El ojo del bisonte. Week 10: Buffalo Bills @ Indianapolis Colts.

Introducción.

Esta tarde, a las 19 horas (horario peninsular), asistiremos, en el Lucas Oil Stadium de la localidad de Indianapolis (Indiana), a un duelo interdivisional que medirá a dos conjuntos que llegan con trayectorias muy distintas: Indianapolis Colts y Buffalo Bills.

Las huestes aleccionadas por el head coach Shane Steichen llegan con una gran zozobra a este partido, en medio del caos en el que está sumido el proyecto, tras la controvertida decisión de sentar al quarterback Anthony Richardson y dar los mandos del ataque al veterano de la guerra del Peloponeso, Joe Flacco. El proyecto liderado por el general manager Chris Ballard se las prometía muy felices, tras reclutar, en el pick 4 del NFL Draft de 2023, a Anthony Richardson. No obstante, desde la jornada 8, parece que el futuro de la franquicia no estará comandado por el egresado de la Universidad de Florida. Steichen y su staff han decidido confiar en Flacco y que este sea el mariscal de campo titular para lo que resta de campaña. No deja de ser una decisión delirante, ya que supone algo coyuntural, que no te asegura la entrada a Playoffs. Además, cuando inviertes un pick 4, en una selección de un quarterback como Anthony Richardson, lo prioritario es ser paciente con el desarrollo del jugador… y, en Colts, las prisas parecen ser la enseña que abandera el actual proyecto. 

En lo deportivo, Indianapolis ostenta un récord de 4 victorias y 5 derrotas. No obstante, teniendo en cuenta el inestable clima que vive el actual líder de la AFC Sur, Houston Texans, un triunfo de Colts, unido a una derrota de los tejanos (que se medirán a Detroit Lions), puede colocar de lleno a la franquicia de Indiana en la lucha por la división. Por tanto, tras dos derrotas consecutivas (Texans y Vikings), las mesnadas lideradas por Steichen quieren volver a la senda de la victoria y este partido frente a Bills se antoja de capital importancia, para reconducir un proyecto que parece abocado al cadalso.

Por su parte, Buffalo Bills afronta este envite con total tranquilidad. Bills ha ganado siete partidos, sin ofrecer un juego excelso. La AFC Este parece, prácticamente, dominada y los Playoffs casi están asegurados. No obstante, el equipo genera muchas dudas, a ambos lados del ovoide, teniendo la irregularidad por bandera y mezclando actuaciones sobresalientes con otras, para olvidar. Si se obtuviera un resultado positivo en el Lucas Oil Stadium, teniendo en cuenta que la próxima semana Kansas City Chiefs visita el Highmark Stadium, la hipotética lucha por el seed 1 de la AFC podría entrar en escena. 

Análisis de la ofensiva.

La solidez ofensiva que significó el juego desarrollado en la victoria ante Seattle Seahawks pareció un espejismo, tras el partido disputado frente a Miami Dolphins. Los males de antaño volvieron a aflorar y se divisó un ataque irregular y que sigue dejando muchas dudas. 

En este encuentro ante Indianapolis Colts, la ofensiva se verá muy mermada, ya que Keon Coleman ha sido descartado para el envite, mientras que la participación de Amari Cooper y Curtis Samuel, a esta hora, sigue siendo una incógnita. Teniendo en cuenta estos factores, Bills ha decidido subir al primer equipo a los receptores Tyrell Shavers y KJ Hamler. Del mismo modo, se ha firmado, para el practice squad, al wide receiver Jalen Virgil. Por tanto, si todo saliera mal y Cooper  y Samuel no fueran de la partido, el cuerpo de receptores de Josh Allen, en el Lucas Oil Stadium, podría estar formado por Khalil Shakir, Mack Hollins, KJ Hamler, Tyrell Shavers y Jalen Virgil. 

Teniendo en cuenta estas tres potenciales bajas, se prevé un encuentro para que, por fin, Dalton Kincaid rompa los números. Dalton lo tiene todo para erigirse en el arma más utilizada por Josh Allen, pero, bien por el playbook, bien porque Josh no está buscándolo bien, con pases poco precisos, el egresado de la Universidad de Utah está aún lejos de su mejor versión. Este duelo en Indianapolis puede suponer el punto de inflexión para una gran recta final de Dalton. Por su parte, se prevé que Dawson Knox también asuma muchos más targets, en justa connivencia con el sueldo que cobra. Khalil Shakir deberá seguir siendo la principal referencia del ataque aéreo, ese jugador que nunca falla. Es alucinante lo que está creciendo Khalil. Mack Hollins fue uno de los jugadores más destacados ante Dolphins, y frente a Colts volverá a tener una oportunidad. Es justo reconocer que, a trabajo, entrega y sacrificio, pocos jugadores le superan. 

No obstante, lo primero que tiene mejorar nuestro ataque está íntimamente relacionado con la línea ofensiva, Es perentorio que nuestros linieros estén más concentrados y no cometan más penalizaciones absurdas. La unidad, en general, se está desempeñando bien, pero estas penalizaciones merman, en gran medida, la potencialidad de nuestro ataque. El front seven de Colts es muy peligroso, siendo muy agresivo a la hora del meter presión. Así que se prevé una titánica lucha de trincheras. Por el bien de Josh, necesitamos que nuestra línea ofensiva ofrezca su mejor versión.  

El juego terrestre está funcionando muy bien, aunque, en ocasiones, es demasiado previsible. Apenas se paga, en Las Vegas, que el primer desempeño, en cada drive, sea un acarreo por el centro de James Cook. Por tanto, Joe Brady ha de conseguir sacar el máximo rendimiento del propio Cook y de ese genio llamado Ray Davis, que ya ha demostrado que puede ser un arma muy peligrosa, tanto por tierra como por aire. Además, Ty Johnson se está mostrando muy regular y siempre aporta cuando se le necesita. 

Josh, a pesar de lo que dictan las estadísticas y demás numeritos, está aún muy lejos de su mejor versión. Lógicamente, es algo completamente entendible, ya que lo importante del la temporada aún está por llegar. Sin duda, su mejora en la protección del ovoide es considerable, y ninguna de las dos últimas interceptaciones fue su culpa. Sin embargo, necesitamos una subida de nivel de Josh. Un triunfo en Indianapolis, sumado al próximo encuentro ante Chiefs (al que Allen llegará con muchas ganas), seguido de una semana de descanso, sería el caldo de cultivo perfecto para afrontar ese “Mortirolo”, que llega tras el bye (49ers, Rams y Lions) y que será la mejor preparación para llegar en la mejor forma a los inminentes Playoffs.

Análisis de la defensiva.

Pedíamos, por fin, un  partido redondo de la defensa… Y los deseos de la Bills Mafia fueron concedidos, con un desempeño excelso ante Seattle Seahawks… y fue un desempeño de cuatro cuartos. Sin embargo, ante Miami Dolphins, fuimos testigos de la peor versión de la temporada de nuestra defensa, que fue incapaz de contener el juego terrestre, siendo muy castigada, además, en jugadas aéreas de corto yardaje. Para colmo de males, la zaga fue incapaz ni de parar a Dolphins en red zone, ni de tan siquiera meter presión a Tua Tagovailoa. En resumen, una defensiva paupérrima y totalmente superada.

Bobby Babich, máximo responsable de la zaga, tiene ante sí una nueva oportunidad de corregir errores e ir probando cosas de cara a la recta final de la temporada. Todo el mundo sabe que Shane Steichen planteará un partido en el que Colts correrá en gran medida. Esto se une a nuestros problemas, salvo en el partido ante Seahawks, para frenar el juego terrestre, así que parece claro cuál será el match up ataque de Colts frente a defensa de Bills. 

Jonathan Taylor será el líder al mando de las operaciones terrestres. Será un partido para el que se necesite la mejor versión del interior de nuestra línea defensiva. Ed Oliver y Daquan Jones han de ser la punta de inicio con la que hemos de minimizar los acarreos de Taylor. Puede ser un escenario para que, en ciertos snaps, juguemos con tres linebackers, aunque Baylon Spector ha sido incluido en la injury reserve. Nicholas Morrow, Joe Andreessen o Edefuan Ulofoshio pueden tener su oportunidad. Aunque necesitamos que Terrel Bernard y Dorian Williams sigan con su gran rendimiento. Si las miradas se centran en Taylor, habrá que prestar especial atención al uso de Sermon o Goodson en el plano aéreo, una faceta -la del uso de los corredores por aire- que se nos está dando bastante mal. 

El partido ha de pasar por minimizar su juego terrestre y forzar a que Joe Flacco trate de ganar el partido por aire. Sin duda, los errores del bueno de Flacco van a llegar, pero, ojo, porque el brazo lo sigue teniendo. Michael Pittman Jr., Josh Downs, Alec Pierce o Adonai Mitchell pueden darnos más de un quebradero de cabeza. Además, hay que estar muy atentos al juego de Steichen con los tight ends en corto yardaje, tanto como válvulas de escape de Flacco como en la red zone. Alie-Cox y Granson pueden tener un partido para el recuerdo. 

Teniendo en cuenta estas premisas, necesitamos que nuestro pass rush se muestre mucho más agresivo y, sobre todo, más productivo. Quizá, la vuelta de Von Miller contribuya a ello. Su línea ofensiva no está funcionando bien y tenemos que dominar las trincheras. Christian Benford volverá a los emparrillados y, sin duda, nuestra secundaria crecerá. Taron Johnson y Cam Lewis serán vitales, tanto a la hora de ayudar a frenar la carrera como para minimizar la producción de sus estiletes aéreos en pases en el primer y segundo nivel. Rapp debería jugar más pegado que nunca a la caja. Y sería maravilloso si a Cole Bishop se le dieran más snaps.