Introducción.
La noche del domingo, a las 22;25 horas (horario peninsular), asistiremos, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park, a un espectacular duelo que medirá a dos de los conjuntos más fuertes de la Conferencia Americana. Kansas City Chiefs y Buffalo Bills probarán sus fuerzas, con el seed 1 en juego.
Kansas City Chiefs arriba a Orchard Park con una inmaculada trayectoria de 9 triunfos y ninguna derrota. Mucho se ha hablado de que ni Chiefs ni Mahomes están desplegando su mejor juego, pero, hasta el momento, por unas u otras razones, han saldado todos sus partidos con sendas victorias. Andy Reid y Steve Spagnuolo han diseñado una perfecta maquinaria que sabe competir en cada momento. Chiefs anhela salir victorioso del Highmark Stadium, sumar el décimo triunfo del año y, por qué no, seguir aspirando a la temporada perfecta.
Por su parte, Buffalo Bills espera romper la victoriosa trayectoria de Kansas City Chiefs, sumando el noveno triunfo del año. Además, una victoria sobre el eterno rival (los Chiefs, sin duda, ya lo son) supondría un arrebato en la moral de cara a seguir aspirando a un hipotético seed 1. Además, con una victoria y llegando la semana de descanso, sería la mejor manera de afrontar un complicadísimo tramo de la temporada, en la que Buffalo se medirá a 49ers, Rams y Lions.
Damas y caballeros, dispónganse a disfrutar de un nuevo capítulo de esa titánica lucha entre Josh Allen y Patrick Mahomes, entre Andy Reid y Sean McDermott, entre el actual campeón y el eterno aspirante. Sin duda, este Bills Vs. Chiefs no dejará indiferente a nadie.
Análisis de la ofensiva.
La pregunta del millón, que toda la Bills Mafia trata de responder, es qué versión de la ofensiva de Joe Brady encontraremos. El ataque de Buffalo Bills es capaz de lo mejor… y también de lo peor. Tras, tramos ante Miami Dolphins en los que vimos un ataque explosivo, variado y mortífero, asistimos, en el Lucas Oil Stadium, a una de las peores versiones ofensivas de la temporada.
En esta jornada, rinde visita al High Mark Stadium, sin discusión, la mejor defensa de la liga. Por tanto, Joe Brady tendrá ante sí una prueba para determinar de qué es capaz esta ofensiva. Sin duda, un hipotético enfrentamiento en unos meses sobrevuela sobre el estadio, así que habrá que poner en cuarentena lo que divisemos sobre el emparrillado del Highmark Stadium.
La posible receta para afrontar el encuentro, desde el punto de vista del ataque, ya fue puesta de manifiesto por Brady en el partido divisional del pasado ejercicio. Alargar el tiempo de posesión, consumir el reloj, asentar el juego terrestre, asegurar los drives con certeros pases de corto yardaje, aprovechar la capacidad de Josh Allen fuera del pocket y buscar, cuando la ocasión lo determine, pases en profundo fueron la base de nuestra ofensiva, en aquel infausto encuentro.
En esta ocasión, la defensa de Chiefs sigue en un nivel de juego similar, ostentando la vitola de erigirse en una de las mejores zagas contra la carrera. Así que Brady tendrá que dar una vuelta a su planteamiento inicial. Quizá, una de las claves del encuentro sea correr… de la forma menos ortodoxa. Si la ortodoxia no te funciona en el juego terrestre, apuesta por la heterodoxia, a la hora de acumular yardas desde el backfield. Absolutamente nadie puede discutir que James Cook, Ray Davis y Ty Johnson tienen una capacidad espectacular para aunar yardas por aire. Por tanto, esta puede ser una de las opciones más plausibles para generar daño en la defensiva de Chiefs. Si Brady consigue establecer el juego terrestre, con jugadas por el interior, por el exterior y sumando yardas de los corredores por aire, nuestro ataque no solo se asentará e irá avanzando, sino que controlaremos el tiempo de reloj, haciendo descansar a nuestra defensiva y anulando, por tanto, a Mahomes y compañía. Debemos crecer desde aquí. Será fundamentalmente correr… aunque sea de forma poco canónica.
Es patente que Josh Allen no está jugando bien. Quizá, ante Colts, Josh cuajó su peor partido en mucho tiempo. No obstante, para Josh, la temporada es aquello que se inicia en Playoffs… y en cualquier duelo ante Kansas City Chiefs. Si alguien está motivado para este envite, sin duda, es Joshua Patrick Allen. Las ganas de Josh de reivindicarse y de sumar otra victoria moral ante su némesis, Patrick Mahomes, serán, sin duda, el alimento para el egresado de la Universidad de Wyoming. Josh ha de dar su mejor versión, conseguir engrasar la ofensiva, asegurar el ovoide, darle de comer a sus receptores en corto yardaje, aprovechar, en scramble, cualquier ventaja y, cuando la ocasión sea propicia, tratar de machacar su secundaria en profundo.
La línea ofensiva tiene ante sí una prueba durísima. Lo principal de la unidad entrenada por Aaron Kromer es conseguir ser mucho más ordenada y disciplinada, evitando penalizaciones absurdas. Varios miuras defensivos -de la talla de Chris Jones, George Karlaftis o Michael Danna- tratarán de crear zozobra y percutir sobre Josh Allen, así que será el momento certero para que el grupo formado por Dawkins, Torrence, Brown, McGovern y Edwards generen un punto de inflexión, de cara a encarar, de la mejor manera, el tramo más importante del año. Mención especial merecen los blitzes -más insospechados- que tratará de lanzar ese viejo zorro llamado Steve Spagnuolo. Necesitamos un partido redondo de Josh y de su guardia pretoriana.
Keon Coleman y Dalton Kincaid no serán de la partida. Asimismo, Amari Cooper está entre algodones, pero todo parece indicar que va a jugar. Khalil Shakir seguirá ejerciendo de faro vigía del cuerpo de receptores. A pesar de medirse a una de las mejores defensivas de la liga, la seguridad de sus manos y su capacidad de generar yardas tras la recepción nos ayudará a avanzar. Si las miradas se centran en Khalil, Amari Cooper, Curtis Samuel y Mack Hollins pueden ejercer de ese factor X, que bombardee la línea de flotación de los Chiefs, en los tres niveles del emparrillado. Además, Dawson Knox deberá dar un paso adelante y ejercer de puntal ofensivo, a la espalda de sus linebackers, zona en la que la zaga de Kansas City sufre mucho.
Análisis de la defensiva.
La defensa en este envite ante Chiefs debe empezar en la ofensiva. La mejor manera de parar a Patrick Mahomes, a Travis Kelce o a Kareem Hunt es tratar de que pisen el emparrillado del Highmark Stadium el menor tiempo posible.
Tras un partido pésimo ante Dolphins, en el que Babich se vio totalmente superado, Bobby trazó un plan perfecto, viéndose la mejor versión de la defensiva ante Indianapolis Colts.
Andy Reid tiene la capacidad de martirizar los eslabones más débiles de la cadena ofensiva de cada equipo. Y Reid sabe perfectamente que lo peor de la unidad defensiva de Bills recae en el interior de nuestra línea defensiva y, sobre todo, en Damar Hamlin. Por tanto, el plan de Reid será percutir por el interior, con los acarreos de Kareem Hunt, Samaje Perine, Clyde Edwards-Helaire y Carson Steel, complementándolo con rutas en las que Travis Kelce y DeAndre Hopkins busquen constantemente a Hamlin. Todos sabemos que este va a ser el plan ofensivo de Chiefs. Ahora bien, Bobby, salvo en el encuentro ante Dolphins, ha sabido muy bien ejercer una contralectura de la lectura establecida por cada coordinador ofensivo. Ardo en deseos de saber cómo Babich tratará de contrarrestar estos dos mismatch evidentes.
En nuestra línea defensiva, todo debe empezar por tratar de generar presión a Mahomes. Las grandes dudas de su línea vienen por el exterior, ya que el interior, con Thuney, Humphrey y Smith, es casi inexpugnable. Por tanto, Rousseau, Epenesa, Von Miller y Solomon han de aprovechar la ventaja patente sobre Morris y Taylor, para crear zozobra en Mahomes. Oliver, Jones, Jefferson, Johnson y Phillips han de centrarse en tratar de frenar la carrera, siendo la punta de lanza de nuestra defensiva, en este desempeño.
Será un partido para que Dorian Williams, Terrel Bernard, Taron Johnson y Cam Lewis den su mejor versión, tanto a la hora de minimizar los acarreos terrestres de Chiefs como para tratar de frenar esas rutas cruzadas, de corto yardaje, en las que Travis Kelce puede destrozarnos. Además, JuJu Smith-Schuster y DeAndre Hopkins pueden ejercer de válvulas de escape de Mahomes y asolar nuestra zona underneath. Así que nuestros linebackers y nuestros nickelbacks tienen por delante una dura misión. Deberemos encomendarnos a la solidez y brillantez de Taron Johnson y Terrel Bernard, que están en un nivel excelso, así como a la capacidad atlética de Dorian.
Los safeties sufrirán mucho, especialmente, Damar Hamlin, que, sin duda, será buscado constantemente. Taylor Rapp deberá multiplicarse y ser ayudado por Taron y Cam, en múltiples ocasiones. Por último, Christian Benford y Rasul Douglas no deben menospreciar la velocidad de Xavier Worthy ni la veteranía y calidad de DeAndre Hopkins. Tanto Benford como Douglas han de ayudar a la hora de parar la carrera y a frenar a Kelce. Será una dura papeleta y un arduo examen para nuestra secundaria.