Introducción. Esta madrugada, a las 2:20 horas en España, se enfrentarán, en el M&T Bank Stadium de Baltimore (Maryland), dos de los grandes contendientes al campeonato de la AFC. Baltimore Ravens y Buffalo Bills medirán sus fuerzas, en un encuentro que puede decidir muchas cosas de cara al futuro de ambas franquicias, en la temporada 2024. Los Ravens, tras sus dos primeras derrotas frente a Chiefs y Raiders, lograron sobreponerse a ese inquietante 2-0, imponiéndose, en un partido que se los complicó muchísimo, a Dallas Cowboys. Ahora, necesitan el triunfo ante unos Bills en plena racha, si no quieren que un rival directo les saque tres partidos y si no desean que se les empiece a complicar, incluso, la división (teniendo en cuenta el fulgurante inicio de Pittsburgh Steelers). Por su parte, Buffalo, tras dejar excelentes sensaciones -tanto ofensivas como defensivas-, en sus tres primeros encuentros del año, anhelan dar un puñetazo sobre la mesa de la NFL, ganar en el nido de los cuervos, poner tierra de por medio con Ravens e iniciar con buen pie su periplo de tres partidos a domicilio. Lamar contra Josh, McDermott frente a Harbaugh… Todo está presto y dispuesto para presenciar uno de los mejores partidos de la jornada, con mucho más, en juego, que una simple victoria. Análisis de la ofensiva. Si tu rival tiene, hasta el momento, la peor defensa por aire de la liga, una zaga nque está siendo destrozada en los tres niveles del emparrillado, está claro cuál debe ser el plan de juego, desde el punto de vista ofensivo… Muy sencillo, ¿no? Pero, quizá, en ocasiones, no siempre dos más dos suman siempre cuatro. Está claro que la defensa de Baltimore, tras la marcha de Mike McDonald, no está siendo la misma. Al menos, su defensa contra el pase, ya que, contra la carrera, la zaga cuerva sigue siendo un muro -casi- infranqueable. Todo nos hace indicar que Brady diseñará un esquema ofensivo, basado en la preponderancia del juego aéreo. Pero, queridos lectores, no todo es tan sencillo en la Bills Mafia. En principio, Zach Orr, coordinador defensivo de Baltimore, planteará un escenario, en el que se anule el juego terrestre de Buffalo, se embolse a Allen dentro del pocket, y este se vea obligado a lanzar, ante la presión que, claramente, crearán Madubuike, Jones, Van Noy, Oweh, Simpson o Smith. Esta es la teoría, pero la práctica nos dice que la clave del partido puede pasar por tres factores claves. En primer lugar, se necesita la mejor versión de nuestra línea ofensiva. Una unidad a la que Aaron Kromer le está sacando el mejor partido y que está mejorando encuentro tras encuentro. Efectivamente, el inicio a la victoria, en el M&T Bank Stadium, pasa porque el interior de la guardia pretoriana de Josh Allen (Edwards, Torrence y McGovern) sepan contener las embestidas de Madubuike y compañía, otorgando el tiempo necesario para que Josh telegrafíe la defensa de Ravens. Lógicamente, por el exterior, también se presupone la presión de Baltimore, pero considero que su mayor baza es el interior de su línea defensiva. En segundo lugar, otra de las claves será bombardear su zona intermedia, justo detrás de la espalda de los linebackers, donde más sufre esta zaga. Andy Reid y Antonio Pierce ya nos dieron la receta, así que la zona underneath debe ser, sin duda, el principal objetivo de Josh. Se infiere que va a ser un partido para que Dalton Kincaid, Dawson Knox, Khalil Shakir y Curtis Samuel generen una cantidad ingente de yardas. En tercer lugar, si el pocket colapsa y la defensa de Ravens se rompe, será el momento idóneo para que Josh pueda desequilibrar el partido con jugadas en scramble, en las que muestre su peligrosidad por tierra. Hace dos temporadas, las jugadas rotas, en las que Josh ganaba muchas yardas, fueron la causa principal de aquella remontada de Bills, en un encuentro que parecía totalmente finiquitado, en favor de Ravens. En un mundo perfecto, el camino a la victoria pasaría por asentar el juego terrestre, involucrando también a Cook, Davis y Johnson en las jugadas aéreas de corto yardaje. Si los acarreos funcionan, nuestro ataque va avanzando y quemando reloj, ante la hipotética desesperación de Baltimore, puede ser el momento propicio para que Josh busque en profundo a Keon Coleman o Marquez Valdez-Scantling. No obstante, lo más importante es que los pases largos sean solo un recurso y no la base principal de nuestra ofensiva. Ravens tratará de jugar a eso, a los potenciales fallos de Josh. Sin embargo, hasta el momento, estamos viendo al Allen más sereno y tranquilo de su carrera deportiva. Esta madrugada se enfrentará a una de las mejores defensas de la liga, así que esperemos que el Josh, símbolo de la templanza, siga siendo la versión dominante del natural de Firebaugh. Análisis de la defensiva. Steve Spagnuolo, ese genio defensivo tan poco reconocido, ha dado la clave, en sus dos últimos enfrentamientos, para anular el ataque de Baltimore Ravens. La teoría parece fácil, ¿será tan sencillo ponerla en práctica? Si hubiese un manual de instrucciones para aniquilar la ofensiva cuerva, las líneas de actuación serían muy plausibles: trata de minimizar los acarreos de Lamar Jackson, frena sus carreras por el exterior, mantenlo dentro del pocket y déjalo que gane el partido por aire, pues el error llegará. Teniendo en cuenta este plan, Bobby Babich diseñará las acometidas de una zaga que está rindiendo a un grandísimo nivel, haciendo gala de esa máxima tan manida de “defensa de hombres y no de nombres”. Taron Johnson y Terrel Bernard, dos de los baluartes de nuestra zaga, volverán a ser baja. Sin embargo, sus sustitutos, Cam Lewis y Baylon Spector, están rindiendo a un nivel colosal. Con la inestimable ayuda del versátil Ja’Marcus Ingram, que está creciendo en cada partido y que es ese defensive back capaz de funcionar como cornerback, ayudar a los safeties o, incluso, subir a la caja. Un tipo con el sello más genuino… Continue reading El ojo del bisonte. Week 4: Buffalo Bills @ Baltimore Ravens.
Autor: EduBillsMafia
El ojo del bisonte. Week 3: Jacksonville Jaguars @ Buffalo Bills.
Introducción. Esta madrugada, a la 1:30 horas en España, se enfrentarán, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park, dos equipos, con trayectorias e inicios muy distintos, que, en los últimos años, están muy acostumbrados a verse las caras. Jacksonville se está convirtiendo en la auténtica bestia negra de Buffalo Bills, ya que ha salido triunfante en seis de los últimos nueve enfrentamientos. Doug Pederson, Trevor Lawrence y compañía viajan al oeste del gran estado de Nueva York heridos en su orgullo, tras haber caído en los primeros partidos de la temporada. El juego no ha sido tan malo en estos dos encuentros, sin embargo, la sensación de equipo sin personalidad es lo que más preocupa a la fanaticada jaguar. Por su parte, Buffalo Bills arriba a este encuentro con plena confianza, tras haber triunfado en los dos primeros partidos y haber dado un golpe sobre la mesa, tras la contundente victoria en el Hard Rock Stadium ante Miami Dolphins. El triunfo es muy necesario para ambos conjuntos, puesto que, tras la derrota de Houston Texans, Jaguars podría reengancharse a la lucha por la AFC Sur. Buffalo quiere llegar con 3-0, ya que le viene, en las próximas semanas, su particular cuesta de enero, puesto que tendrá que rendir visita, en tres semanas consecutivas, a Ravens, Texans y Jets. Análisis de la ofensiva. Joe Brady nos está enseñando que sabe preparar a la perfección los partidos… y lo que es más importante: sabe adaptarse a lo que la defensiva rival le propone sobre el emparrillado. Frente a Cardinals, supo recuperar a Josh Allen, tras un fumble absurdo, erigiéndolo en el indiscutible adalid ofensivo del encuentro. Sin embargo, ante Dolphins, fue Cook el agente más importante, quedándose Allen como un simple personaje verista, que, apenas, tuvo que rendir al máximo de sus posibilidades. Adaptación al medio, sin duda, es la mejor definición para la ofensiva de Brady en estos primeros compases de la temporada. A priori, se espera que la defensa de Jacksonville trate de generar mucha disruptividad en el pocket, intentando una presión contenida a Josh Allen, tratándolo de forzar a lanzar y buscando sus fallos en el pase. Por tanto, es un encuentro para que Josh sienta la ayuda de su guardia pretoriana. Efectivamente, necesitamos de la mejor versión de Dawkins, Torrence, Brown, Edwards y McGovern. La línea ofensiva está jugando bien, dejando atrás el dudoso inicio, en cuanto a penalizaciones sin sentido, del encuentro ante Cardinals. Si la OL ha de hacer su cometido ante las embestidas de Josh Hines-Allen, el primer nivel de pase ha de ser la válvula de escape de Josh. Sin duda, necesitamos, por fin, un gran partido de Dalton Kincaid. La mejor manera de sortear esa inminente presión de su linea defensiva será a través de certeros pases al propio Kincaid, Shakir, Knox o Samuel. Sin duda, este será el encuentro perfecto para probar jugadas de engaño, jet sweeps, así como un bombardeo en las zonas underneath, flat y slant. Por otro lado, el juego terrestre, con Cook a la cabeza, deberá seguir siendo protagonista. No obstante, espero que se involucre más a Ray Davis, con Ty Johnson en jugadas de corto yardaje. Además, sería una gran noticia que los corredores sean agentes importantes en el juego por aire. Si el ataque va asentándose, quemando reloj y desmoralizando a la defensa de Jaguars, será el momento idóneo para que Josh busque, en profundo, a Keon Coleman, Marquez Valdes-Scantling o Mack Hollins. Sería música para los oídos de la Bills Mafia que Keon, por fin, anote su primer touchdown en el circo profesional. Tras un grandísimo debut ante Arizona, estuvo totalmente desaparecido frente a Miami, a pesar de que jugó todos los snaps. No involucrar a Kincaid y Coleman es, hasta el momento, el gran debe de la ofensiva de Brady. Por último, todo pasa por Josh, por sus decisiones, por sus lecturas. Tiene que seguir la senda que ha iniciado de gran gestor de los partidos, sin presión, sin locuras. Con esta versión de Josh, menos hercúlea y protagonista -solo cuando se le ha necesitado-, el camino hacia los triunfos parece más expedito. Análisis de la defensiva. Bobby Babich ha confeccionado una defensa con sello propio, una defensiva más de hombres que de nombres. No es fácil conseguir que tu defensiva funciona cuando no puedes contar con tres de tus mejores hombres y líderes de la zaga. Milano cayó, posteriormente, hizo lo propio Taron Johnson; finalmente, Terrel Bernard, el hipotético Alpha de esta defensa, también está fuera. Babich ha sabido involucrar a todos sus efectivos. Y lo mejor de todo es que, hasta el momento, las bajas no se están notando, puesto que Dorian Williams, Cam Lewis y Baylon Spector están asumiendo perfectamente sus funciones. El plan de guerra para minimizar la ofensiva de Jacksonville pasa por ejercer mucha presión sobre Trevor Lawrence. Será la primera vez que el egresado de la Universidad de Clemson pise el emparrillado del Highmark Stadium. Por tanto, nuestra defensiva ha de hacerle ver lo difícil y duro que es jugar un snap en feudo de la Bills Mafia. Mucho se ha hablado de la poca comunicación existente entre Trevor y su staff técnico. Si sumamos los decibelios que habrá en Orchard Park, la desconexión, tanto con sus técnicos como con sus compañeros, puede ser la premisa dominante. El soldado Miller parece que se ha salvado… y lo ha hecho él mismo. Ante Miami, vimos al mejor Von de los últimos años. Necesitamos que esa versión no sea “beta”, sino que sea la original y genuina. Rousseau y Epenesa, por el exterior, y Jones y Oliver, por el interior, deberán hacer que Lawrence sienta pánico. Será muy importante frenar la carrera, que llegará de la mano de Etienne y Bigsby. Se presupone que Bigsby percutirá más por el interior, dejando las carreras por el exterior a Etienne. Habrá que tener especial cuidado con la faceta aérea de Travis, ya que podría hacernos muchas yardas, tras… Continue reading El ojo del bisonte. Week 3: Jacksonville Jaguars @ Buffalo Bills.
El ojo del bisonte. Week 2: Buffalo Bills @ Miami Dolphins.
Introducción. Esta madrugada, a las 2:15 horas en España, seremos testigo de un apasionante duelo divisional, que medirá a dos enemigos acérrimos: Miami Dolphins y Buffalo Bills. Ambos equipos vienen de conseguir una sufrida victoria, en sendos partidos, en los que ambos sufrieron más de lo esperado. Lógicamente, tal y como han afirmado Sean McDermott y Mike McDaniel, existen muchas cosas que implementar, pero siempre se construye mejor desde un triunfo que desde una derrota. Las condiciones meteorológicas, a pesar de la hora (20:15, hora de Florida) y de la aparente elusión del calor de Miami Gardens, marcarán el encuentro, ya que se espera un 80% de humedad y lluvia intensa al inicio del arranque del encuentro, en el Hard Rock Stadium. Este duelo divisional, ante lo aparente que se espera sea la AFC Este, puede valer doble, ya que no solo se sumará una victoria ante un rival de la división, sino que, en lo moral, tendrá especial relevancia. Buffalo Bills cuenta por victorias 11 de los últimos 12 encuentros ante Miami Dolphins, siendo la auténtica bestia negra de Mike McDaniel, Tua Tagovailoa y compañía. No obstante, tanto el propio head coach como Zach Sieler, defensive tackle de los del sur de la Florida, han hablado de esa necesidad de poner fin a un ciclo de claro dominio de la franquicia sita en el noroeste del estado de New York y marcan este partido como punto de inflexión de un nuevo ciclo. Sea como fuere, sin duda, será un partido de alta tensión, del nervios, de espectáculo… Un encuentro en el que está mucho más en juego que la segunda victoria de ambas franquicias. Análisis de la ofensiva. Si algo funciona, para qué cambiarlo. Esta premisa tan básica será, sin duda alguna, el lema del que hará gala Joe Brady, coordinador ofensivo de Buffalo Bills, ante el primer gran duelo divisional de esta temporada. En efecto, la ofensiva de Buffalo Bills, bajo el sello de Joe Brady, se ha caracterizado por asegurar el control del ovoide, consumir mucho tiempo de posesión y dominar el marcador desde la implantación de la carrera y la seguridad de los pases en el primer nivel. Por tanto, este hipotético guion será el que marque el ataque de Buffalo Bills esta madrugada. Josh Allen se librará, por vez primera en mucho tiempo, de esa bestia negra defensiva, que siempre le ha amargado, en sus duelos ante los Dolphins: Christian Wilkins. Será capital que Josh gestione bien sus emociones ante los mil y un ardides que le tejerá Anthony Weaver, coordinador defensivo de Miami. Además, no olvidemos que Jordan Poyer está, ahora, en su secundaria y conoce bien a Josh. Josh ha de mover bien las cadenas, asegurar el ovoide, no rifar ningún lanzamiento y usar, cuando lo necesite, sus piernas fuera del pocket. No olvidemos que, en estos duelos, las yardas de Allen en scramble han dinamitado -siempre- la defensiva dolphin. Josh no ha de volverse loco y ha de tratar de ir avanzando yarda a yarda, con pases en el primer nivel, involucrando a Dalton Kincaid, Khalil Shakir, Curtis Samuel y Dawson Knox. La espalda de los linebackers y la zona flat serán, sin duda, zonas de abono seguro, en las que germinarán los pases del nacido en Firebaugh (California). Todo debe de ser iniciado con un sólido establecimiento de la carrera. Ya hemos visto lo bien que abrió huecos la línea ofensiva a James Cook, por el interior, Pero necesitamos que Brady mande más carreras por el exterior, con el propio Cook o Ty Johnson. Además, Ray Davis, tras su gran drive ante Cardinals, tendrá mucho que decir en este partido. Los tres corredores han de sumar también yardas por aire, sumándose como válvulas de escape de Josh, ante la más que esperada presión que la línea defensiva de Dolphins tratará de generar. Si la carrera queda establecida y el ataque va consumiendo tiempo y va avanzando y desesperando a la zaga de Miami, será el momento perfecto para que Josh trate de buscar en profundo a Keon Coleman y Mack Hollins. Coleman cuajó un auténtico partidazo ante Arizona. Sufrió los férreos marcajes de la defensa, se fajó con los cornerbacks y dejó una carta de presentación, en forma de recepciones, que ya ilusionan a la #BillsMafia, Tema capital será la utilización de Dalton Kincaid, que estuvo desaparecido en el encuentro debut de la temporada. Tanto McDermott como Brady hablaron de que el egresado de la Universidad de Utah estuvo muy marcado durante este partido. No obstante, si Buffalo quiere alcanzar grandes cotas esta temporada, estas pasan porque Dalton sea un hombre muy importante en la ofensiva. Por último, la línea ofensiva tiene que cometer menos penalizaciones y requerimos de un Torrence que se asemeje a la versión de la pasada temporada. Análisis de la defensiva. Si no puedes parar a un ataque explosivo y a unos receptores tan ágiles y dinámicos como Tyreek Hill y Jaylen EWaddle, al menos, trata de minimizar el daño que estos pueden ocasionarte, A veces, en el football, lo más racional es la base del éxito. Bobby Babich ha demostrado, a lo largo de su carrera, ser un entrenador muy racional y coherente. Para muestra el partido de la semana pasada, en la que tuvo que sobreponerse a la lesión de Taron Johnson, a los fallos de placaje y a un inicio penoso de la defensa. Supo ajustar y la defensa creció, enormemente, en la segunda mitad. Esta madrugada llega el más difícil todavía y veremos de qué pasta está hecha la defensiva creada por Babich. La ofensiva de Miami será una dura prueba, puesto que tiene todos los ingredientes para hacernos mucho daño. Lógicamente, el duelo se puede decidir por un “match up” muy desfavorable para nuestra defensiva. Mike McDaniel sabe sacar el máximo rendimiento a esa sinergia existente entre Tua Tagovailoa y sus dos peligrosos y rápidos estiletes, Jaylen Waddle y Tyreek Hill. La verticalidad y dinamismo de Waddle y Hill pueden hincarse,… Continue reading El ojo del bisonte. Week 2: Buffalo Bills @ Miami Dolphins.
El ojo del bisonte. Week 1: Arizona Cardinals @ Buffalo Bills.
Introducción. Mañana domingo, a las 7 de la tarde -hora española-, asistiremos al debut de Buffalo Bills y Arizona Cardinals, en el Highmark Stadium de la localidad neoyorquina de Orchard Park. Decía el escritor Víctor Hugo, “el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles, el fracaso. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes, la oportunidad”. Y, sinceramente, una oportunidad es lo que buscan Cardinals y Bills. Los de Arizona anhelan ratificar un proyecto -el de Jonathan Gannon-, que ya, la pasada temporada, dejó muestras de seriedad y de brotes verdes. Mientras que Buffalo Bills desea aprovechar el olvido, el vilipendio y el menosprecio mediático, tras los movimientos de offseason, para poner los mimbres de un proyecto que pueda, esta temporada, aspirar a todo. Asistiremos al debut profesional del wide receiver Marvin Harrison Jr., un jugador destinado a marcar una época dentro de la NFL. Josh Allen volverá a verse las caras con Kyler Murray, tras aquel infausto partido en el desierto, que se decidió con ese funesto “hail mary”, atrapado por DeAndre Hopkins. El duelo supondrá el debut oficial de los dos nuevos coordinadores de Buffalo Bills: Joe Brady (que abandonará su rol de interino) y Bobb Babich. Dos coordinadores destinados a cambiar el sino de Buffalo Bills… o eso, al menos, suspira la #BillsMafia. Las apuestas dan como claro favorito a Buffalo, por 7 puntos. Pero la igualdad, en el emparrillado, se presupone más patente que lo que se marca en Las Vegas. Análisis de la ofensiva. Sin duda, el duelo puede estar marcado por la hipotética falta de mordiente del pass rush de la defensa de Arizona Cardinals. Ya la temporada pasada, la zaga cardinal tuvo muchos problemas para generar presión sobre el mariscal de campo rival. Este año han sufrido la lesión de su prospecto de primera ronda Darius Robinson. Por tanto, se presupone que Nick Rallis, defensive coordinator de Arizona, lanzará muchos paquetes de blitz, para tratar de incomodar a Josh Allen. En este sentido, habrá que prestar especial atención a jugadores como Budda Baker, Dennis Gardeck, Mack Wilson Sr. o Kyzir White. Toda la fanaticada de Bills tenemos muchas dudas acerca del funcionamiento de una línea ofensiva renovada, no tanto en nombres, sino, más bien, en roles. La decisión de elegir a Connor McGovern como center, en detrimento de Sedrick Van Pran, escuece enormemente. No obstante, considero que, más pronto que tarde, la coherencia se impondrá. McGovern volverá al guard, Van Pran asumirá el centro y Edwards esperará su oportunidad en la banda. Lógicamente, espero el nivel del pasado ejercicio por parte de Dion Dawkins, Spencer Brown y O’Cyrus Torrence. No obstante, hay que hablar de lo coyuntural y no centrarse en lo estructural. La guardia pretoriana de Josh ha de concederle el tiempo necesario para que pueda escanear una defensiva que, aunque no presione mucho, es muy peligrosa en la secundaria, pues acumula calidad y cantidad. Sería muy bueno que Josh fuera destrozando la zaga cardinal con pases certeros en el primer y segundo nivel, tratando de asolar su zona underneath y flat. Para ello, será fundamental el desempeño de Dalton Kincaid, Curtis Samuel, Khalil Shakir, Dawson Knox o, incluso, los running backs. Si el ataque aéreo se asiente y consigue avanzar, será el escenario más propicio para tratar de quemar a sus cornerbacks, con pases a Mack Hollins y Keon Coleman. Otro aspecto vital será el desempeño de Josh en scramble, aprovechando su velocidad y fuerza fuera del pocket, aspecto que puede romper completamente el partido. Por último, será necesario que se asiente el juego terrestre… de múltiples formas. Confío mucho, lógicamente, en James Cook, pero Ray Davis y Ty Johnson van a tener su rol, en este partido. Cuando hablo de que funcione el juego terrestre, me refiero a que tienen que estar involucrados en carreras por el interior, por el exterior y, sobre todo, en el juego aéreo. Tengo muchas ganas de ver cómo involucra Joe Brady a Ray Davis, por aire. Análisis de la defensiva. Ese Rey Midas -que transmuta en oro todo lo que toca-, llamado Bobby Babich, tendrá la oportunidad, que lleva años anhelando. Tenemos muchísimas ganas por ver cómo plantea el partido y, sobre todo, cómo realiza la contralectura que la ofensiva de Cardinals realizará sobre su planteamiento inicial. Somos sufridores de las no lecturas de McDermott, así que una brisa de aire fresco, en la defensiva y en las decisiones de esta zaga, suponen un auténtico clímax para la #BillsMafia. El planteamiento lógico y racional sería tratar de contener a Kyler Murray dentro del pocket, obligándolo a lanzar. No debemos olvidar que el egresado de la Universidad de Oklahoma tiene una capacidad innata para hacer mucho daño fuera del pocket, gracias a su velocidad y dinamismo. Si conseguimos maniatar al diminuto Murray, deberemos, posteriormente, desconectar a dos jugadores que, el año pasado, rindieron a un grandísimo nivel: James Conner y Tre McBride. Conner será la indiscutible punta de lanza de esta ofensiva, mientras que McBride será la válvula de escape de Murray, cuando sienta la presión que se presupone acometerán Greg Rousseau, AJ Epenesa y Von Miller. El interior de nuestra línea defensiva -Ed Oliver, Daquan Jones y DeWayne Carter-, junto con la pareja de linebackers, tendrá que minimizar los acarreos de Conner. Por su parte, Terrel Bernard más el otro linebacker -ya sea Dorian Williams o Nicholas Morrow- deberán ayudar a frenar el juego terrestre y a tratar de secar a McBride. Taron Johnson ha de ser nuevamente protagonista, tratando de ejercer de unión entre el front seven y la secundaria, ayudando en todos los niveles. Por último, no menospreciemos ni a Marvin Harrison Jr., que tendrá muchas ganas de demostrar su valía, ni a Greg Dortch ni a Micael Wilson, jugadores muy rápidos que pueden generar problemas en profundo. Tanto Rasul Douglas como Christian Benford han de amargar el debut de Harrison, haciéndole entender que una cosa es el College Football y otra muy distinta, el circo profesional. Sin duda, nuestra unidad… Continue reading El ojo del bisonte. Week 1: Arizona Cardinals @ Buffalo Bills.
Dalton Kincaid, un torero para los Bills
El 10 de junio de 1992 comenzaba, en el Rasundastadion de Estocolmo, la Eurocopa de fútbol, que se disputaba en Suecia. A ese torneo llegaban 7 selecciones, que habían luchado en los céspedes de toda Europa por un puesto, más el equipo anfitrión. En un principio, la selección yugoslava había conseguido su pasaporte para el torneo, pero la execrable Guerra de los Balcanes hizo que el conjunto plavi fuera excluido de la competición. Dinamarca no había conseguido la clasificación, pero -tras la obligada salida del equipo balcánico- la UEFA le ofreció la participación en el torneo. Algunas de las estrellas danesas como Brian Laudrup, Peter Schmeichel, Henrik Larsen, o Flemming Povlsen estaban de vacaciones. El seleccionador danés, Richard Moller-Nielsen, convocaba de urgencia a sus jugadores a una reunión en Copenhague, donde les comunicaba que se iban a Suecia a disputar la Eurocopa. Absolutamente nadie daba crédito por las huestes vikingas como equipo favorito a llevarse la competición, más si cabe después del empate contra Inglaterra (0-0) y la derrota ante Suecia (1-0), en las dos primeras jornadas. Sin embargo, un gol de Lars Elstrup contra Francia, en la última jornada de la primera fase, otorgó a los daneses el pase para semifinales. En ese primer partido de la fase final del torneo, se veían las caras contra el vigente campeón, la demoledora Holanda, con jugadores de la talla de Marco Van Basten, Ruud Gullit o Frank Rijkaard. El conjunto de Moller-Nielsen conseguiría su pase a la final, tras una taquicárdica tanda de penaltis. La final se antojaba más complicada aún, pues los daneses se enfrentarían al rodillo alemán, el campeón mundial. El Ullevi Stadium de Goteborg era testigo de una de las mayores gestas del deporte mundial, gracias a una victoria majestuosa (2-0) de un equipo que jugaba sin presión, sin nada que perder y que había acudido al torneo de forma inesperada. _____________ Tengo que reconocer que mi vida siempre estuvo dominada por una máxima de ese genial todoterreno literario que es Paulo Coelho: “Cuando realmente quieres una cosa, todo el universo conspira para ayudarte a conseguirla”. Muchas veces pensamos que algo es lo que nos conviene y luchamos con esfuerzo, tesón y entrega por ello… o eso creemos. Es alucinante las lágrimas que se han vertido en el mundo por deseos concedidos. Y es que, como también dice Coelho, “debemos correr riesgos, pues solamente entenderemos el milagro de la vida cuando permitamos que ocurra lo inesperado”. Los deseos, a veces, se cumplen y nos decepcionan… Así que mejor lo inesperado. Ya que lo inesperado puede que forme parte de ese hilo rojo que rige nuestra vida… Hoy, en Crónicas Lombardi, tengo la suerte de hablar de una historia regida por lo inesperado, por las decisiones incomprensibles e, incluso, difíciles, pero donde la determinación, la obstinación, el esfuerzo, el sacrificio, el tesón y el trabajo se erigen en pilares fundamentales. Como la selección danesa, Dalton Kincaid -inesperadamente- se coló en una “fiesta” en la que, sobre el papel, nunca debería haber estado invitado. PRIMEROS PASOS: MUCHO BALONCESTO… POCO FOOTBALL. Dalton Mosser Kincaid nació el 18 de octubre de 1999, en Las Vegas (Nevada). Estudió en el Faith Lutheran High School en Summerlin (Nevada). Teniendo en cuenta sus cualidades físicas (1’93 metros y 112 kilogramos), decidió enrolarse en el equipo de baloncesto, donde consiguió el campeonato de la AAU (Amateur Athletic Union), en su temporada sénior. No obstante, el destino le tenía reservada una sorpresa… Sus amigos, considerando su portentoso físico, le aconsejaron que probara en football. Dalton era muy reacio a cambiar de deporte y hacía caso omiso a estas peticiones. No obstante, la insistencia fue tal que el propio Kincaid aceptó y probó, durante una única temporada, el deporte del ovoide. Esa campaña Dalton sorprendió a propios y extraños, alcanzando honores “all state” y totalizando la nada desdeñable cifra de 745 yardas de recepción y 9 touchdowns. Esta temporada hizo cambiar la perspectiva deportiva del propio Kincaid, decidiendo convertirse en un walk-on, aceptando la oferta que le ofrecía el equipo de football de San Diego Toreros. Hay que recordar que, en el deporte estadounidense y canadiense, un atleta walk-on es aquel deportista que no ha sido reclutado oficialmente por una institución ni ha recibido beca de ella. Normalmente, son jugadores abocados a un segundo o tercer plano dentro del equipo deportivo de la disciplina pertinente. No obstante, existen gratas sorpresas que rompen los esquemas, se hacen grandes en el depth chart y se erigen en auténticas figuras de estos equipos. Basta citar nombres de la talla de J.J. Watt (Wisconsin), Baker Mayfield (Texas Tech, Oklahoma), Hunter Renfrow (Clemson), Sean Bedford (Georgia Tech), Stephen Gostkowski (Memphis), Jared Abbrederis (Wisconsin), Jim Leonhard (Wisconsin), Jimmy Morrissey (Pitt) o, más recientemente, Stetson Bennett (Georgia) o el propio Dalton para darnos realmente cuenta de la importancia de los walk-on. Este aspecto vuelve a resaltar la tesis que vengo defendiendo desde el inicio de este artículo: lo inesperado, a veces, se convierte en algo sublime. UN TORERO EN SAN DIEGO Los equipos deportivos de la Universidad de San Diego reciben el nombre de “Toreros”. Es indudable que este apodo tiene una clara reminiscencia hispánica, teniendo en cuenta el área de influencia de la universidad y su proximidad con la frontera mexicana. El nickname de “Toreros” fue seleccionado por los estudiantes de la USD, ya que pone de manifiesto valores -totalmente acordes con la universidad-, tales como “el coraje, el honor y la fidelidad a unos colores, junto con la soledad en el ruedo y el desafío ante la empresa de enfrentarse a un toro”. La justificación del apodo quedaba completamente argumentada por parte de este comité de estudiantes. No obstante, hay que recordar que, con anterioridad al apodo de “Toreros”, los equipos atléticos de la USD recibían el nombre de “Pioneers”. Los Toreros participan en la PFL (Pioneer Football League), una conferencia que compite en la Football Championship Subdivision (FCS), la mal llamada “segunda división” de la NCAA. Allí, se verían los… Continue reading Dalton Kincaid, un torero para los Bills
Una nueva Zama: Draft Buffalo Bills 2024
El 19 de octubre del año 202 a.C. tuvo lugar la batalla de Zama, que significó el final de la segunda guerra púnica, y que enfrentaría a romanos y cartagineses. Esta batalla supuso el choque entre los dos grandes gerifaltes de ambos ejércitos: el general cartaginés Aníbal Barca, y el joven Publio Cornelio Escipión “El Africano”, líder de las legiones romanas. A pesar de que el ejército cartaginés estaba en clara superioridad y que Aníbal era un strategos militar mucho más experimentado, Escipión urdió una estrategia brillante, que, al principio, pocos entendieron, que confundió por completo a Aníbal y su numeroso ejército de elefantes, y que fue, sin duda, la responsable de una espectacular victoria. Por rencillas internas y miedo al poder omnímodo de Barca, el Senado de Cartago no brindó a Aníbal la caballería necesaria, que se quedó en Italia (Aníbal se desplazó desde allí, en barco, y se vio forzado a dejar gran parte de su contingente militar, especialmente, la caballería) y en la propia ciudad de Cartago. Conocedor de esta circunstancia, Escipión no la desaprovecharía. El ejército romano aguantó la envestida de los elefantes cartagineses, deslumbrando a las bestias, con cualquier objeto metálico, que reflejaba el sol del desierto. Además, Escipión se hizo acompañar de múltiples músicos, que tocaron, al unísono, sus instrumentos, desconcertando a los asustados paquidermos. Solventado este primer obstáculo militar, venía el gran ardid de Publio Cornelio Escipión. Las caballerías de Masinisa (líder númida y aliado de Escipión) y Lelio (lugarteniente y gran amigo del Africano) atacaron y provocaron la huida de la caballería númida de Tiqueo (aliado de Aníbal). Esta fue la gran estratagema de Escipión, ya que, tras hacer huir a las huestes de Tiqueo, la caballería liderada por Lelio y Masinisa regresó al campo de batalla, atacando por la retaguardia a los experimentados veteranos de Aníbal. Esta circunstancia destrozó el ejército cartaginés y significó el final de la batalla y de la segunda guerra púnica, convirtiéndose en una de las mejores estrategias en la historia militar. Del mismo modo que Publio Cornelio Escipión, la estrategia trazada por Brandon Beane, en el NFL Draft, ha sido objeto de numerosas burlas, siendo cuestionada y no entendida. Una gran mayoría de sesudos analistas y (pseudo) expertos se centran, en el aspecto coyuntural, de haber vendido su selección de primera ronda al archirrival de Buffalo Bills, Kansas City Chiefs, con la que los de Missouri seleccionaron al veloz receptor Xavier Worthy, olvidando cualquier aspecto estructural. Además, aluden a un desempeño, propio de equipo pequeño, al bajar varias veces y no ser mucho más agresivo, buscando jugadores, en teoría, más importantes. Obvian, sin duda, que este era el plan primigenio, que fue urdido, en las semanas previas, por el natural de Norwood (North Carolina). Un plan que salió a la perfección. La primera opción como receptor siempre fue Keon Coleman. El hecho de haber corrido las 40 yardas, en el NFL Combine, en 4.61, hizo bajar su stock, siendo calificado, injustamente, como wide receiver lento. Circunstancia aprovechada por Brandon Beane, al seleccionarlo con el pick 1 de segunda ronda. Gracias al “mal” trade con Kansas City Chiefs, Buffalo Bills ganaba casi 40 puestos, conseguía una tercera ronda y se iba de la segunda jornada del NFL Draft, con dos jugadores que eran una auténtica necesidad para la zaga y petición expresa de Bobby Babich: el safety Cole Bishop y el defensive tackle DeWayne Carter. En el tercer día, Beane conseguía dos nuevos jugadores de impacto inmediato (el running back Ray Davis y el center Sedrick Van Pran), añadiendo otros prospectos más que interesantes, como Javon Solomon, Edefuan Ulofoshio o Daequan Hardy. Solo el tiempo da y quita razones. El dios Chronos blandirá su guadaña determinando si la estrategia de Brandon Beane, en el NFL Draft, se parece a la urdida por Publio Cornelio Escipión en la mítica Zama, significando la selección de unos jugadores que contribuyan a seguir haciendo competitiva a la franquicia NFL sita en el oeste del gran estado de Nueva York. A continuación realizo el análisis de los jugadores seleccionados por Buffalo Bills, así como aquellos agentes libres no drafteados, que han conseguido una oportunidad con la #BillsMafia. Keon Coleman. (Round 2 Pick 33) 6’3” (192 cm) – 213 libras (96,6 kg) – 20 años – Junior – Florida State Seminoles – Wide Receiver. Positivo: Tras jugar con Michigan State, decidió pedir el transfer a Florida State, donde ha cuajado un año simplemente maravilloso, mostrando una conexión brutal con Jordan Travis. Es un auténtico atleta, con una capacidad de salto y cambios de dirección alucinantes. A pesar de su tamaño y de que se pudiera pensar que es un receptor de posesión, tiene una agilidad y explosividad dignas de destacar. Sus tres grandes virtudes son sus excelentes manos, sus instintos naturales a la hora de localizar el ovoide y su gran capacidad en balones disputados. Es un auténtico baluarte en zona roja. Puede recibir en corto y generar muchísimas yardas. Es bastante difícil de placar. Es muy bueno retornando punts. Negativo: Quizá, le falte un punto de velocidad en vertical y ha de mejorar su árbol de rutas, ya que tira mucho de improvisación. Cole Bishop. (Round 2 Pick 60) 6’2” (188 cm) – 206 libras (93,4 kg) – Junior – Utah Utes – Safety. Positivo: En Utah, jugó fundamentalmente como strong safety, situándose, en muchas ocasiones, en la caja, como un defensor extra. Tiene unos instintos muy naturales y una capacidad enorme para leer las jugadas del rival. Su mayor plus es como defensor contra la carrera. Sabe muy bien reaccionar e identificar este tipo de jugadas. Su técnica de placaje es sobresaliente. Su motor es alucinante y suple su falta de una condición atlética élite con unos instintos muy buenos, que le hacen estar siempre en el lugar correcto. Es un auténtico líder defensivo. Otra de sus grandes capacidades es ir muy bien al blitz. Negativo: Su velocidad y explosividad en vertical no es la mejor. Pierde mucho cuando está… Continue reading Una nueva Zama: Draft Buffalo Bills 2024
El ojo del bisonte. Ronda Divisional: Kansas City Chiefs @ Buffalo Bills.
Introducción. La madrugada del domingo al lunes, a las 00:30 horas, las cámaras de la cadena norteamericana CBS serán testigo del partido de los partidos, de la batalla de las batallas, una nueva épica edición de un duelo entre Josh Allen y Patrick Mahomes, entre Buffalo Bills y Kansas City Chiefs. Bills y Chiefs vuelven a citarse, dos años después, en Ronda Divisional, pero con un cambio de escenario, ahora, el marco de este alucinante envite será el Highmark Stadium de Orchard Park. Será la primera vez que Patrick Mahomes afronte un encuentro de playoffs sin el factor de localía a su favor, Super Bowls aparte. Este va a ser el tercer duelo entre Bills y Chiefs, en playoffs, desde que Mahomes y Allen lideran ambos ataques, con un pleno de victorias para la franquicia sita en el estado de Missouri. Kansas City Chiefs arriba a Orchard Park con la moral por las nubes, tras doblegar, con una superioridad insultante, a Miami Dolphins, en la ronda de Wild Card. Mucho se ha hablado de la controvertida temporada de Kansas City y de las dudas que ha generado partido tras partido. Sin embargo, en cuanto el telón de los playoffs se alzó, se vio la mejor versión de Andy Reid y Patrick Mahomes. Chiefs llega a este encuentro con 48 horas más de descanso, debido a que el partido de Bills contra Steelers tuvo que retrasarse por el temporal de viento y nieve, que sigue asolando el gran estado de Nueva York. Por su parte, para Buffalo Bills, para Allen, Diggs, McDermott y toda la Bills Mafia, este es el PARTIDO, nuestro encuentro soñado, el reto al que queríamos enfrentarnos desde aquellos fatídicos y cruentos 13 segundos. Sin duda, el indiscutible factor en el que Buffalo Bills es netamente superior -factor local aparte- es el motivacional. Nuestros jugadores llevan esperando, desde el 23 de enero 2021, que la Divina Providencia les diera una nueva oportunidad de medirse a Kansas City Chiefs en un partido de todo o nada. No obstante, el hambre, las ganas, el deseo de vencer a Chiefs, no debe de convertirse en una pesada carga y se ha de tener claro que el partido no se ganará en el primer drive, sino después de cuatro cuartos o un tiempo extra. Así que Josh debe jugar sin presión, con tranquilidad, demostrando que es uno de los mejores quarterbacks de la liga. Uno de los aspectos cruciales en este encuentro será el capítulo de las bajas. La victoria frente a Pittsburgh Steelers fue muy costosa para Buffalo Bills, ya que en ese partido se lesionaron Terrel Bernard, Christian Benford, Baylon Spector y Taron Johnson. Para este duelo ya han sido descartados Gabe Davis, Taylor Rapp, Benford y Spector. Todo parece indicar que Rasul Douglas, Tyrel Dodson, Taron Johnson y el propio Terrel Bernard jugarán ante Chiefs. Además, Sam Martin también es seria duda para este partido, llegando incluso Bills a reclutar a Matt Haack, por si Martin no estuviera disponible para este encuentro. Las apuestas dan ganador a Buffalo Bills por 3 puntos, en un duelo que se presupone será de un 50% de posibilidades para equipo. Cualquier nimio detalle puede desequilibrar la balanza de un duelo que será muy cerrado y que, a priori, se decidirá en los últimos segundos. Mahomes y Allen volverán a verse las caras… – us.as.com Análisis de la ofensiva. Joe Brady -que será entrevistado por Atlanta Falcons para su vacante como head coach– tiene ante sí el partido más importante del su carrera, puesto que se enfrentará, en playoffs y como coordinador ofensivo de Bills, a la mejor defensa de la liga, una zaga que ha allanado el camino a playoffs del actual campeón de la NFL. Tendrá enfrente a Steve Spagnuolo, uno de los mejores coordinadores defensivos de la liga cuando los partidos son a muerte, un preparador que sabe ajustar perfectamente siempre que la ocasión lo requiere. Brady demostrará la madrugada del domingo al lunes de qué pasta está hecho. En primer lugar, Buffalo Bills tiene que asentar su juego terrestre. Es fundamental que volvamos a ver una gran versión de James Cook, un Cook que promedió 5’8 yardas por acarreo, en el partido ante Chiefs de la Week 14. El juego terrestre ha de consolidarse de la manera más ortodoxa o más heterodoxa, todo cuenta. Por tanto, Cook, Latavius Murray y Ty Johnson han de tratar de percutir por el interior. Sin embargo, la clave del partido puede estar en tratar de hacer daño con carreras externas, donde la zaga de Chiefs presenta más dudas. En este sentido, Cook y Johnson pueden erigirse en grandes protagonistas. Cuando he hablado de correr de forma heterodoxa, me refiero a que los corredores generen yardas. Yardas que pueden llegar saliendo a recibir desde el backfield, ya sea con screens, jet sweeps o pases en la zona flat o underneath. Nuestra línea ofensiva tiene que mantener el gran nivel mostrado ante Steelers. Morse, McGovern, Torrence, Dawkins y Brown han de otorgar el tiempo necesario para que Josh trate de descifrar los enigmas que, a buen seguro, Spagnuolo le ofrecerá. La de Chiefs es una defensa que aguanta mucho, casi hasta 5 segundos antes de iniciarse el snap, para enseñar sus movimientos. Por tanto, Allen tiene que estar más seguro que nunca, no conceder nada y no regalar el ovoide tratando de asentar nuestro ataque, con drives seguros y sostenidos. ¿Cómo se consigue esto? Lógicamente, nuestra línea ofensiva ha de ayudar a generar huecos para nuestros running backs. Además, han de resguardar a Allen de las acometidas de Chris Jones, George Karlaftis y los blitzes que, sin duda, protagonizarán Nick Bolton y Trent McDuffie. Otra de las grandes claves del encuentro será que Buffalo ensanche y alargue el emparrillado, forzando a que su defensa juegue muy larga. Esto se puede conseguir multiplicando los potenciales targets de Josh en la zona flat y forzando a que sus safeties y cornerbacks se vean obligados a seguir a… Continue reading El ojo del bisonte. Ronda Divisional: Kansas City Chiefs @ Buffalo Bills.
El ojo del bisonte. Ronda de Wild Card: Pittsburgh Steelers @ Buffalo Bills.
Introducción. Esta noche, a las 22:30 horas -salvo que las condiciones climatológicas digan lo contrario- y retransmitido por las cámaras de CBS, viviremos un apasionante Pittsburgh Steelers Vs. Buffalo Bills de la Ronda de Wild Card. El partido estaba previsto que se disputara la tarde del domingo, pero las duras condiciones meteorológicas sufridas por el oeste del estado de Nueva York, desde el viernes, hicieron que la gobernadora estatal Kathy Hochul, en connivencia con el Comisionado de la NFL, Roger Goodell, decidieran posponer el partido para la noche del lunes, ya que no se podía asegurar el desplazamiento de jugadores, staff, aficionados y medios a Orchard Park. Incluso, el aeropuerto de Buffalo permaneció cerrado todo el sábado y el vuelo procedente de Pittsburgh no podía aterrizar. Por todo ello, se tomó la decisión más adecuada. Ambos equipos arriban a este duelo de Wild Card en plena racha de resultados. Los Steelers encadenan tres triunfos consecutivos (Bengals, Seahawks y Ravens) y, gracias a la derrota de Jacksonville Jaguars, aseguraron su pase a playoffs como seed 7 de la Conferencia Americana. Las huestes comandadas por Mike Tomlin -que encadena una temporada más con récord positivo- llegan al Highmark Stadium con los deberes hechos y con muy poco que perder, más si cabe tras la baja por lesión de su mejor hombre T.J. Watt. Por tanto, tratarán de vender muy cara su derrota y poner patas arriba unas apuestas y unas predicciones muy propicias para el equipo del oeste de Nueva York. Por su parte, Buffalo Bills se ha plantado en esta ronda, tras una racha de cinco victorias consecutivas (Chiefs, Cowboys, Chargers, Patriots y Dolphins), habiendo ganado la AFC East por cuarto año consecutivo, lo que les aseguró el seed 2 de la Conferencia Americana. Sean McDermott y sus mesnadas esperan y desean dar una alegría a la Bills Mafia, en un partido que, sin duda, vendrá marcado por las condiciones climatológicas de viento y nieve, lo cual puede equilibrar aún más el encuentro. Si Steelers consigue dar la sorpresa y salir vivo de Orchard Park, se enfrentará la semana que viene, en Ronda Divisional, a Baltimore Ravens. En el caso de un triunfo de Buffalo Bills, recibirán a Kansas City Chiefs, en uno de los duelos más atractivos de estos playoffs 2024. Las condiciones meteorólogicas han sido muy duras – wesa.fm Análisis de la ofensiva. La baja de T.J. Watt será clave en este envite, ya que la defensa de Steelers sufre un giro de 180 grados con la presencia o no del outside linebacker egresado de la Universidad de Wisconsin. Por tanto, Joe Brady tiene que plantear un partido en el que Josh Allen juegue seguro y no cometa errores. La zaga de Pittsburgh vive de los fallos y concesiones del ataque rival y esta ha de ser una máxima que la ofensiva de Bills ha de evitar. Por tanto, será necesario, desde primer momento, establecer el juego terrestre, a través de carreras por el interior y el exterior de James Cook, Ty Johnson y Leonard Fournette. Cook tiene que olvidar el clamoroso drop de la semana pasada ante Dolphins y erigirse, nuevamente, en ese jugador diferencial que puede marcar el signo del partido, no solo con sus acarreos, sino con sus recepciones saliendo del backfield. En un partido que se presupone será dominado por el viento, estas recepciones en el primer nivel pueden resultar decisivas. En este mismo sentido, es un encuentro para que el protagonismo de Dalton Kincaid, Dawson Knox y Khalil Shakir sea determinante, con recepciones en las zonas flat y underneath. Se presupone que Joey Porter Jr, el mejor cornerback de Steelers, se empareje constantemente con Stefon Diggs, así que será buen momento para que Josh compagine esos pases en el primer nivel con alguna bomba en el segundo o tercer nivel, para Sherfield, Shakir o Kincaid, que trate del buscar la debilidad de Levi Wallace. Hay que recordar que Gabriel Davis será baja para este encuentro. Además, Diggs, en algún momento, podrá quemar a Porter. Todo esto ha de pasar por un desempeño magnífico de nuestra línea ofensiva, que tiene que reencontrarse con su mejor versión, tras las malas actuaciones ante Patriots y Dolphins. Morse, Torrence, McGovern, Dawkins y Brown han de dar el tiempo necesario para que Josh escanee la defensa rival, sortee su presión y pueda buscar la mejor versión. Además, tienen que volver a imponerse en las trincheras para facilitar el establecimiento de nuestro juego terrestre y permitir la sostenibilidad de nuestros drives. Necesitamos a un Josh seguro, a un Josh en modo playoffs. Un Josh que minimice sus errores y trate del buscar siempre la mejor opción. Allen ha de volver a ser dominante, no solo desde el pocket, sino también fuera de él, tanto con carreras diseñadas como con acarreos en scramble. Una de las claves del encuentro será nuestra eficacia cada vez que lleguemos a zona de anotación, algo en lo que llevamos fallando mucho en la era Joe Brady. Si queremos ganar este decisivo duelo, cada viaje a red zone tiene que transmutarse en siete puntos en nuestro marcador. Si dejamos vivos a los Steelers, estos pueden matarnos. Por último, será un partido para que los Special Teams hagan bien los deberes, tanto con las patadas de Tyler Bass como con los retornos de Harty y del propio Shakir. Josh Allen tendrá una dura prueba ante la zaga acerera – arrowheadpride.com Análisis de la defensiva. Si algo sabemos del ataque de Steelers, haya nieve, viento o no, es que correrán como si no hubiese un mañana. La gran baza de Pittsburgh es, sin duda, su excelente juego terrestre, donde Najee Harris y Jaylen Warren se complementan a la perfección. Harris es un corredor más tradicional, más diésel, mientras que Warren aporta mucha más explosividad. No obstante, ambos tienen excelsas manos y serán la válvula de escape constante y continua para Mason Rudolph. Si Buffalo quiere ganar el partido, debe minimizar la carrera de Steelers. Para este partido,… Continue reading El ojo del bisonte. Ronda de Wild Card: Pittsburgh Steelers @ Buffalo Bills.
El ojo del bisonte. Week 18: Buffalo Bills @ Miami Dolphins.
Introducción. Esta madrugada, a las 2:20, en horario de máxima audiencia para territorio norteamericano y con las cámaras del Sunday Night Football de NBC como convidados de piedra, todos los ojos de la NFL mirarán hacia el Hard Rock Stadium de Miami Gardens, donde se librará la batalla total por el título divisional de la AFC East y por la consecución del seed #2 de la Conferencia Americana. Buffalo Bills y Miami Dolphins pugnarán por el cetro de la división, en un partido que, para los de Orchard Park, será cuestión -previsiblemente- de todo o nada. Tras las victorias de Pîttsburgh Steelers y Houston Texans de ayer, existen cuatro posibles escenarios para las huestes comandadas por el ínclito Sean McDermott: Si pierde Buffalo y gana Jacksonville, Bills estará eliminado. Si pierde Buffalo y pierde Jacksonville, Bills volverán a rendir visita a Miami en Wild Card. Si gana Buffalo y pierde Jacksonville, Bills asegura el seed #2 y recibirá a Pittsburgh. Si gana Buffalo y gana Jacksonville, Bills será sembrado #2 y recibirá la visita de Houston. Buffalo saltará al emparrillado del Hard Rock Stadium sabiendo qué tiene obligación de hacer, aunque, en este tipo de encuentros, en lo único que deben pensar Allen y compañía es en obtener un triunfo, pues esta hipotética victoria no solo supondría la clasificación para playoffs y asegurar el factor como local en la siguiente ronda, sino que significaría el cuarto título de la AFC East, de forma consecutiva, y hundir al máximo rival de la división, quitándole las mieles de una división que no ganan desde 2008 y resignándolos al seed #6 de la conferencia. Miami, junto a las bajas seguras de Xavien Howard y Bradley Chubb, parece que tampoco podrá disponer de efectivos tan importantes como Jaylen Waddle y Raheem Mostert. Los pupilos de Mike McDaniel vienen de recibir una soberana paliza ante Baltimore Ravens, en un encuentro en el que tenían opción por competir por el seed #1 de la AFC. Por tanto, tendrán ese deseo de satisfacer a su fanaticada, resarcirse deportivamente ante su máximo rival y obtener el título de la AFC East, por segunda vez en este siglo. Por su parte, Buffalo, tras un año muy convulso en lo deportivo y extradeportivo, tiene la opción de volver a triunfar en su división y asaltar el puesto 2 de la conferencia, aunque es un encuentro en el que una derrota podría suponer el adiós a la competición. Será el quinto partido de playoffs para Josh y compañía, tras las victorias sobre Chiefs, Cowboys, Chargers y Patriots. Tua ante el partido más importante de su carrera – bvmsports.com Análisis de la ofensiva. Dicen que los vaticinios y respuestas a las preguntas del futuro siempre residen en el pasado, pues todo es cíclico. Así que, sin duda, el planteamiento ofensivo de Buffalo Bills pasa por una revisión de lo que ya se hizo en nuestro triunfo sobre Dolphins de la Week 4, que, precisamente, es análogo al plan dispuesto por Ravens la pasada jornada. El gran déficit de la defensa de Fangio recae en la zona media, justo en la unidad de linebackers, muy mermada por las lesiones. Por tanto, Joe Brady deberá abrir mucho el campo, ensanchando la zona de pase y dándole especial importancia a la zona underneath y, especialmente, a la zona flat. Es un partido, sin duda, para que Dalton Kincaid, Khalil Shakir, Stefon Diggs y James Cook, en su faceta de receptor, se erijan en indiscutibles protagonistas. Bien es cierto que parece que Fangio puede recuperar a Jerome Baker, pero ni él ni David Long Jr. pudieron contener la ofensiva aérea de Bills hace unos meses, y el estado físico y el ritmo de competición del egresado de Ohio State no será el óptimo. La línea ofensiva tiene que dejar atrás el pésimo partido frente a Patriots, recuperar sensaciones y parecerse a esa excelsa unidad que lleva compitiendo jornada tras jornada, dándole tiempo a Allen para escanear a la defensiva rival. Josh tiene que asegurar el ovoide y no rifar la posesión, tratando de ir consolidando los drives, snap tras snap. Será un encuentro en el que Josh tiene que correr, bien en jugadas diseñadas o rompiendo a la zaga dolphin en scramble. Junto a ello, los drives han de ser sostenidos, ganando yarda a yarda, consumiendo reloj (para tener lejos del emparrillado a la ofensiva de Miami) y masacrando a su secundaria, con pases en el segundo y tercer nivel, cuando la ocasión lo requiera. Como ya he indicado anteriormente, es un encuentro para realzar el papel de Shakir y Kincaid, en esa zona intermedia, aprovechando la debilidad de Dolphins. Además, será necesario mejorar nuestra efectividad en zona roja. No hay que dejar vivos a unos Dolphins, que pueden ser muy peligrosos. Un equipo tan sistemático como el de McDaniel tiene muchas dificultades para recuperarse, cuando va dos posesiones atrás en el marcador. El juego terrestre se tiene que asentar desde el primer minuto, percutiendo por el interior y sorprendiendo a su defensiva en carreras por el exterior. James Cook volverá a ser nuestro caballo de batalla, por tierra… y aire. Pero no debemos olvidar a Ty Johnson, que puede convertirse en ese factor sorpresa que ponga patas arriba la defensiva de Vic Fangio. Por último, Josh tiene que estar tranquilo y no entrar en el juego de provocación que, a buen seguro, le ofrece su querido Christian Wilkins. El factor mental será importantísimo en esta batalla por la AFC East. Las carreras de Allen serán decisivas en esta batalla final – si.com Análisis de la defensiva. Desde el punto defensivo, la clave del partido será en hacer sentir pánico a Tua Tagovailoa, tal como ya ocurriera la pasada semana en Baltimore. Nuestro pass rush interior y exterior está funcionando muy bien y está sabiendo generar muchísima presión. Por tanto, el camino más recto a la victoria reside en que Tua sienta la presión constantemente. El lenguaje no verbal de Tagovailoa no fue… Continue reading El ojo del bisonte. Week 18: Buffalo Bills @ Miami Dolphins.
El ojo del bisonte. Week 17: New England Patriots @ Buffalo Bills.
Introducción. Esta tarde a las 19 horas, con las cámaras de CBS en directo, disfrutaremos de un trepidante y apasionante duelo divisional entre New England Patriots y Buffalo Bills. Será la segunda vez en la que ambas franquicias se enfrenten a lo largo de esta temporada regular. En el primer encuentro, Bill Belichick dio un recital de estrategia y sus huestes fueron claramente merecedoras del triunfo en el Gillette Stadium. En esta ocasión, el duelo se vivirá en Buffalo, donde se espera la posibilidad de nieve a la hora del encuentro, lo que supondría un épico marco para el partido. New England llega de ganar, a domicilio, a Denver Broncos, en un encuentro en el que los de Massachussets demostraron el peligro que tienen, si se les conceden segundas oportunidades. Quizá, nos encontremos ante la versión más peligrosa de estos Patriots, con mucho que ganar y muy poco que perder, con multitud de jugadores que quieren demostrar su valía sobre el emparrillado, para asegurar un contrato para el próximo curso. Además, el tinte de rivalidad divisional y de poder hacer peligrar el pase a Playoffs a un eterno rival puede incentivar a los de Belichick. Por su parte, Buffalo Bills se planta en su cuarta final consecutiva, con una nueva necesidad de obtener una victoria. La semana pasada el equipo lució cierta falta de intensidad al inicio del encuentro ante Chargers. No obstante, se realizaron los ajustes necesarios y se consiguió un sufridísimo triunfo. Ahora toca New England, en un duelo que, sin duda, será más reñido de lo que dictan los pronósticos. Si Buffalo gana -y se dan una serie de resultados- el equipo puede alcanzar, al fin, el sueño de obtener un pasaporte para postemporada. Además, un triunfo, acompañado de una derrota de Miami ante Ravens, puede significar una batalla final a muerte, en el sur de Florida y en la última jornada de temporada regular, por el título de división. Zeke cuajó un partido sensacional ante Denver – sports.yahoo.com Análisis de la ofensiva. Sin ningún tipo de dudas y teniendo en cuenta la peligrosidad de la defensa de Patriots, el triunfo esta tarde pasa por asegurar el ovoide, no conceder nada en forma de interceptaciones o fumbles y ser muy rentable en cada viaje a su zona de anotación. Será un partido para volver a ver esa versión que tanto nos gusta de Josh Allen y que asomó en el último drive ante Chargers. Josh debe leer bien la defensa contraria, no entrar en los múltiples engaños que, a buen seguro, le tenderá el bueno de Bill Belichick, sortear la presión constante, matar a su zaga a base de carreras en scramble y conseguir ir avanzando con pases en el primer y segundo nivel. Nuestra línea ofensiva está en uno de los mejores picos de forma de la temporada y, en este envite, sin duda, será vital. McGovern, Torrence y Morse, por el interior; Brown y Dawkins, por el exterior, han de conceder a Allen el tiempo necesario para pensar y otorgar a nuestros corredores el espacio pertinente para ir percutiendo su línea defensiva. Será un partido para que Stefon Diggs vuelva a reencontrar sensaciones. El primer nivel de pase será muy importante, así que se espera que Kincaid, Shakir y Cook -en su versión como receptor- adquieran un grandísimo protagonismo. Si algo tuvo de relevante el encuentro ante Chargers fue la reaparición -milagrosa- de Gabriel Davis. Espero y deseo que Davis entre ya en “modo Playoffs”, de forma definitiva. En el backfield, se espera que Ty Johnson vuelva, tras ser baja ante Chargers. Su reaparición, como complemento a James Cook, puede ser más determinante de lo que parece. Cook ha de volver a ser una de las vigías de nuestra ofensiva. Ante Chargers, Brady se olvidó -incomprensiblemente- de las carreras por el exterior. Aspecto que debe ser prioritario ante una zaga tan fuerte por el interior. Leonard Fournette disputó sus primeros snaps como jugador de Buffalo Bills y será interesante hacerlo sentir como parte de este ataque, de cara a unos hipotéticos Playoffs. Tanto Christian Barmore como Mack Wilson o Jahlani Tavai están a un grandísimo nivel. Además, su secundaria -a pesar de no tener nombres tan conocidos- es sinónimo de turnovers. Esta defensiva tiene mucho peligro. Se produjo la resurrección de Gabriel Davis – dazn.com Análisis de la defensiva. Personalmente, he atizado mucho a la defensiva de McDermott y, ante LA Chargers, tengo que reconocer que nuestra zaga me gustó mucho. La palabra resiliencia es sinónimo de esta defensa, que ha sabido sobreponerse a las bajas de nombres tan relevantes como Matt Milano, Tre White o DaQuan Jones. Taron Johnson -jugador al que también he criticado, en ciertas ocasiones- realizó un partido sensacional ante Chargers, multiplicándose sobre el emparrillado y siendo un seguro de vida para nuestra zaga, tras la lesión de Terrel Bernard. El otro jugador que fue capital ante los angelinos fue, sin duda, Ed Oliver, que ejerció de martillo por el interior de nuestra zaga. Zappe será el mariscal de campo que lleve las riendas de la ofensiva patriota, así que será muy importante meterle presión, desde el primer minuto. AJ Epenesa es duda para el encuentro, pero Leonard Floyd, Ed Oliver y Greg Rousseau son puntas de lanza, en un una unidad que está rindiendo a un nivel espectacular. Von Miller tiene que recuperar sensaciones y erigirse en un jugador determinante, a partir de ahora. Rhamondre Stevenson será baja para este partido, así que Zeke Elliott -junto a Kevin Harris- volverá a asumir el mando terrestre de la ofensiva. No obstante, mal haríamos en subestimar al bueno de Zeke, que se está readaptando a este ataque y erigiéndose en un target muy fiable, para Zappe, por aire. Se presupone que Bernard volverá a liderar nuestra defensiva. Teniendo en cuenta que su carrera no está funcionando, pero sí lo está haciendo el primer nivel de pase, Terrel tendrá la misión de minimizar esa válvula de escape de Zappe. Zeke, Demario… Continue reading El ojo del bisonte. Week 17: New England Patriots @ Buffalo Bills.