Introducción. Esta madrugada, a las 2:15 horas en España, seremos testigo de un apasionante duelo divisional, que medirá a dos enemigos acérrimos: Miami Dolphins y Buffalo Bills. Ambos equipos vienen de conseguir una sufrida victoria, en sendos partidos, en los que ambos sufrieron más de lo esperado. Lógicamente, tal y como han afirmado Sean McDermott y Mike McDaniel, existen muchas cosas que implementar, pero siempre se construye mejor desde un triunfo que desde una derrota. Las condiciones meteorológicas, a pesar de la hora (20:15, hora de Florida) y de la aparente elusión del calor de Miami Gardens, marcarán el encuentro, ya que se espera un 80% de humedad y lluvia intensa al inicio del arranque del encuentro, en el Hard Rock Stadium. Este duelo divisional, ante lo aparente que se espera sea la AFC Este, puede valer doble, ya que no solo se sumará una victoria ante un rival de la división, sino que, en lo moral, tendrá especial relevancia. Buffalo Bills cuenta por victorias 11 de los últimos 12 encuentros ante Miami Dolphins, siendo la auténtica bestia negra de Mike McDaniel, Tua Tagovailoa y compañía. No obstante, tanto el propio head coach como Zach Sieler, defensive tackle de los del sur de la Florida, han hablado de esa necesidad de poner fin a un ciclo de claro dominio de la franquicia sita en el noroeste del estado de New York y marcan este partido como punto de inflexión de un nuevo ciclo. Sea como fuere, sin duda, será un partido de alta tensión, del nervios, de espectáculo… Un encuentro en el que está mucho más en juego que la segunda victoria de ambas franquicias. Análisis de la ofensiva. Si algo funciona, para qué cambiarlo. Esta premisa tan básica será, sin duda alguna, el lema del que hará gala Joe Brady, coordinador ofensivo de Buffalo Bills, ante el primer gran duelo divisional de esta temporada. En efecto, la ofensiva de Buffalo Bills, bajo el sello de Joe Brady, se ha caracterizado por asegurar el control del ovoide, consumir mucho tiempo de posesión y dominar el marcador desde la implantación de la carrera y la seguridad de los pases en el primer nivel. Por tanto, este hipotético guion será el que marque el ataque de Buffalo Bills esta madrugada. Josh Allen se librará, por vez primera en mucho tiempo, de esa bestia negra defensiva, que siempre le ha amargado, en sus duelos ante los Dolphins: Christian Wilkins. Será capital que Josh gestione bien sus emociones ante los mil y un ardides que le tejerá Anthony Weaver, coordinador defensivo de Miami. Además, no olvidemos que Jordan Poyer está, ahora, en su secundaria y conoce bien a Josh. Josh ha de mover bien las cadenas, asegurar el ovoide, no rifar ningún lanzamiento y usar, cuando lo necesite, sus piernas fuera del pocket. No olvidemos que, en estos duelos, las yardas de Allen en scramble han dinamitado -siempre- la defensiva dolphin. Josh no ha de volverse loco y ha de tratar de ir avanzando yarda a yarda, con pases en el primer nivel, involucrando a Dalton Kincaid, Khalil Shakir, Curtis Samuel y Dawson Knox. La espalda de los linebackers y la zona flat serán, sin duda, zonas de abono seguro, en las que germinarán los pases del nacido en Firebaugh (California). Todo debe de ser iniciado con un sólido establecimiento de la carrera. Ya hemos visto lo bien que abrió huecos la línea ofensiva a James Cook, por el interior, Pero necesitamos que Brady mande más carreras por el exterior, con el propio Cook o Ty Johnson. Además, Ray Davis, tras su gran drive ante Cardinals, tendrá mucho que decir en este partido. Los tres corredores han de sumar también yardas por aire, sumándose como válvulas de escape de Josh, ante la más que esperada presión que la línea defensiva de Dolphins tratará de generar. Si la carrera queda establecida y el ataque va consumiendo tiempo y va avanzando y desesperando a la zaga de Miami, será el momento perfecto para que Josh trate de buscar en profundo a Keon Coleman y Mack Hollins. Coleman cuajó un auténtico partidazo ante Arizona. Sufrió los férreos marcajes de la defensa, se fajó con los cornerbacks y dejó una carta de presentación, en forma de recepciones, que ya ilusionan a la #BillsMafia, Tema capital será la utilización de Dalton Kincaid, que estuvo desaparecido en el encuentro debut de la temporada. Tanto McDermott como Brady hablaron de que el egresado de la Universidad de Utah estuvo muy marcado durante este partido. No obstante, si Buffalo quiere alcanzar grandes cotas esta temporada, estas pasan porque Dalton sea un hombre muy importante en la ofensiva. Por último, la línea ofensiva tiene que cometer menos penalizaciones y requerimos de un Torrence que se asemeje a la versión de la pasada temporada. Análisis de la defensiva. Si no puedes parar a un ataque explosivo y a unos receptores tan ágiles y dinámicos como Tyreek Hill y Jaylen EWaddle, al menos, trata de minimizar el daño que estos pueden ocasionarte, A veces, en el football, lo más racional es la base del éxito. Bobby Babich ha demostrado, a lo largo de su carrera, ser un entrenador muy racional y coherente. Para muestra el partido de la semana pasada, en la que tuvo que sobreponerse a la lesión de Taron Johnson, a los fallos de placaje y a un inicio penoso de la defensa. Supo ajustar y la defensa creció, enormemente, en la segunda mitad. Esta madrugada llega el más difícil todavía y veremos de qué pasta está hecha la defensiva creada por Babich. La ofensiva de Miami será una dura prueba, puesto que tiene todos los ingredientes para hacernos mucho daño. Lógicamente, el duelo se puede decidir por un “match up” muy desfavorable para nuestra defensiva. Mike McDaniel sabe sacar el máximo rendimiento a esa sinergia existente entre Tua Tagovailoa y sus dos peligrosos y rápidos estiletes, Jaylen Waddle y Tyreek Hill. La verticalidad y dinamismo de Waddle y Hill pueden hincarse,… Continue reading El ojo del bisonte. Week 2: Buffalo Bills @ Miami Dolphins.
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Previa Week 8: Tampa Bay Buccaneers Vs. Buffalo Bills.
Introducción. Esta madrugada, a las 2:15 horas, las cámaras de Amazon Prime transmitirán un singular Thursday Night, que medirá a Tampa Bay Buccaneers y Buffalo Bills. Ambas franquicias zozobran en un mar tempestuoso, viviendo, actualmente, uno de los peores momentos de su temporada. Las huestes aleccionadas por el impasible Todd Bowles han cosechado sendas derrotas, tras el bye week, frente a Detroit Lions y Atlanta Falcons. Acuden al Highmark Stadium con la firme determinación de pescar en río revuelto y llevarse una victoria que vuelva a situarlos en los puestos de privilegio de la NFC South. Por su parte, Buffalo Bills arriba a este duelo tras una inesperada derrota ante New England Patriots, en un partido en el que los de Bill Belichick fueron muy superiores a ambos lados del ovoide. Las dudas vuelven a aparecer en el conjunto dirigido por Sean McDermott, al que, desde el infausto viaje a Londres, nada le sale bien. El ataque parece otro completamente distinto del que derrotó a Raiders, Commanders y Dolphins, Allen parece una caricatura del jugador que es y McDermott sigue cometiendo errores de principiante. Pintan bastos -una vez más- en la temporada de la franquicia del noroeste de Nueva York. Por tanto, Buffalo espera enderezar el rumbo, con una victoria balsámica, que los coloque nuevamente en la buena senda. Baker Vs. Josh – si.com Ataque. El espejismo ofensivo se confirmó en el Gillette Stadium. El ataque coral, en el que Allen involucraba a todos sus efectivos parece surgir del sueño de una noche de verano, trocándose, actualmente, en unas pesadilla de otoño. Ken Dorsey tampoco colaboró con una primera llamada ofensiva, que consistía en un absurdo pase de 20 yardas. Allen no leyó bien la defensa rival y… Peppers lo interceptó. Primer snap, primer turnover. Allen pareció alicaído todo el partido y, ahora mismo, es una mala versión del jugadorazo que es. ¿Es Allen víctima del sistema ofensivo propuesto por Dorsey y McDermott? Para muestra un botón. Si algo ha destrozado a las defensivas de Bill Belichick en el último lustro, ha sido, sin duda, la capacidad terrestre de Allen y sus salidas, en scramble, fuera del pockett. La versión 2023 de Allen corre un 40% menos que el Allen de temporadas pretéritas. Si eliminas ese poder por tierra, Allen pierde una de sus fortalezas. Cierto es que Allen ha de cuidar su físico, pero un head coach o un offensive coordinator ha de sacar el máximo de las posibilidades de sus jugadores… McDermott y Dorsey no lo están haciendo. Centrándonos en el partido del Thursday Night, Buffalo va a medirse a una de las mejores defensas de la liga. En primer lugar, los de Florida cuentan con una montaña llamada Vita Vea, que impedirá que James Cook y Latavius Murray asienten el juego terrestre por el interior. Por tanto, la primera conclusión que la ofensiva ha de sacar es que debe establecer el juego terrestre atacando por el exterior. Asimismo, esos pases de Allen a Cook, en screens y en la zona flat, cobrarán suma importancia para ir mermando el poderío de esa zaga. La segunda consideración atañe a nuestra línea ofensiva. La guardia pretoriana que asiste a Josh Allen debe dar el 200% de su nivel, pues se enfrentará a jugadores de la talla de Devin White, Lavonte David, Shaquil Barrett o Tryon-Shohyinka, que tratarán de asfaltar a Josh Allen, por el exterior o yendo al blitz. Josh necesita el tiempo necesario para leer a esta defensa y tratar de buscar siempre la mejor opción. Hay que tener en cuenta que a Tampa Bay le cuesta mucho anotar y tratará de sumar puntos desde la defensiva, de ahí que Allen ha de asegurar el ovoide. Además, Allen debe serenarse y tratar de involucrar a todos sus efectivos. En este sentido, la irrupción de Kincaid la semana pasada es una auténtica bendición, Si Diggs, Shakir, Harty, Kincaid y Sherfield son protagonistas, el ataque de Bills será sostenido y avanzará bien. Si asentamos el juego terrestre -ya sea por el exterior o a través de pases a Cook- y si vamos avanzando a través de pases en el primer y segundo nivel, la defensa se centrará en solucionar esto y Allen podrá atacar a una secundaria que está muy lejos del nivel del front seven. Por ello, espero que Gabriel Davis y Stefon Diggs tengan un día excelso en ese tercer nivel. Aunque Allen no ha de desesperarse y buscar pases largos desde el inicio del partido, porque esta secundaria provoca muchos turnovers. Por último, la zaga de Todd Bowles sufre muchísimo con quarterbacks móviles, así que Ken Dorsey ha de tomar nota y diseñar jugadas para que Josh ataque desde fuera del pocket. El mismo Allen ha de ser inteligente y descifrar cuándo debe usar sus piernas en jugadas en scramble. Cook fue de lo mejor ante Patriots – fanduel.com Defensa. La peor versión de esta defensiva se vio el pasado domingo en Foxborough. Todo el mundo sabía que Patriots pretendía asentar el juego terrestre, para dar tranquilidad a Mac Jones, que realizó un partido soberbio, en el que Buffalo Bills fue el principal responsable de su crecimiento. Todo el mundo conocía este game plan, salvo Sean McDermott. Lejos de acumular efectivos en la caja, que impidieran el juego terrestre de Stevenson y Elliott, McDermott fue fiel a su amado nickel (Taron Johnson jugó el 100% de los snaps) y los Patriots nos asolaron por tierra. Si cortocircuitas el juego terrestre, obligas a Mac Jones (que no se caracteriza por su buen a hacer aéreo) a tratar de ganar el partido por aire. Pues Sean McDermott logró que el bueno de Mac tuviera un QB rating de 126, haciéndolo casi All Pro. Olvidemos estas incidencias y centrémonos en el ataque de Buccaneers. Si algo caracteriza a la ofensiva de Tampa Bay es su incapacidad para establecer el juego terrestre. Ni Rachaad White ni Ke’Shawn Vaughn ni Chase Edmonds han logrado asentar las yardas por tierra. Teniendo en… Continue reading Previa Week 8: Tampa Bay Buccaneers Vs. Buffalo Bills.