Introducción. La madrugada del domingo al lunes, a las 2:20 horas (horario peninsular), con las cámaras de la NBC, para el tradicional Sunday Night Football, asistiremos, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park, a un espectacular duelo que medirá a dos conjuntos que llevan trayectorias muy diferentes: San Francisco 49ers y Buffalo Bills. Un enfrentamiento entre, a priori, dos equipos, con los mimbres suficientes para aspirar a todo, pero que llegan a este partido en un punto diametralmente opuesto. San Francisco 49ers arriba al oeste del gran estado de Nueva York sumido en una crisis de juego y resultados, plagados por las lesiones y tras encajar una dolorosísima derrota, en Lambeu Field, ante Green Bay Packers. Las huestes aleccionadas por el díscolo Kyle Shanahan llevan un año muy irregular, aunque aún tienen opciones de ganar su división, una NFC Oeste en la que puede pasar de todo. No obstante, este es el escenario perfecto para que los mineros consigan una “statement victory” que suponga un cambio de rumbo en una campaña incierta. Por su parte, las mesnadas dirigidas por el ínclito Sean McDermott asoman a este encuentro con la posibilidad de asegurar el título de la AFC Este por quinta temporada consecutiva, tras la derrota de Miami Dolphins la noche de Thanksgiving. Además, Buffalo Bills anhela seguir luchando por un seed 1, que se antoja harto complicado tras las dos últimas victorias de Kansas City Chiefs. El partido se disputará con unas condiciones climáticas extremas. Se espera una temperatura que oscilará entre los -5 y los -1 grados centígrados, aunque la sensación térmica llegará a los -11 grados centígrados, en medio de una ligera nevada y con rachas de viento que pueden alcanzar los 39 kilómetros/hora. Por tanto, el tiempo sí será un factor y se prevé que el juego físico y terrestre tenga suma importancia. Análisis de la ofensiva. La climatología será un factor determinante en este partido. Teniendo en cuenta que se esperan rachas de viento de 39 kilómetros/hora, nieve y mucho frío, Joe Brady debería seguir apostando por el juego terrestre, planteando un partido muy físico. En primer lugar, la línea ofensiva ha de seguir en ese estado superlativo que demostró ante Kansas City Chiefs. Spencer Brown se recuperará para este envite, aunque hay que decir que Ryan Van Demark no desentonó en ningún momento. Dion Dawkins tendrá un respiro, ya que Nick Bosa no será de la partida, aunque mal haría en minusvalorar las potenciales acometidas de Leonard Floyd, Yetur Gross-Matos o Robert Beal Jr., por el exterior. El interior de nuestra offensive line dio unas exhibición, minimizando a Chris Jones. Así que esperamos un desempeño análogo de figuras al alza como O’Cyrus Torrence, David Edwards y Connor McGovern. En un partido marcado por la climatología, la guardia pretoriana debe ser el mejor candado para tratar de que Josh asegure el ovoide, en todo momento. Allen tendría ante sí el reto de dominar una defensiva que, aunque las lesiones la han debilitado, tiene muchísimo peligro. Insistiendo en la importancia del clima, Josh ha de aunar seguridad y productividad, tratando de dominar los dos niveles del juego aéreo y buscando la debilidad de su zona underneath. Teniendo en cuenta de que Dalton Kincaid es baja y que Keon Coleman será duda hasta minutos antes del kick off, Josh ha de buscar la seguridad que le ofrecen tanto Khalil Shakir como Amari Cooper, buscando también, cuando las condiciones sean propicias, a Mack Hollins y Curtis Samuel, ya sea en corto o largo. Además, es un partido para que los targets a Dawson Knox suban exponencialmente. Lógicamente, leyendo lo que permita la zaga minera, aprovechando, si las condiciones son propicias, para salir en scramble. Josh tiene que alimentar a sus estiletes ofensivos. Si lo consigue, el camino a la victoria estará más cerca. El juego terrestre va a ser capital. Pero vuelvo a insistir hay que correr… de la manera más ortodoxa o más heterodoxa. Necesitamos que nuestros tres corredores -James Cook, Ray Davis y Ty Johnson- estén involucrados, tanto en carreras por el interior (apuesta que no se paga en Las Vegas) como por el exterior. Pero, además, Brady y Josh han de involucrar a nuestros running backs en el juego aéreo. Sin duda, esta es la clave para destrozar a la defensiva de 49ers. Esa capacidad de recibir de Cook, Davis y Johnson puede ser el arma decisiva que colapse su zaga. Análisis de la defensiva. Las bajas de Trent Williams y Aaron Banks debilitan profundamente su línea ofensiva. Si sumamos este infortunio a la incógnita del estado del hombro de Brock Purdy (que desconocemos si será de la partida), parece claro cuál debe ser el plan de juego de Bobby Babich. Sin duda, la consigna de Bobby será tratar de minimizar los acarreos de Christian McCaffrey y asolar una línea ofensiva que parece muy porosa por el lado izquierdo, teniendo en cuenta las bajas de Banks y Williams. Ante estas circunstancias, es un partido para que veamos la mejor versión de Von Miller, que puede colapsar el pocket con sus movimientos de engaño. La superioridad que pueden generar Von, Rousseau o Epenesa, ha de ser aprovechada por Ed Oliver, DaQan Jones o Austin Johnson para percutir por el interior y tratar de cazar a Purdy. Matt Milano puede tener sus snaps en este partido, así que junto a Terrel Bernard, Dorian Williams y Taron Johnson, han de frenar las yardas terrestres de McCaffrey, prestando especial atención a esa válvula de escape que es George Kittle, y a las puntuales salidas fuera del pocket de Purdy. Habrá que tener mucho cuidado con Kyle Juszcyk que, teniendo en cuenta las condiciones climatológicas, puede ser el factor X que se saque de la chistera Shanahan. La pareja de cornerbacks formada por Christian Benford y Rasul Douglas, junto con los safeties Taylor Rapp y Damar Hamlin, han de estar muy pendientes de las yardas tras contacto que pueden generar Deebo Samuel y Ricky Pearsall. Además, en… Continue reading El ojo del bisonte. Week 13: San Francisco 49ers @ Buffalo Bills.
Etiqueta: Fútbol americano
El ojo del bisonte. Week 10: Buffalo Bills @ Indianapolis Colts.
Introducción. Esta tarde, a las 19 horas (horario peninsular), asistiremos, en el Lucas Oil Stadium de la localidad de Indianapolis (Indiana), a un duelo interdivisional que medirá a dos conjuntos que llegan con trayectorias muy distintas: Indianapolis Colts y Buffalo Bills. Las huestes aleccionadas por el head coach Shane Steichen llegan con una gran zozobra a este partido, en medio del caos en el que está sumido el proyecto, tras la controvertida decisión de sentar al quarterback Anthony Richardson y dar los mandos del ataque al veterano de la guerra del Peloponeso, Joe Flacco. El proyecto liderado por el general manager Chris Ballard se las prometía muy felices, tras reclutar, en el pick 4 del NFL Draft de 2023, a Anthony Richardson. No obstante, desde la jornada 8, parece que el futuro de la franquicia no estará comandado por el egresado de la Universidad de Florida. Steichen y su staff han decidido confiar en Flacco y que este sea el mariscal de campo titular para lo que resta de campaña. No deja de ser una decisión delirante, ya que supone algo coyuntural, que no te asegura la entrada a Playoffs. Además, cuando inviertes un pick 4, en una selección de un quarterback como Anthony Richardson, lo prioritario es ser paciente con el desarrollo del jugador… y, en Colts, las prisas parecen ser la enseña que abandera el actual proyecto. En lo deportivo, Indianapolis ostenta un récord de 4 victorias y 5 derrotas. No obstante, teniendo en cuenta el inestable clima que vive el actual líder de la AFC Sur, Houston Texans, un triunfo de Colts, unido a una derrota de los tejanos (que se medirán a Detroit Lions), puede colocar de lleno a la franquicia de Indiana en la lucha por la división. Por tanto, tras dos derrotas consecutivas (Texans y Vikings), las mesnadas lideradas por Steichen quieren volver a la senda de la victoria y este partido frente a Bills se antoja de capital importancia, para reconducir un proyecto que parece abocado al cadalso. Por su parte, Buffalo Bills afronta este envite con total tranquilidad. Bills ha ganado siete partidos, sin ofrecer un juego excelso. La AFC Este parece, prácticamente, dominada y los Playoffs casi están asegurados. No obstante, el equipo genera muchas dudas, a ambos lados del ovoide, teniendo la irregularidad por bandera y mezclando actuaciones sobresalientes con otras, para olvidar. Si se obtuviera un resultado positivo en el Lucas Oil Stadium, teniendo en cuenta que la próxima semana Kansas City Chiefs visita el Highmark Stadium, la hipotética lucha por el seed 1 de la AFC podría entrar en escena. Análisis de la ofensiva. La solidez ofensiva que significó el juego desarrollado en la victoria ante Seattle Seahawks pareció un espejismo, tras el partido disputado frente a Miami Dolphins. Los males de antaño volvieron a aflorar y se divisó un ataque irregular y que sigue dejando muchas dudas. En este encuentro ante Indianapolis Colts, la ofensiva se verá muy mermada, ya que Keon Coleman ha sido descartado para el envite, mientras que la participación de Amari Cooper y Curtis Samuel, a esta hora, sigue siendo una incógnita. Teniendo en cuenta estos factores, Bills ha decidido subir al primer equipo a los receptores Tyrell Shavers y KJ Hamler. Del mismo modo, se ha firmado, para el practice squad, al wide receiver Jalen Virgil. Por tanto, si todo saliera mal y Cooper y Samuel no fueran de la partido, el cuerpo de receptores de Josh Allen, en el Lucas Oil Stadium, podría estar formado por Khalil Shakir, Mack Hollins, KJ Hamler, Tyrell Shavers y Jalen Virgil. Teniendo en cuenta estas tres potenciales bajas, se prevé un encuentro para que, por fin, Dalton Kincaid rompa los números. Dalton lo tiene todo para erigirse en el arma más utilizada por Josh Allen, pero, bien por el playbook, bien porque Josh no está buscándolo bien, con pases poco precisos, el egresado de la Universidad de Utah está aún lejos de su mejor versión. Este duelo en Indianapolis puede suponer el punto de inflexión para una gran recta final de Dalton. Por su parte, se prevé que Dawson Knox también asuma muchos más targets, en justa connivencia con el sueldo que cobra. Khalil Shakir deberá seguir siendo la principal referencia del ataque aéreo, ese jugador que nunca falla. Es alucinante lo que está creciendo Khalil. Mack Hollins fue uno de los jugadores más destacados ante Dolphins, y frente a Colts volverá a tener una oportunidad. Es justo reconocer que, a trabajo, entrega y sacrificio, pocos jugadores le superan. No obstante, lo primero que tiene mejorar nuestro ataque está íntimamente relacionado con la línea ofensiva, Es perentorio que nuestros linieros estén más concentrados y no cometan más penalizaciones absurdas. La unidad, en general, se está desempeñando bien, pero estas penalizaciones merman, en gran medida, la potencialidad de nuestro ataque. El front seven de Colts es muy peligroso, siendo muy agresivo a la hora del meter presión. Así que se prevé una titánica lucha de trincheras. Por el bien de Josh, necesitamos que nuestra línea ofensiva ofrezca su mejor versión. El juego terrestre está funcionando muy bien, aunque, en ocasiones, es demasiado previsible. Apenas se paga, en Las Vegas, que el primer desempeño, en cada drive, sea un acarreo por el centro de James Cook. Por tanto, Joe Brady ha de conseguir sacar el máximo rendimiento del propio Cook y de ese genio llamado Ray Davis, que ya ha demostrado que puede ser un arma muy peligrosa, tanto por tierra como por aire. Además, Ty Johnson se está mostrando muy regular y siempre aporta cuando se le necesita. Josh, a pesar de lo que dictan las estadísticas y demás numeritos, está aún muy lejos de su mejor versión. Lógicamente, es algo completamente entendible, ya que lo importante del la temporada aún está por llegar. Sin duda, su mejora en la protección del ovoide es considerable, y ninguna de las dos últimas interceptaciones fue su culpa. Sin embargo, necesitamos una subida de nivel de Josh. Un… Continue reading El ojo del bisonte. Week 10: Buffalo Bills @ Indianapolis Colts.
El ojo del bisonte. Week 7: Tennessee Titans @ Buffalo Bills.
Introducción. Esta tarde, a las 19 horas (horario peninsular), asistiremos, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park (New York), a un interesante duelo entre Tennessee Titans y Buffalo Bills. El partido supondrá el debut del receptor Amari Cooper, tras su fichaje por Buffalo Bills, a cambio de una tercera ronda y un intercambio de sexta y séptima ronda entre Cleveland Browns y la franquicia del oeste del gran estado de Nueva York. El equipo afincado en Nashville llega a Orchard Park con un récord de 1-4 y tras ser derrotados a domicilio, en la pasada jornada, por Indianapolis Colts. El proyecto de Brian Callahan se tambalea, a las primeras de cambio, ya que, a pesar de un grandísimo desempeño defensivo, su ofensiva no carbura. En este encuentro y ante el mal estado físico del quarterback titular Will Levis, Callahan ha decidido otorgar la titularidad a Mason Rudolph, anhelando un punto de inflexión que suponga el triunfo en este encuentro y un cambio en la inercia negativa de la temporada. Por su parte, las huestes aleccionadas por el cuestionado Sean McDermott, tras su triunfo en un Monday Night Football que no pasará a la historia frente a New York Jets, desean obtener la quinta victoria del año y poner tierra de por medio, en una división que lideran y que, teniendo en cuenta los duelos de Jets ante Steelers y de Dolphins frente a Colts, pueden dejar cerrada, si se dieran los resultados esperados. Existen muchas dudas a ambos lados del ovoide, especialmente en la parcela ofensiva, ya que este ataque no llega a carburar. La llegada de Amari Coopper, que será el indiscutible wide receiver 1, puede alinear todas las piezas y hacer que la ofensiva de Brady, por fin, se vea más regular y productiva. No obstante, la inestabilidad generada ante la mala gestión de los partidos del staff, encabezado por Sean McDermott, deja una zozobra patente entre la fanaticada Bills Mafia. Análisis de la ofensiva. Esta ofensiva no funciona. Los brotes verdes que hicieron acto de aparición en los tres primeros partidos del año, no fueron más que un espejismo. Joe Brady no da con la tecla necesaria para la sostenibilidad del ataque, su playbook es muy predecible y no ha logrado, hasta el momento, involucrar a piezas determinantes, como Dalton Kincaid, Curtis Samuel o Keon Coleman. Mucho se ha hablado de la ausencia de un verdadero receptor uno en este roster. Brandon Beane ha cogido el toro por los cuernos, ha sabido negociar con Cleveland Browns y se ha traído a Amari Cooper, que es, sin duda, uno de los mejores receptores de esta liga, a pesar de lo que muestren sus estadísticas esta temporada. Brady ya no tiene excusas. En primer lugar, nuestro ataque pasa, inexorablemente, por las manos de Josh Allen. Tras unos partidos en los que se vio a un Allen templado, tranquilo y sabiendo lo que tenía que hacer, los tres últimos partidos (Ravens, Texans y Jets) nos sitúan ante una versión muy minimizada de nuestro quarterback estrella. Allen no está jugando bien, esto es una obviedad. Por tanto, necesitamos la versión del Allen más dominante. Quizá, la llegada de Amari Cooper insufle esa energía y esa motivación de la que, hasta el momento, Allen no ha dado muestras. Una contundente victoria ante unos Titans, que tienen una de las mejores defensas de la NFL, puede ejercer de ese punto de inflexión que haga despegar el ataque de Buffalo, en general, y a Josh Allen, en lo particular. Lógicamente, todo pasa por un crecimiento de nuestra línea ofensiva, que está cometiendo muchísimas penalizaciones absurdas. Spencer Brown, tras su renovación, ha sumado varias actuaciones pésimas, así que es vital que vuelva al buen camino. La mejora tanto en ayuda para la carrera como en protección de pase se antojan decisivas, en este partido ante Titans, que puede ser más trampa de lo que la gente cree. El juego terrestre está funcionando relativamente bien. El rookie Ray Davis realizó una exhibición, en el pasado encuentro ante Jets, demostrando que puede ser una alternativa más que importante a James Cook. El egresado de la Universidad de Kentucky, aparte de su energía y dinamismo en los acarreos, hizo gala de un gran manejo de manos. Es inaudito que Brady no lo haya descubierto antes. James Cook parece que volverá ante Titans, y su participación será muy relevante, ya que la de Titans es la mejor defensiva de la liga frente al pase. Ty Johnson también debería tener su oportunidad en jugadas de corto yardaje y acarreos por el exterior. El establecimiento del juego aéreo será muy complejo, ya que la secundaria de Tennessee está brillando a gran altura. Por tanto, habrá que volver a los cánones más ortodoxos del fútbol americano: pases rápidos, seguros, de corto yardaje y a acumular downs. En este sentido, la llegada de Amari Cooper y la vuelta, en perfecto estado físico, de Khalil Shakir ayudarán en gran medida. Además, Josh ha de involucrar tanto a Dalton Kincaid como a Keon Coleman, junto, lógicamente, con el uso de los corredores en screens o jugadas de engaño. Si logramos sostener drives largos, que acumulen yardas, iremos desesperando a una grandísima defensa, que ha mantenido a Titans en los partidos, a pesar de su inoperancia ofensiva. Sumar primeros downs, ir avanzando poco a poco, que Josh no sienta la presión y busque a sus válvulas de escape, y alguna carrera en scramble del propio Allen puede ser las claves frente a una defensa que ha arrancado el año en una gran forma. Análisis de la defensiva. Necesitamos un partido redondo de la defensa. Bobby Babich está demostrando que sabe realizar buenas lecturas de las propuestas que realizan los ataques rivales. No obstante, nuestra zaga inicia de forma muy pasiva los partidos, recibiendo muchos puntos y acumulando demasiadas yardas. Babich debe, por fin, establecer un buen planteamiento desde el inicio y conseguir que nuestra defensa brilla en los cuatro cuartos -y no… Continue reading El ojo del bisonte. Week 7: Tennessee Titans @ Buffalo Bills.
El ojo del bisonte. Week 6: Buffalo Bills @ New York Jets.
Introducción. Esta madrugada, a las 02:15 horas -horario peninsular-, en el MetLife Stadium de la localidad de East Rutherford (New Jersey), viviremos un más que particular partido divisional que medirá a New York Jets frente a Buffalo Bills. Ambos conjuntos arriban al choque en medio de una crisis de resultados, y un triunfo supondría el remedio más productivo para cortar de raíz esta inercia negativa. New York Jets llega a este duelo de la AFC Este sacudido por el repentino despido de Robert Saleh, y con la entronización -como técnico interino- de Jeff Ulbrich. Veremos si cambia mucho la versión de estos Jets, con la promoción del -hasta ahora- coordinador defensivo. Lo que está claro es que New York Jets necesita este triunfo para reengancharse a la lucha por la división, igualando, a tres victorias, a Buffalo Bills. Por su parte, Buffalo viaja a New Jersey, tras cosechar sendas derrotas ante Baltimore Ravens y Houston Texans, dejando una pésima imagen en el lado ofensivo del emparrillado. Contra Texans, se reavivaron viejos fantasmas, con inexplicables decisiones, por parte de Sean McDermott, a lo largo y, en especial, al final del partido. El ágil y dinámico ataque de Buffalo Bills, en los tres primeros partidos, se ha convertido en un oasis, en medio del desierto que ha supuesto la ofensiva ante Ravens y Texans. Joe Brady tiene mucho que mejorar y, sobre todo, ha de implicar a sus estiletes aéreos (Kincaid y Coleman). Pero no debemos obviar que Josh Allen no atraviesa su mejor momento de juego, dejando entrever la clásica visión del Allen desdibujado de ciertas fases de la temporada regular. A pesar de todo, Buffalo encara -más por fallos de los rivales que por bondades propias- este partido con la firme determinación de que si triunfa ante Jets -y la semana que viene frente a Titans-, tendrá, en su bolsillo, media AFC Este. Bien dice el acervo popular que “a entrenador nuevo, victoria segura”. Por el bien de nuestros amados Bills, esperamos y deseamos que, en esta ocasión, el saber del pueblo no establezca verdades como puños. Análisis de la ofensiva. ¿Cuál es la verdadera versión del ataque de Buffalo Bills? ¿La ofensiva dinámica, vertical y trepidante que Brady nos ofreció ante Cardinals, Dolphins y Jaguars? O bien, ¿se ha quedado sin playbook y está reciclando la lista de jugadas de su predecesor, convirtiéndose en una chabacana versión llamada “Ken Brady”? Es imposible que a Brady se le haya olvidado lo que ofreció sobre el emparrillado en los primeros encuentros. Si ante Ravens, Brady estiró el campo en horizontal. Ante Texans, Brady dimensionó la ofensiva desde un punto de vista vertical, recordando al más genuino estilo -incoherente- de Ken Dorsey. Si algo tiene que hacer Joe, es buscar un punto intermedio, involucrar a los mejores hombres por aire (Kincaid y Coleman) y sacar el máximo rédito de ese arma de destrucción masiva llamada Josh Allen. El hábitat natural de Josh Allen son los playoffs y, en ocasiones, para él, como definió mi querido amigo Andreas Bluhm, “la verdadera temporada es aquello que empieza tras los 17 partidos de liga regular”. Se ve a un Josh sin sangre, sin motivación, una vil caricatura del Josh más genuino. Al memos, esa es la sensación que nos deja tras las derrotas frente a Ravens y Texans. Este mal desempeño es un arma de doble filo, ya que las temporadas son muy cortas y, a veces, varios fallos, en forma de derrota, suponen la eliminación de playoffs. Josh, querido, no siempre vamos a ganar la AFC Este por el nombre. Necesitamos la mejor versión de Josh. En cierta medida, Joe Brady también es responsable, pero nadie puede ignorar que Josh no está jugando bien. Por tanto, hay que volver a los orígenes, asentar el juego terrestre, involucrar a los efectivos, no centrarse en la jugada larga, mover las cadenas, desquiciar a las defensas y, solo cuando todo eso se consiga, quemar secundarias. Siempre el punto más rápido y directo es la línea recta… y el football es muy sencillo: ganar 10 yardas en 4 intentos. Desde Estampida Bills, estamos seguros que Josh lo sabe. En este partido, Ulbrich va a lanzar todo para tratar de incomodar y generar mucha presión a Josh. El MetLife Stadium es testigo de algunas de las peores actuaciones de Allen. Y Ulbrich también lo sabe. Así que Josh ha de lanzar rápido el ovoide, buscar pases sencillos, involucrar a los corredores en el juego aéreo y leer la defensa de Jets, usando sus piernas cuando la ocasión lo requiera. La línea ofensiva tiene que mejorar su nivel, tanto en protección de pase como a la hora de abrir huecos para la carrera. Para el partido, es seria duda James Cook, así que Ray Davis y Ty Johnson han de estar preparados para asumir un incremento de su rol. Lo que está claro es que, tanto si juega Cook como no, los running backs tienen que participar en el juego aéreo, ayudar en los bloqueos y ser diversos a la hora de correr. ¡Brady, no siempre hay que correr por dentro! Nuestro mejor receptor -utilizado-, Khalil Shakir, también parte como cuestionable antes del inicio del partido y desconocemos si será de la partida. Lo único claro es que Mack Hollins no puede ser el receptor más buscado, obviando a jugadores tan talentosos como Kincaid o Coleman. Además, es preocupante el estado de forma de Curtis Samuel y su uso unidimensional. Lo de Knox es para llamar al presentador de “la nave del misterio”, puesto que cobra mucho, pero ni se le utiliza. Análisis de la defensiva. La ofensiva de Jets es una auténtica incógnita, puesto que Nathaniel Hackett ha quedado reducido al puesto de coordinador ofensivo, sin ser el responsable de cantar las jugadas. De facto, bien es conocido quién será el playcaller… Sí, querido lector, este no será otro que el propio Aaron Rodgers. El gran déficit del ataque de New York Jets es que no está corriendo… Continue reading El ojo del bisonte. Week 6: Buffalo Bills @ New York Jets.
El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.
Introducción. Esta madrugada, a las 2:20 horas en España, se enfrentarán, en el M&T Bank Stadium de Baltimore (Maryland), dos de los grandes contendientes al campeonato de la AFC. Baltimore Ravens y Buffalo Bills medirán sus fuerzas, en un encuentro que puede decidir muchas cosas de cara al futuro de ambas franquicias, en la temporada 2024. Los Ravens, tras sus dos primeras derrotas frente a Chiefs y Raiders, lograron sobreponerse a ese inquietante 2-0, imponiéndose, en un partido que se los complicó muchísimo, a Dallas Cowboys. Ahora, necesitan el triunfo ante unos Bills en plena racha, si no quieren que un rival directo les saque tres partidos y si no desean que se les empiece a complicar, incluso, la división (teniendo en cuenta el fulgurante inicio de Pittsburgh Steelers). Por su parte, Buffalo, tras dejar excelentes sensaciones -tanto ofensivas como defensivas-, en sus tres primeros encuentros del año, anhelan dar un puñetazo sobre la mesa de la NFL, ganar en el nido de los cuervos, poner tierra de por medio con Ravens e iniciar con buen pie su periplo de tres partidos a domicilio. Lamar contra Josh, McDermott frente a Harbaugh… Todo está presto y dispuesto para presenciar uno de los mejores partidos de la jornada, con mucho más, en juego, que una simple victoria. Análisis de la ofensiva. Si tu rival tiene, hasta el momento, la peor defensa por aire de la liga, una zaga nque está siendo destrozada en los tres niveles del emparrillado, está claro cuál debe ser el plan de juego, desde el punto de vista ofensivo… Muy sencillo, ¿no? Pero, quizá, en ocasiones, no siempre dos más dos suman siempre cuatro. Está claro que la defensa de Baltimore, tras la marcha de Mike McDonald, no está siendo la misma. Al menos, su defensa contra el pase, ya que, contra la carrera, la zaga cuerva sigue siendo un muro -casi- infranqueable. Todo nos hace indicar que Brady diseñará un esquema ofensivo, basado en la preponderancia del juego aéreo. Pero, queridos lectores, no todo es tan sencillo en la Bills Mafia. En principio, Zach Orr, coordinador defensivo de Baltimore, planteará un escenario, en el que se anule el juego terrestre de Buffalo, se embolse a Allen dentro del pocket, y este se vea obligado a lanzar, ante la presión que, claramente, crearán Madubuike, Jones, Van Noy, Oweh, Simpson o Smith. Esta es la teoría, pero la práctica nos dice que la clave del partido puede pasar por tres factores claves. En primer lugar, se necesita la mejor versión de nuestra línea ofensiva. Una unidad a la que Aaron Kromer le está sacando el mejor partido y que está mejorando encuentro tras encuentro. Efectivamente, el inicio a la victoria, en el M&T Bank Stadium, pasa porque el interior de la guardia pretoriana de Josh Allen (Edwards, Torrence y McGovern) sepan contener las embestidas de Madubuike y compañía, otorgando el tiempo necesario para que Josh telegrafíe la defensa de Ravens. Lógicamente, por el exterior, también se presupone la presión de Baltimore, pero considero que su mayor baza es el interior de su línea defensiva. En segundo lugar, otra de las claves será bombardear su zona intermedia, justo detrás de la espalda de los linebackers, donde más sufre esta zaga. Andy Reid y Antonio Pierce ya nos dieron la receta, así que la zona underneath debe ser, sin duda, el principal objetivo de Josh. Se infiere que va a ser un partido para que Dalton Kincaid, Dawson Knox, Khalil Shakir y Curtis Samuel generen una cantidad ingente de yardas. En tercer lugar, si el pocket colapsa y la defensa de Ravens se rompe, será el momento idóneo para que Josh pueda desequilibrar el partido con jugadas en scramble, en las que muestre su peligrosidad por tierra. Hace dos temporadas, las jugadas rotas, en las que Josh ganaba muchas yardas, fueron la causa principal de aquella remontada de Bills, en un encuentro que parecía totalmente finiquitado, en favor de Ravens. En un mundo perfecto, el camino a la victoria pasaría por asentar el juego terrestre, involucrando también a Cook, Davis y Johnson en las jugadas aéreas de corto yardaje. Si los acarreos funcionan, nuestro ataque va avanzando y quemando reloj, ante la hipotética desesperación de Baltimore, puede ser el momento propicio para que Josh busque en profundo a Keon Coleman o Marquez Valdez-Scantling. No obstante, lo más importante es que los pases largos sean solo un recurso y no la base principal de nuestra ofensiva. Ravens tratará de jugar a eso, a los potenciales fallos de Josh. Sin embargo, hasta el momento, estamos viendo al Allen más sereno y tranquilo de su carrera deportiva. Esta madrugada se enfrentará a una de las mejores defensas de la liga, así que esperemos que el Josh, símbolo de la templanza, siga siendo la versión dominante del natural de Firebaugh. Análisis de la defensiva. Steve Spagnuolo, ese genio defensivo tan poco reconocido, ha dado la clave, en sus dos últimos enfrentamientos, para anular el ataque de Baltimore Ravens. La teoría parece fácil, ¿será tan sencillo ponerla en práctica? Si hubiese un manual de instrucciones para aniquilar la ofensiva cuerva, las líneas de actuación serían muy plausibles: trata de minimizar los acarreos de Lamar Jackson, frena sus carreras por el exterior, mantenlo dentro del pocket y déjalo que gane el partido por aire, pues el error llegará. Teniendo en cuenta este plan, Bobby Babich diseñará las acometidas de una zaga que está rindiendo a un grandísimo nivel, haciendo gala de esa máxima tan manida de “defensa de hombres y no de nombres”. Taron Johnson y Terrel Bernard, dos de los baluartes de nuestra zaga, volverán a ser baja. Sin embargo, sus sustitutos, Cam Lewis y Baylon Spector, están rindiendo a un nivel colosal. Con la inestimable ayuda del versátil Ja’Marcus Ingram, que está creciendo en cada partido y que es ese defensive back capaz de funcionar como cornerback, ayudar a los safeties o, incluso, subir a la caja. Un tipo con el sello más genuino… Continue reading El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.
El ojo del bisonte. Week 3: Jacksonville Jaguars @ Buffalo Bills.
Introducción. Esta madrugada, a la 1:30 horas en España, se enfrentarán, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park, dos equipos, con trayectorias e inicios muy distintos, que, en los últimos años, están muy acostumbrados a verse las caras. Jacksonville se está convirtiendo en la auténtica bestia negra de Buffalo Bills, ya que ha salido triunfante en seis de los últimos nueve enfrentamientos. Doug Pederson, Trevor Lawrence y compañía viajan al oeste del gran estado de Nueva York heridos en su orgullo, tras haber caído en los primeros partidos de la temporada. El juego no ha sido tan malo en estos dos encuentros, sin embargo, la sensación de equipo sin personalidad es lo que más preocupa a la fanaticada jaguar. Por su parte, Buffalo Bills arriba a este encuentro con plena confianza, tras haber triunfado en los dos primeros partidos y haber dado un golpe sobre la mesa, tras la contundente victoria en el Hard Rock Stadium ante Miami Dolphins. El triunfo es muy necesario para ambos conjuntos, puesto que, tras la derrota de Houston Texans, Jaguars podría reengancharse a la lucha por la AFC Sur. Buffalo quiere llegar con 3-0, ya que le viene, en las próximas semanas, su particular cuesta de enero, puesto que tendrá que rendir visita, en tres semanas consecutivas, a Ravens, Texans y Jets. Análisis de la ofensiva. Joe Brady nos está enseñando que sabe preparar a la perfección los partidos… y lo que es más importante: sabe adaptarse a lo que la defensiva rival le propone sobre el emparrillado. Frente a Cardinals, supo recuperar a Josh Allen, tras un fumble absurdo, erigiéndolo en el indiscutible adalid ofensivo del encuentro. Sin embargo, ante Dolphins, fue Cook el agente más importante, quedándose Allen como un simple personaje verista, que, apenas, tuvo que rendir al máximo de sus posibilidades. Adaptación al medio, sin duda, es la mejor definición para la ofensiva de Brady en estos primeros compases de la temporada. A priori, se espera que la defensa de Jacksonville trate de generar mucha disruptividad en el pocket, intentando una presión contenida a Josh Allen, tratándolo de forzar a lanzar y buscando sus fallos en el pase. Por tanto, es un encuentro para que Josh sienta la ayuda de su guardia pretoriana. Efectivamente, necesitamos de la mejor versión de Dawkins, Torrence, Brown, Edwards y McGovern. La línea ofensiva está jugando bien, dejando atrás el dudoso inicio, en cuanto a penalizaciones sin sentido, del encuentro ante Cardinals. Si la OL ha de hacer su cometido ante las embestidas de Josh Hines-Allen, el primer nivel de pase ha de ser la válvula de escape de Josh. Sin duda, necesitamos, por fin, un gran partido de Dalton Kincaid. La mejor manera de sortear esa inminente presión de su linea defensiva será a través de certeros pases al propio Kincaid, Shakir, Knox o Samuel. Sin duda, este será el encuentro perfecto para probar jugadas de engaño, jet sweeps, así como un bombardeo en las zonas underneath, flat y slant. Por otro lado, el juego terrestre, con Cook a la cabeza, deberá seguir siendo protagonista. No obstante, espero que se involucre más a Ray Davis, con Ty Johnson en jugadas de corto yardaje. Además, sería una gran noticia que los corredores sean agentes importantes en el juego por aire. Si el ataque va asentándose, quemando reloj y desmoralizando a la defensa de Jaguars, será el momento idóneo para que Josh busque, en profundo, a Keon Coleman, Marquez Valdes-Scantling o Mack Hollins. Sería música para los oídos de la Bills Mafia que Keon, por fin, anote su primer touchdown en el circo profesional. Tras un grandísimo debut ante Arizona, estuvo totalmente desaparecido frente a Miami, a pesar de que jugó todos los snaps. No involucrar a Kincaid y Coleman es, hasta el momento, el gran debe de la ofensiva de Brady. Por último, todo pasa por Josh, por sus decisiones, por sus lecturas. Tiene que seguir la senda que ha iniciado de gran gestor de los partidos, sin presión, sin locuras. Con esta versión de Josh, menos hercúlea y protagonista -solo cuando se le ha necesitado-, el camino hacia los triunfos parece más expedito. Análisis de la defensiva. Bobby Babich ha confeccionado una defensa con sello propio, una defensiva más de hombres que de nombres. No es fácil conseguir que tu defensiva funciona cuando no puedes contar con tres de tus mejores hombres y líderes de la zaga. Milano cayó, posteriormente, hizo lo propio Taron Johnson; finalmente, Terrel Bernard, el hipotético Alpha de esta defensa, también está fuera. Babich ha sabido involucrar a todos sus efectivos. Y lo mejor de todo es que, hasta el momento, las bajas no se están notando, puesto que Dorian Williams, Cam Lewis y Baylon Spector están asumiendo perfectamente sus funciones. El plan de guerra para minimizar la ofensiva de Jacksonville pasa por ejercer mucha presión sobre Trevor Lawrence. Será la primera vez que el egresado de la Universidad de Clemson pise el emparrillado del Highmark Stadium. Por tanto, nuestra defensiva ha de hacerle ver lo difícil y duro que es jugar un snap en feudo de la Bills Mafia. Mucho se ha hablado de la poca comunicación existente entre Trevor y su staff técnico. Si sumamos los decibelios que habrá en Orchard Park, la desconexión, tanto con sus técnicos como con sus compañeros, puede ser la premisa dominante. El soldado Miller parece que se ha salvado… y lo ha hecho él mismo. Ante Miami, vimos al mejor Von de los últimos años. Necesitamos que esa versión no sea “beta”, sino que sea la original y genuina. Rousseau y Epenesa, por el exterior, y Jones y Oliver, por el interior, deberán hacer que Lawrence sienta pánico. Será muy importante frenar la carrera, que llegará de la mano de Etienne y Bigsby. Se presupone que Bigsby percutirá más por el interior, dejando las carreras por el exterior a Etienne. Habrá que tener especial cuidado con la faceta aérea de Travis, ya que podría hacernos muchas yardas, tras… Continue reading El ojo del bisonte. Week 3: Jacksonville Jaguars @ Buffalo Bills.
El ojo del bisonte. Week 1: Arizona Cardinals @ Buffalo Bills.
Introducción. Mañana domingo, a las 7 de la tarde -hora española-, asistiremos al debut de Buffalo Bills y Arizona Cardinals, en el Highmark Stadium de la localidad neoyorquina de Orchard Park. Decía el escritor Víctor Hugo, “el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles, el fracaso. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes, la oportunidad”. Y, sinceramente, una oportunidad es lo que buscan Cardinals y Bills. Los de Arizona anhelan ratificar un proyecto -el de Jonathan Gannon-, que ya, la pasada temporada, dejó muestras de seriedad y de brotes verdes. Mientras que Buffalo Bills desea aprovechar el olvido, el vilipendio y el menosprecio mediático, tras los movimientos de offseason, para poner los mimbres de un proyecto que pueda, esta temporada, aspirar a todo. Asistiremos al debut profesional del wide receiver Marvin Harrison Jr., un jugador destinado a marcar una época dentro de la NFL. Josh Allen volverá a verse las caras con Kyler Murray, tras aquel infausto partido en el desierto, que se decidió con ese funesto “hail mary”, atrapado por DeAndre Hopkins. El duelo supondrá el debut oficial de los dos nuevos coordinadores de Buffalo Bills: Joe Brady (que abandonará su rol de interino) y Bobb Babich. Dos coordinadores destinados a cambiar el sino de Buffalo Bills… o eso, al menos, suspira la #BillsMafia. Las apuestas dan como claro favorito a Buffalo, por 7 puntos. Pero la igualdad, en el emparrillado, se presupone más patente que lo que se marca en Las Vegas. Análisis de la ofensiva. Sin duda, el duelo puede estar marcado por la hipotética falta de mordiente del pass rush de la defensa de Arizona Cardinals. Ya la temporada pasada, la zaga cardinal tuvo muchos problemas para generar presión sobre el mariscal de campo rival. Este año han sufrido la lesión de su prospecto de primera ronda Darius Robinson. Por tanto, se presupone que Nick Rallis, defensive coordinator de Arizona, lanzará muchos paquetes de blitz, para tratar de incomodar a Josh Allen. En este sentido, habrá que prestar especial atención a jugadores como Budda Baker, Dennis Gardeck, Mack Wilson Sr. o Kyzir White. Toda la fanaticada de Bills tenemos muchas dudas acerca del funcionamiento de una línea ofensiva renovada, no tanto en nombres, sino, más bien, en roles. La decisión de elegir a Connor McGovern como center, en detrimento de Sedrick Van Pran, escuece enormemente. No obstante, considero que, más pronto que tarde, la coherencia se impondrá. McGovern volverá al guard, Van Pran asumirá el centro y Edwards esperará su oportunidad en la banda. Lógicamente, espero el nivel del pasado ejercicio por parte de Dion Dawkins, Spencer Brown y O’Cyrus Torrence. No obstante, hay que hablar de lo coyuntural y no centrarse en lo estructural. La guardia pretoriana de Josh ha de concederle el tiempo necesario para que pueda escanear una defensiva que, aunque no presione mucho, es muy peligrosa en la secundaria, pues acumula calidad y cantidad. Sería muy bueno que Josh fuera destrozando la zaga cardinal con pases certeros en el primer y segundo nivel, tratando de asolar su zona underneath y flat. Para ello, será fundamental el desempeño de Dalton Kincaid, Curtis Samuel, Khalil Shakir, Dawson Knox o, incluso, los running backs. Si el ataque aéreo se asiente y consigue avanzar, será el escenario más propicio para tratar de quemar a sus cornerbacks, con pases a Mack Hollins y Keon Coleman. Otro aspecto vital será el desempeño de Josh en scramble, aprovechando su velocidad y fuerza fuera del pocket, aspecto que puede romper completamente el partido. Por último, será necesario que se asiente el juego terrestre… de múltiples formas. Confío mucho, lógicamente, en James Cook, pero Ray Davis y Ty Johnson van a tener su rol, en este partido. Cuando hablo de que funcione el juego terrestre, me refiero a que tienen que estar involucrados en carreras por el interior, por el exterior y, sobre todo, en el juego aéreo. Tengo muchas ganas de ver cómo involucra Joe Brady a Ray Davis, por aire. Análisis de la defensiva. Ese Rey Midas -que transmuta en oro todo lo que toca-, llamado Bobby Babich, tendrá la oportunidad, que lleva años anhelando. Tenemos muchísimas ganas por ver cómo plantea el partido y, sobre todo, cómo realiza la contralectura que la ofensiva de Cardinals realizará sobre su planteamiento inicial. Somos sufridores de las no lecturas de McDermott, así que una brisa de aire fresco, en la defensiva y en las decisiones de esta zaga, suponen un auténtico clímax para la #BillsMafia. El planteamiento lógico y racional sería tratar de contener a Kyler Murray dentro del pocket, obligándolo a lanzar. No debemos olvidar que el egresado de la Universidad de Oklahoma tiene una capacidad innata para hacer mucho daño fuera del pocket, gracias a su velocidad y dinamismo. Si conseguimos maniatar al diminuto Murray, deberemos, posteriormente, desconectar a dos jugadores que, el año pasado, rindieron a un grandísimo nivel: James Conner y Tre McBride. Conner será la indiscutible punta de lanza de esta ofensiva, mientras que McBride será la válvula de escape de Murray, cuando sienta la presión que se presupone acometerán Greg Rousseau, AJ Epenesa y Von Miller. El interior de nuestra línea defensiva -Ed Oliver, Daquan Jones y DeWayne Carter-, junto con la pareja de linebackers, tendrá que minimizar los acarreos de Conner. Por su parte, Terrel Bernard más el otro linebacker -ya sea Dorian Williams o Nicholas Morrow- deberán ayudar a frenar el juego terrestre y a tratar de secar a McBride. Taron Johnson ha de ser nuevamente protagonista, tratando de ejercer de unión entre el front seven y la secundaria, ayudando en todos los niveles. Por último, no menospreciemos ni a Marvin Harrison Jr., que tendrá muchas ganas de demostrar su valía, ni a Greg Dortch ni a Micael Wilson, jugadores muy rápidos que pueden generar problemas en profundo. Tanto Rasul Douglas como Christian Benford han de amargar el debut de Harrison, haciéndole entender que una cosa es el College Football y otra muy distinta, el circo profesional. Sin duda, nuestra unidad… Continue reading El ojo del bisonte. Week 1: Arizona Cardinals @ Buffalo Bills.
Conociendo a Joe Brady.
Luego de una dura derrota contra Denver Broncos, en Orchard Park, y la consecuente -y hasta sorpresiva (entre muchas comillas)- salida de Ken Dorsey, Joe Brady fue nombrado nuevo offensive coordinator interino de Buffalo Bills. El ahora ex-entrenador de QBs, ya fomaba parte del staff técnico, desde 2022, cuando el mismo Dorsey dejaba el puesto, al ser promovido como OC. Vamos a repasar un poco su historia: Tras retirarse como jugador de William & Mary -donde jugó como wide receiver-, en 2012, Brady dedicó sus esfuerzos para perfeccionarse como entrenador. En 2013, volvió a su alma mater, William & Mary, como entrenador de linebackers. Allí, desempeñó su labor durante un año, hasta que la oportunidad de formar parte de una universidad Power Five tocó su puerta. Brady se incorporó, en 2014, a Penn State, como asistente graduado a las órdenes de James Franklin. La temporada 2015 de Penn State terminó con un récord de 7-6 y la temporada 2016, con un balance de 11-3. La figura de los Nittany Lions, en ese tiempo, era Saquon Barkley y su juego terrestre, algo que siempre ha caracterizado a Penn State. En 2017, le llegó una oportunidad, en el más alto nivel. New Orleans Saints, bajo las órdenes de Sean Payton y Pete Carmichael, lo nombraron asistente ofensivo, cumpliendo diferentes roles dentro del staff técnico, siempre relacionado con la ofensiva. Durante sus dos años de estancia en la franquicia, New Orleans Saints disputó playoffs. En su primer año con Nueva Orleans, en 2017, los Saints terminaron en el puesto #2, en estadísticas de la NFL en ofensiva total, siendo el único equipo de la liga que terminó el año clasificado entre los cinco primeros tanto en pases como en juego terrestre. Los Saints también fueron el #4 de la NFL en puntos anotados. En 2018, New Orleans se colocó entre los 10 mejores equipos de la NFL tanto en ofensiva total (#8) como en ofensiva terrestre (#6) y la organización terminó tercera en puntos anotados. En 2019, le llegó una oportunidad única: ser parte del staff técnico de LSU Tigers. Tomó el cargo de coordinador de juego de pase y receptores, a las órdenes del offensive coordinator Steve Ensminger. LSU contaba con jugadores del más alto nivel como Burrow -que esa temporada lograría 5671 yardas y 60 TDs-, Ja’Marr Chase -con 1780 yardas y 20 TDs- y Justin Jefferson -1540 yardas, 18 TDs-. Un tridente explosivo que llevó a los Tigers a una temporada perfecta (15-0) y al título nacional. Quedan para el recuerdo la victoria en Tuscaloosa, ante Alabama, o el inolvidable partido contra Georgia, en la final de la SEC. Rozando el cielo con LSU – billswire.usatoday.com Este desempeño con LSU puso a Brady en el radar de varias franquicias NFL y Carolina Panthers le dio una segunda oportunidad como OC, dentro del staff técnico de Matt Rhule, en el circo del fútbol americano, en 2020. Su paso por el equipo de Charlotte no fue ni de cerca el cuento de hadas que vivió en LSU. La ofensiva 2020 de los Panthers no estuvo a la altura de las expectativas. Tenía como QB titular a Teddy Bridgewater, que sumaría 3.733 yardas aéreas, 15 touchdowns y un porcentaje de pases completados del 69,1%. D.J. Moore y Robbie Chosen superaron las 1000 yardas de recepción. El récord de esa temporada sería 5-11. Sin duda, la temporada estuvo condicionada por la lesión de Christian McCaffrey, que venía de ser probowler, luego de correr para 1387 yardas, en 2019, y solo participar en 3 partidos, en 2020. La temporada 2021 no sería muy diferente, Christian McCafrey jugaría solo 7 partidos y entraría en la lista de injury reserve, en la jornada 8. Sam Darnold (2527 yardas aéreas) comenzaría la temporada como QB titular y alternaría partidos con Cam Newton (684 yardas aéreas), que regresaba a Charlotte, tras su paso por New England Patriots. Luego de una desdibujada actuación contra los Dolphins, Brady fue cesado por la gerencia de Panthers. Su descenso a los infiernos en Charlotte – espn.com El 4 de febrero de 2022, Brady comenzaría su andadura en Buffalo Bills, asumiendo el puesto dejado por Ken Dorsey, como entrenador de QBs. Acción que volvió a repetirse, tras el cese de Ken Dorsey como offensive coordinator, en la pasada Week 10. Quisiera cerrar un par de comentarios: Su primera experiencia como OC, en Carolina, dejó mucho que desear. Está claro que estuvo condicionada por las lesiones de McCaffrey, y por los problemas con los QBs, en 2021. En general, en Charlotte, no guardan los mejores recuerdos. Creo que, en este punto, los Bills tienen un mejor roster que el que dispuso en Carolina: un mejor QB y armas más potentes, tales como Diggs, Kincaid y Shakir, que, sin duda, pueden acoplarse mejor para lo que estimo es su estilo de juego. Los dos años que Brady estuvo con Allen (2022 y 2023 hasta su promoción) podrían decirse que fueron dos temporadas de involución en el juego de Allen. ¿Una coincidencia? ¿Se debe este retroceso a los planteamientos ofensivos de Dorsey? Será el propio Brady quien deberá contestarnos con hechos a estas preguntas. Joe y Josh – billswire.usatoday.com Andreas Bluhm – @BluhmAndreas @EstampidaBills 🦬💨
Previa Week 10: Denver Broncos Vs. Buffalo Bills.
Introducción. La madrugada del próximo martes, a las 2:15 horas, con las cámaras de la ABC norteamericana, Buffalo Bills y Denver Broncos disputarán un descafeinado Monday Night Football, que, en el caso de los del noroeste de Nueva York, puede ser decisivo de cara a sus aspiraciones de entrar en Playoffs. Al principio de temporada, se presuponía que este duelo podría enfrentar a dos de los equipos con más solidez dentro de la Conferencia Americana, pero la irregularidad de ambos conjuntos es, de momento, la nota dominante de su temporada. Las huestes aleccionadas por el temperamental Sean Payton arriban a Orchard Park con la firme determinación de pescar en río revuelto, tras su descanso la pasada jornada. Denver parece haber encontrado la brújula en la búsqueda de su camino esta campaña. Payton siempre ha basado el ataque de sus equipos en un sólido juego terrestre y en un quarterback que lance rápido el ovoide. Con Russell Wilson, esto último es imposible; no obstante, la tripleta terrestre (Javonte Williams, Jaleel McLaughin y Samaje Perine) de los de Mile High está funcionando a la perfección. Junto a una defensa que, por fin, parece carburar, a pesar de Vance Joseph. Denver llega, en el mejor estado de la temporada, después de batir a Kansas City Chiefs y lograr que Mahomes hiciera uno de los peores partidos de su carrera. Por su parte, Buffalo Bills cuajó su cuarta derrota de la campaña frente a Cincinnati Bengals. A pesar de lo que dicta el marcador final, la superioridad de los de Ohio fue manifiesta. Ni el ataque ni la defensa de Buffalo están funcionando y las primeras miradas se empiezan a anclar en la labor de Sean McDermott. La defensiva sigue sufriendo muchísimas bajas (Benford, Bernard y Hyde están entre algodones), mermando mucho su rendimiento. Por su parte, el ataque mezcla luces y sombras, siendo capaz de lo mejor y de lo peor. Josh Allen, a pesar de lo que dicen las estadísticas, está muy lejos de su potencial nivel de juego. Será un partido envenenado para Buffalo, puesto que una hipotética derrota sumiría a las mesnadas dirigidas por McDermott en una depresión de la que, difícilmente, podrían salir. La defensa de Broncos se lució ante Mahomes – denversports.com Ataque. Gonzalo Torrente Ballester escribió la novela “Los gozos y las sombras”, y nunca el título de una obra definió, con más exactitud, el desempeño de una ofensiva de fútbol americano. Si preguntas a cualquier aficionado de la sufrida #BillsMafia qué ataque se encontrará frente a Denver Broncos, el silencio dominará en su respuesta. Sinceramente, no sabemos qué ofrecerá Ken Dorsey en este partido. Lo racional te dice que si algo caracteriza a estos Denver Broncos es su problema para frenar el primer nivel de pase. Denver tiene una herida abierta a la hora de frenar la carrera, tanto interior como exterior. Por lo tanto, sus dos linebackers, Alex Singleton y Josey Jewell, han de ayudar constantemente a tratar de minimizar los ataques rivales terrestres. Y, precisamente, tanto Jewell como Singleton no son unos dechados de virtudes a la hora de ir en cobertura. Así que lo ideal sería que el partido se rompiera por ahí: con pases sistemáticos de Josh Allen a la espalda de los linebackers, buscando constantemente a Dalton Kincaid, Khalil Shakir y Stefon Diggs. Eso es lo que te dice la lógica, algo de lo que, a veces, carece nuestro staff. D.J. Jones es el ancla que vertebra su 3-4, pero es un jugador que carece de rotación y que puede jugar pocos snaps al 100%. Zach Allen y Jonathan Harris pueden ejercer presión por dentro y por fuera. Mientras que Jonathon Cooper y Nick Bonitto son rushers que pueden ayudar en la presión a Allen, pero que pueden ser bloqueados con facilidad, debido a su falta de físico. No obstante, para este encuentro, Baron Browning, un EDGE con medidas más clásicas, sí podría ser de la partida. Por tanto, si analizamos este front seven, se puede establecer la conclusión de que lo prioritario será establecer el juego de carrera. James Cook puede atacar el interior de su línea, generando yardas en cada snap. Además, esta defensiva, en principio, nos permitirá usar más carreras por el exterior, algo que parece que hemos olvidado en las últimas jornadas. Latavius Murray y Leonard Fournette, sin duda, tendrán su oportunidad. La otra tesis palpable es que el encuentro se puede romper con pases en el primer nivel, siendo los hipotéticos protagonistas Kincaid, Shakir y, quizá, Cook, en su faceta aérea. Precisamos que la línea ofensiva siga al nivel de los últimos encuentros, protegiendo a Allen y dándole el tiempo necesario para que lea la defensa y tome la mejor decisión. Incluso, la faceta terrestre de Josh puede ser un factor diferencial en este envite, teniendo en cuenta los graves problemas de esta defensiva para frenar la carrera. Josh tiene que ser paciente y no probar a una secundaria que, liderada por Patrick Surtain II y Justin Simmons, tiene una pasmosa facilidad para provocar turnovers. Si establecemos el juego terrestre y martirizamos la línea de flotación de Denver con pases en el primer y segundo nivel, su defensa irá cediendo y será el momento oportuno para que Josh busque a Davis en profundo. En este final de temporada, requerimos la mejor versión de un Gabe Davis, que parece perdido en el abismo. Mal haríamos en menospreciar una secundaria en la que, junto a los citados Simmons y Surtain, Ja’Quan McMillian y Damarri Mathis están ofreciendo un alto nivel. Josh anota el primer TD ante Bengals – billswire.usatoday.com Defensa. Como el ataque, la defensiva también vive en un universo dominado por las luces y las sombras. No obstante, en el caso de la zaga, las lesiones pueden justificar esta irregularidad. A las seguras -y decisivas- bajas de Tre White, Matt Milano y Daquan Jones, se unen las hipotéticas ausencias de Terrel Bernard, Micah Hyde y Christian Benford. Más madera… Pero los lamentos quedan para… Continue reading Previa Week 10: Denver Broncos Vs. Buffalo Bills.