El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.

Introducción. Esta madrugada, a las 2:20 horas en España, se enfrentarán, en el M&T Bank Stadium de Baltimore (Maryland), dos de los grandes contendientes al campeonato de la AFC. Baltimore Ravens y Buffalo Bills medirán sus fuerzas, en un encuentro que puede decidir muchas cosas de cara al futuro de ambas franquicias, en la temporada 2024. Los Ravens, tras sus dos primeras derrotas frente a Chiefs y Raiders, lograron sobreponerse a ese inquietante 2-0, imponiéndose, en un partido que se los complicó muchísimo, a Dallas Cowboys. Ahora, necesitan el triunfo ante unos Bills en plena racha, si no quieren que un rival directo les saque tres partidos y si no desean que se les empiece a complicar, incluso, la división (teniendo en cuenta el fulgurante inicio de Pittsburgh Steelers). Por su parte, Buffalo, tras dejar excelentes sensaciones -tanto ofensivas como defensivas-, en sus  tres primeros encuentros del año, anhelan dar un puñetazo sobre la mesa de la NFL, ganar en el nido de los cuervos, poner tierra de por medio con Ravens e iniciar con buen pie su periplo de tres partidos a domicilio. Lamar contra Josh, McDermott frente a Harbaugh… Todo está presto y dispuesto para presenciar uno de los mejores partidos de la jornada, con mucho más, en juego, que una simple victoria. Análisis de la ofensiva. Si tu rival tiene, hasta el momento, la peor defensa por aire de la liga, una zaga nque está siendo destrozada en los tres niveles del emparrillado, está claro cuál debe ser el plan de juego, desde el punto de vista ofensivo… Muy sencillo, ¿no? Pero, quizá, en ocasiones, no siempre dos más dos suman siempre cuatro. Está claro que la defensa de Baltimore, tras la marcha de Mike McDonald, no está siendo la misma. Al menos, su defensa contra el pase, ya que, contra la carrera, la zaga cuerva sigue siendo un muro -casi- infranqueable. Todo nos hace indicar que Brady diseñará un esquema ofensivo, basado en la preponderancia del juego aéreo. Pero, queridos lectores, no todo es tan sencillo en la Bills Mafia. En principio, Zach Orr, coordinador defensivo de Baltimore, planteará un escenario, en el que se anule el juego terrestre de Buffalo, se embolse a Allen dentro del pocket, y este se vea obligado a lanzar, ante la presión que, claramente, crearán Madubuike, Jones, Van Noy, Oweh, Simpson o Smith. Esta es la teoría, pero la práctica nos dice que la clave del partido puede pasar por tres factores claves. En primer lugar, se necesita la mejor versión de nuestra línea ofensiva. Una unidad a la que Aaron Kromer le está sacando el mejor partido y que está mejorando encuentro tras encuentro. Efectivamente, el inicio a la victoria, en el M&T Bank Stadium, pasa porque el interior de la guardia pretoriana de Josh Allen (Edwards, Torrence y McGovern) sepan contener las embestidas de Madubuike y compañía, otorgando el tiempo necesario para que Josh telegrafíe la defensa de Ravens. Lógicamente, por el exterior, también  se presupone la presión de Baltimore, pero considero que su mayor baza es el interior de su línea defensiva. En segundo lugar, otra de las claves será bombardear su zona intermedia, justo detrás de la espalda de los linebackers, donde más sufre esta zaga. Andy Reid y Antonio Pierce ya nos dieron la receta, así que la zona underneath debe ser, sin duda, el principal objetivo de Josh. Se infiere que va a ser un partido para que Dalton Kincaid, Dawson Knox, Khalil Shakir y Curtis Samuel generen una cantidad ingente de yardas. En tercer lugar, si el pocket colapsa y la defensa de Ravens se rompe, será el momento idóneo para que Josh pueda desequilibrar el partido con jugadas en scramble, en las que muestre su peligrosidad por tierra. Hace dos temporadas, las jugadas rotas, en las que Josh ganaba muchas yardas, fueron la causa principal de aquella remontada de Bills, en un encuentro que parecía totalmente finiquitado, en favor de Ravens. En un mundo perfecto, el camino a la victoria pasaría por asentar el juego terrestre, involucrando también a Cook, Davis y Johnson en las jugadas aéreas de corto yardaje. Si los acarreos funcionan, nuestro ataque va avanzando y quemando reloj, ante la hipotética desesperación de Baltimore, puede ser el momento propicio para que Josh busque en profundo a Keon Coleman o Marquez Valdez-Scantling. No obstante, lo más importante es que los pases largos sean solo un recurso y no la base principal de nuestra ofensiva. Ravens tratará de jugar a eso, a los potenciales fallos de Josh. Sin embargo, hasta el momento, estamos viendo al Allen más sereno y tranquilo de su carrera deportiva. Esta madrugada se enfrentará a una de las mejores defensas de la liga, así que esperemos que el Josh, símbolo de la templanza, siga siendo la versión dominante del natural de Firebaugh. Análisis de la defensiva. Steve Spagnuolo, ese genio defensivo tan poco reconocido, ha dado la clave, en sus dos últimos enfrentamientos, para anular el ataque de Baltimore Ravens. La teoría parece fácil, ¿será tan sencillo ponerla en práctica? Si hubiese un manual de instrucciones para aniquilar la ofensiva cuerva, las líneas de actuación serían muy plausibles: trata de minimizar los acarreos de Lamar Jackson, frena sus carreras por el exterior, mantenlo dentro del pocket y déjalo que gane el partido por aire, pues el error llegará. Teniendo en cuenta este plan, Bobby Babich diseñará las acometidas de una zaga que está rindiendo a un grandísimo nivel, haciendo gala de esa máxima tan manida de “defensa de hombres y no de nombres”. Taron Johnson y Terrel Bernard, dos de los baluartes de nuestra zaga, volverán a ser baja. Sin embargo, sus sustitutos, Cam Lewis y Baylon Spector, están rindiendo a un nivel colosal. Con la inestimable ayuda del versátil Ja’Marcus Ingram, que está creciendo en cada partido y que es ese defensive back capaz de funcionar como cornerback, ayudar a los safeties o, incluso, subir a la caja. Un tipo con el sello más genuino… Continue reading El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.

Previa Week 4: Miami Dolphins Vs. Buffalo Bills.

Introducción. Este domingo, a las 19 horas, las cámaras de la cadena CBS ofrecerán el que es, sin duda, el partido de la jornada. El horario, aparentemente, no es el de máxima audiencia, para el público norteamericano, sin embargo, todos los focos mediáticos y las miradas de los aficionados al fútbol americano estarán puestas sobre el emparrillado del Highmark Stadium de la localidad neoyorquina de Orchard Park.  En juego estará mucho más que el liderato de la AFC East, puesto que la rivalidad entre ambos conjuntos se ha recrudecido en los últimos años. Miami Dolphins arriba al noroeste de Nueva York con la vitola de ser el equipo más en forma de la liga, tras sus triunfos, a domicilio, frente a Chargers y Patriots, más esa exhibición en la que las huestes de Mike McDaniel destrozaron a Broncos, endosándoles la friolera de 70 puntos. Ahora, Miami llega al estadio del dominador de la conferencia, en los últimos años, el conjunto ante el que perdieron en Wild Card el pasado ejercicio y estos Dolphins anhelan venganza. Un triunfo de los de Florida supondría no solo una victoria moral, sino también significaría establecer una ventaja de dos partidos ante el que se presupone su gran rival en la división.  Por su parte, Buffalo acude, sin hacer ruido, a este encuentro. Es cierto que las apuestas le dan favorito por 2’5 puntos, pero la sensación, entre los expertos y público en general, es que, sin duda, estos Dolphins parten con ventaja en este envite. Bills arriba a este duelo divisional, tras realizar una exhibición defensiva ante Commanders, en un partido que supuso la total consagración de Terrel Bernard. El domingo la remozada zaga de Bills se probará ante el mejor ataque de la liga.  Además, el equipo vive una metamorfosis total en ataque, consolidando un esquema ofensivo que resta protagonismo a Josh Allen en pos de una mayor utilización de todas las unidades y los niveles del campo. Esta ofensiva ya no vive de Josh, sino que maximiza las opciones terrestres, economiza y asegura sus potenciales errores, usa todos sus efectivos y trata de ayudar a la defensa consumiendo mucho tiempo de posesión. Un giro de 180 grados, que puede suponer, con el tiempo, la mejor versión de Josh Allen.  Damas y caballeros, dispónganse a vivir un colosal encuentro, en el que las pasiones, emociones y sensaciones de todo tipo invadirán el césped del Highmark Stadium desde la patada inicial.  clutchpoints.com Ataque. Josh Allen continúa con su proceso de dominio total. Es alucinante el cambio radical que está viviendo esta ofensiva. Ni los más viejos del lugar recuerdan a un Josh que, tras haber conseguido un primer down en una jugada scramble, se deslizara y asegurara el ovoide y su integridad física, sin esa ambición de conseguir más yardaje, con ese movimiento. Ken Dorsey está consiguiendo que la fiera se amanse y, sobre todo, que asuma que, de esta manera, también se puede ganar. Ya llegará el momento en el que Josh asuma riesgos y supere las 300 yardas aéreas, con 50 yardas por tierra y varias bombas a la línea de flotación rival… Pero, ahora, no es necesaria esa versión de Allen. Al menos, de momento.  Sin duda, la clave de este partido va a ser que Allen sea consciente que cuanto más esté sobre el emparrillado, mejor será para su defensa. Buffalo ha de continuar en la senda ofensiva de los dos últimos encuentros, asegurando el ovoide, no cometiendo errores y maximizando el uso de sus potenciales posibilidades.  El sistema de Vic Fangio es una 3-4, que suele presionar con 5 hombres, pues Phillips y Chubb atacan por fuera, uniéndose a la presión ejercida por Wilkins, Davis y Sieler. Phillips no será de la partida, así que habrá que ver cómo Fangio resuelve este contratiempo. Teniendo en cuenta este aspecto de la defensa de Miami, Allen ha de ser inteligente y atacar continuamente la zona flat de Miami, puesto que uno de los problemas de Miami es defender esta zona con Long y Baker. Así que se presupone que, en este partido, cobrarán mucha importancia las aportaciones de Kincaid, Knox, Harty y Cook saliendo a recibir. La explotación del primer nivel y, sobre todo, la zona externa puede ser la clave de este partido. Josh ha de leer bien la defensa de Miami, soltar el ovoide rápido, buscando esas zonas flat o underneath, o romper la zaga con alguna carrera por el exterior.  Conectando con lo dicho anteriormente, ya sabemos los problemas que siempre ha tenido Miami para defender a Allen en jugadas rotas. Así que, posiblemente, veremos a un Allen que, en este partido, va a correr mucho. El backfield ha de seguir siendo utilizado, cobrando Cook un protagonismo tanto por fuera como por dentro. Las carreras machaconas y potentes de Murray y Harris también serán bienvenidas, puesto que se espera que los drives de Buffalo sean progresivos, duraderos y que consuman mucho tiempo de posesión.  Otro aspecto vital es que Josh no cometa locuras, no arriesgue con pases innecesarios, proteja el ovoide y siga en la dinámica de los dos últimos encuentros. Además, no debe entrar en el -más que probable- juego de provocación que pueda sugerirle Chritian Wilkins, la auténtica kriptonita de Josh.  Si el ataque de Buffalo es progresivo, va avanzando continuamente y centra a la defensa de Miami en contrarrestar este aspecto, será el momento ideal para que Josh busque en profundo a Diggs, Davis o Sherfield. Será un partido en el que la paciencia que tenga Josh, a la hora de ir mermando la moral de la defensa de Dolphins, va a jugar una importancia decisiva.  buffalorumblings.com Defensa. Simplemente, el mejor ataque de la liga. Esa frase define perfectamente el sistema ofensivo creado por Mike McDaniel. Sean McDermott y su renovada defensiva tendrán la prueba más dura a la que, hasta ahora, se han enfrentado. Tua sabe aprovechar al máximo las posibilidades que le ofrecen Hill, Waddle y compañía. Mucho se hablaba el pasado… Continue reading Previa Week 4: Miami Dolphins Vs. Buffalo Bills.