defensivo Interino. Puesto en el que sería refrendado la temporada siguiente de 2009. Lamentablemente, las aportaciones defensivas esbozadas por McDermott no cuajaron en un equipo en plena decadencia, y sería cesado el 15 de enero de 2011.  Vuelo y descenso a los infiernos con los Eagles – inquirer.com UN RUGIDO EN CHARLOTTE Poco tardaría en encontrar una oportunidad y, el 17 de enero de ese mismo 2011, McDermottt rugía como Coordinador Defensivo de Carolina Panthers. Entre 2012 y 2015, consiguió que su defensa fuera agresiva, férrea y correosa, finalizando durante este trienio en el top 10 de mejores zagas de toda la NFL. Incluso Pro Football Focus lo designó con el galardón de Defensive Coordinator of the Year la temporada 2015.  La perfección defensiva llegó esa inolvidable campaña de 2015 con un nuevo viaje a la Super Bowl. En esta ocasión, la edición 50 frente a Peyton Manning y sus Denver Broncos. El cuerpo defensivo comandado por el natural de Omaha rindió a la perfección, solo concediendo un touchdown ofensivo, pero el ataque colapsó y concedió muchos turnovers. McDermott sufría su segunda caída en el Súper Tazón y Carolina perdía 24-10. Los paralelismos… Continue reading Sean McDermott, el “Licurgo” de Buffalo Bills.