Introducción. Este domingo, a las 22:25 horas (horario peninsular), asistiremos, en el SoFi Stadium de la localidad californiana de Inglewood, a un magnífico duelo entre dos equipos que se juegan mucho en este envite: Los Ángeles Rams y Buffalo Bills. El conjunto dirigido por Sean McVay arriba a este encuentro con la necesidad imperiosa de ganar, si quiere seguir teniendo opciones de campeonar en la NFC Oeste. La victoria de la semana pasada ante Saints, unida a las derrotas de San Francisco 49ers y Arizona Cardinals, deja una división súper competida, en la que, de momento, lidera Seattle Seahawks. Los californianos necesitan triunfar sobre Buffalo Bills, para mantener intactas sus posibilidades y encarar el tramo final de campaña, en el que tendrán que afrontar varios duelos directos con rivales de división. Por su parte, Buffalo Bills, tras su exhibición boreal ante San Francisco 49ers, encara este partido con el firme propósito de sumar un triunfo más que le haga seguir en la lucha por el importantísimo seed 1. Teniendo en cuenta que Kansas City Chiefs tendrá un complicadísimo duelo frente a Los Ángeles Chargers, las huestes aleccionadas por Sean McDermott han de ganar y esperar una derrota de la franquicia de Missouri, que supondría el anhelado bye en Playoffs. Josh Allen vuelve a su California natal y seguro que desea realizar un gran partido, teniendo en cuenta lo especial del escenario y lo sublime que ha sido la semana para él (pedida de mano, inercia positiva del equipo, récords individuales de la franquicia y firme candidatura al MVP). Análisis de la ofensiva. Las últimas semanas hemos asistido a una consolidación y regularidad de la ofensiva de Buffalo Bills. Lejos de los picos y los valles, de la irregularidad, del inicio y mitad de temporada, Joe Brady parece haber encontrado la constancia en el desempeño del ataque. Lógicamente, esta regularización de la ofensiva tiene un responsable fundamental… y ese protagonista no es el que la gran mayoría de los analistas señala. Desde mi modesto punto de vista, el salto de calidad de este ataque va indisolublemente unido a la estabilidad de la línea ofensiva. De una OL como conjunto, por encima, incluso, de las individualidades. Aunque han faltado agentes individuales como Spencer Brown, el conjunto nunca ha fallado. Aspecto que habla muy bien del sensacional trabajo de Aaron Kromer. Un Kromer que, por cierto, regresa a casa, ya que en LA estuvo desde 2017 hasta 2020, donde ganó un anillo. El desempeño de Connor McGovern, Spencer Brown, Dion Dawkins, Ryan Van Demark (como tackle reserva), O’Cyrus Torrence y David Edwards está siendo, sencillamente, sensacional. El grupo ha dejado atrás las penalizaciones absurdas, centrándose en su labor de protección a Josh Allen y en la apertura de autopistas para la circulación de los running backs. No quería desaprovechar estas líneas para realzar la labor de esta guardia pretoriana. Sin duda, el jugador que está sacando mayor provecho de la sinergia positiva de la OL es Josh Allen. Quizá, las estadísticas no sean brutales, pero Josh Allen está haciendo lo necesario para que la ofensiva carbure y su equipo gane, sin alardes, sin exhibiciones de héroe de Marvel. El hecho de que Josh no se tenga que poner la capa en cada partido, habla de lo bien que está funcionando la línea y de la labor del ataque terrestre. Frente a Rams, Josh tendrá que batirse el cobre con uno de los fronts con más potencial de la NFL. Jared Verse, Kobie Turner y Braden Fiske ya generan pánico en las líneas ofensivas rivales… y lo mejor de su football aún está por llegar. Parece ser que Verse llegará entre algodones a este duelo. No obstante, Josh y su línea tendrán un test muy complejo por delante. En principio, la mayor amenaza de esta defensiva es su línea, siendo su mayor debilidad el cuerpo de linebackers. Por tanto, el plan de partido parece claro: proteger el ovoide, tratar de sortear la presión, asentar el juego terrestre y buscar el primer y segundo nivel aéreo. Ni Rozeboom ni Speights ni Young son los mejores linebackers en cobertura, así que parece un encuentro para que Josh busque, de forma incansable, objetivos de corto yardaje: Khalil Shakir, Curtis Samuel, Dawson Knox, Amari Cooper y los running backs. Todo parece indicar que Dalton Kincaid no será de la partida, aunque Keon Coleman, al contrario, se prevé que pueda jugar. Si asentamos el ataque, con carreras y pases en las zonas underneath, flat y rutas slant, será la mejor forma de llevarnos este encuentro, buscando el “home run”, cuando la defensiva menos lo espere. Las yardas tras recepción de Shakir pueden ser un factor desequilibrante, en este partido. El juego terrestre ha de seguir en la línea de las últimas jornadas. Joe Brady dispone de uno de los mejores tríos de corredores de la competición, y está sabiendo dando de comer a los tres. James Cook es, sin duda, el gran baluarte, pero Ray Davis (que también vuelve a su California natal) y Ty Johnson lo secundan muy bien. Ya sabemos que, cuando hablamos de correr, lo hacemos de forma heterodoxa. Se trata de acumular yardas con los running backs, ya sea corriendo o aprovechando las portentosas manos de los tres. Análisis de la defensiva. Si algo caracteriza a la defensiva de Bobby Babich es que ejemplifica a la perfección la teoría darwiniana de la adaptación al medio. Hacía mucho tiempo que no veía una defensiva tan versátil y adaptativa a aquello que ofrece el equipo rival. Si bien los planteamientos de Babich no suelen ser los mejores, sus contralecturas son, simplemente, brillantes. Aspecto que adolecían las defensivas de antaño, ya fuera con Leslie Frazier o el propio Sean McDermott. El primer gran “hot topic” que ha sido estrella en todas las tertulias Bills Mafia, sin duda, es el regreso a la titularidad de Matt Milano. Cuesta entender que un staff que le otorga tanta importancia a lo que pasa sobre el emparrillado, haya sentado a Dorian… Continue reading El ojo del bisonte. Week 14: Buffalo Bills @ Los Ángeles Rams.
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Previa Week 14: Buffalo Bills @ Kansas City Chiefs.
Introducción. Esta noche, a las 22:25 horas, retransmitido por la cadena norteamericana CBS, gozaremos de una nueva reedición de ese atractivo duelo entre Kansas City Chiefs y Buffalo Bills. El caprichoso -y sistemático- calendario de la NFL ha querido que vivamos, por tercera vez consecutiva en temporada regular, un cara cara entre dos de los mariscales de campo llamados a escribir el futuro de la competición: Josh Allen y Patrick Mahomes. Las aguas bajan turbias al oeste del estado de Nueva York, pues la publicación del artículo de Tyler Dunne, columnista de la web Go Long TD, acerca de la figura de Sean McDermott el pasado jueves, sacudió la semana de descanso de Bills, poniendo más en entredicho la permanencia del técnico nacido en Omaha (Nebraska). El reconocimiento de algunas de las informaciones aparecidas en este medio, por parte del propio McDermott, y su lenguaje no verbal ponen de relieve que, en Buffalo, en las últimas horas, se ha hablado más de asuntos extradeportivos que de la preparación de este decisivo duelo. Buffalo Bills llega a Arrowhead con un balance de 6 victorias y 6 derrotas y necesita ganar -o ganar- este envite, si quiere mantener sus opciones de clasificar a Playoffs. Por su parte, en Chiefs, no están menos tranquilos, tras la derrota de la pasada jornada en Lambeau Field y la avalancha de lesionados que asola al equipo de Missouri. Kansas City ha de ganar este partido, para mantener vivas sus aspiraciones de alcanzar ese zenit que supone el ansiado seed 1 de la Conferencia Americana. No obstante, Andy Reid sufrirá, para este complicado duelo, las bajas del running back Isiah Pacheco, del left tackle Donovan Smith, del safety Bryan Cook y del linebacker Drue Tranquill. Todo hace indicar que disfrutaremos de un apasionante duelo entre dos franquicias que se conocen muy bien y para las que este partido supondrá, sin duda, un punto de inflexión en el final de la temporada. McDermott ha vivido sus peores horas al frente de Buffalo Bills – eu.democratandchronicle.com Análisis de la ofensiva. Joe Brady ha acertado, hasta el momento, con la fórmula adecuada para maximizar las opciones ofensivas de Buffalo Bills. Ha sabido mejorar -por mucho- el playbook heredado de Ken Dorsey, realizando, sin duda, una gestión magnífica del playcall e incorporando aspectos totalmente novedosos, que han dado un lavado de cara al ataque Bills Mafia. El uso de los corredores en el juego aéreo, las carreras por el exterior, la utilización del factor Ty Johnson o la máxima explotación de la zona flat son implementaciones de la ofensiva, cortesía del bueno de Brady. Es alucinante el estado de forma de nuestra línea ofensiva. Sin duda, hay que elogiar el nivel físico de esta guardia pretoriana, que está rindiendo a gran altura y cuyos seis efectivos apenas se han perdido partidos. Ahora, se viene el más difícil todavía, puesto que nos enfrentamos a la, quizá, mejor defensa de la liga, con un coordinador defensivo, Steve Spagnuolo, que se las sabe todas y que, a buen seguro, ajustará -bendita palabra- a lo largo del partido. Por tanto, necesitamos la mejor versión de Mitch Morse, Connor McGovern, O’Cyrus Torrence, Dion Dawkins y Spencer Brown, tanto en protección de pase como a la hora de los bloqueos para hacer más sencilla la vida a Josh Allen y a nuestro backfield. Josh Allen está ante uno de los escenarios que mejor se le da y ante una cita que tiene muy bien apuntada en su agenda. Ha de estar muy atento a los constantes paquetes de blitzes que, constantemente, le mandará Spagnuolo y tendrá que tener mucho cuidado a las colosales figuras de Trent McDuffie y Chris Jones, dos de los defensas más en forma de la liga. Josh tiene que saber leer la defensa de Kansas City, aprovechando la zona underneath, para ir avanzando y mermando la confianza de la zaga rival. En este sentido, volverán a ser determinantes esos pases, en el primer nivel, a las figuras de Khalil Shakir, Dalton Kincaid y Stefon Diggs. Drue Tranquill se pierde el partido, así que su middle linebacker será, o bien, Nick Bolton, que sale de una lesión y estará falto de ritmo, o bien, Jack Cochrane, que dejó a la vista su bisoñez en el partido ante Green Bay. Además, las carreras diseñadas o en scramble de Josh se antojan decisivas. Teniendo en cuenta los problemas de Chiefs a la hora de anotar, Josh debe priorizar no cometer errores, proteger el ovoide y no conceder nada a su defensa y, por ende, a su ofensiva. El juego terrestre volverá a ser capital. Necesitamos establecer una carrera que vaya sosteniendo los drives. James Cook, Latavius Murray y Ty Johnson han de combinar carreras externas con acarreos, en los que se trate de percutir el interior de su línea. Hoy más que nunca, las recepciones de Cook pueden ser la balanza que desequilibre el partido. Ya he dicho que el primer nivel se antoja importantísimo, hablando de las figuras capitales de Shakir y Kincaid. Todo hace indicar que L’Jarius Sneed tratará de secar a Stefon Diggs, dejando más libres a Gabriel David, Kincaid y Shakir, que pueden erigirse en los grandes protagonistas de este envite. Por último, Dawson Knox puede reaparecer en este partido y ser una muesca más en el revólver de Josh Allen. Allen quiere que este equipo remonte el vuelo – eu.democratandchronicle.com Análisis de la defensiva. La receta a la hora de parar el ataque de Chiefs nos la dejó clara Green Bay la pasada jornada: minimizar los acarreos de ese coloso llamado Isiah Pacheco, poner doble cobertura a Travis Kelce y dejar el partido en manos de la separación que puedan generar los receptores a los pases de Patrick Mahomes. Pacheco se pierde este partido, así que el juego terrestre estará a cargo de Clyde Edwards-Helaire y Jerick McKinnon, dos corredores que no están en su mejor versión. La desesperación de Mahomes con sus receptores, salvo con Rashee Rice, es… Continue reading Previa Week 14: Buffalo Bills @ Kansas City Chiefs.