El ojo del bisonte. Week 7: Tennessee Titans @ Buffalo Bills.

Introducción.

Esta tarde, a las 19 horas (horario peninsular), asistiremos, en el Highmark Stadium de la localidad de Orchard Park (New York), a un interesante duelo entre Tennessee Titans y Buffalo Bills. El partido supondrá el debut del receptor Amari Cooper, tras su fichaje por Buffalo Bills, a cambio de una tercera ronda y un intercambio de sexta y séptima ronda entre Cleveland Browns y la franquicia del oeste del gran estado de Nueva York. 

El equipo afincado en Nashville llega a Orchard Park con un récord de 1-4 y tras ser derrotados a domicilio, en la pasada jornada, por Indianapolis Colts. El proyecto de Brian Callahan se tambalea, a las primeras de cambio, ya que, a pesar de un grandísimo desempeño defensivo, su ofensiva no carbura. En este encuentro y ante el mal estado físico del quarterback titular Will Levis, Callahan ha decidido otorgar la titularidad a Mason Rudolph, anhelando un punto de inflexión que suponga el triunfo en este encuentro y un cambio en la inercia negativa de la temporada. 

Por su parte, las huestes aleccionadas por el cuestionado Sean McDermott, tras su triunfo en un Monday Night Football que no pasará a la historia frente a New York Jets, desean obtener la quinta victoria del año y poner tierra de por medio, en una división que lideran y que, teniendo en cuenta los duelos de Jets ante Steelers y de Dolphins frente a Colts, pueden dejar cerrada, si se dieran los resultados esperados. 

Existen muchas dudas a ambos lados del ovoide, especialmente en la parcela ofensiva, ya que este ataque no llega a carburar. La llegada de Amari Coopper, que será el indiscutible wide receiver 1, puede alinear todas las piezas y hacer que la ofensiva de Brady, por fin, se vea más regular y productiva. No obstante, la inestabilidad generada ante la mala gestión de los partidos del staff, encabezado por Sean McDermott, deja una zozobra patente entre la fanaticada Bills Mafia. 

Análisis de la ofensiva.

Esta ofensiva no funciona. Los brotes verdes que hicieron acto de aparición en los tres primeros partidos del año, no fueron más que un espejismo. Joe Brady no da con la tecla necesaria para la sostenibilidad del ataque, su playbook es muy predecible y no ha logrado, hasta el momento, involucrar a piezas determinantes, como Dalton Kincaid, Curtis Samuel o Keon Coleman. Mucho se ha hablado de la ausencia de un verdadero receptor uno en este roster. Brandon Beane ha cogido el toro por los cuernos, ha sabido negociar con Cleveland Browns y se ha traído a Amari Cooper, que es, sin duda, uno de los mejores receptores de esta liga, a pesar de lo que muestren sus estadísticas esta temporada. Brady ya no tiene excusas. 

En  primer lugar, nuestro ataque pasa, inexorablemente, por las manos de Josh Allen. Tras unos partidos en los que se vio a un Allen templado, tranquilo y sabiendo lo que tenía que hacer, los tres últimos partidos (Ravens, Texans y Jets) nos sitúan ante una versión muy minimizada de nuestro quarterback estrella. Allen no está jugando bien, esto es una obviedad. Por tanto, necesitamos la versión del Allen más dominante. Quizá, la llegada de Amari Cooper insufle esa energía y esa motivación de la que, hasta el momento, Allen no ha dado muestras. Una contundente victoria ante unos Titans, que tienen una de las mejores defensas de la NFL, puede ejercer de ese punto de inflexión que haga despegar el ataque de Buffalo, en general, y a Josh Allen, en lo particular. 

Lógicamente, todo pasa por un crecimiento de nuestra línea ofensiva, que está cometiendo muchísimas penalizaciones absurdas. Spencer Brown, tras su renovación, ha sumado varias actuaciones pésimas, así que es vital que vuelva al buen camino. La mejora tanto en ayuda para la carrera como en protección de pase se antojan decisivas, en este partido ante Titans, que puede ser más trampa de lo que la gente cree. 

El juego terrestre está funcionando relativamente bien. El rookie Ray Davis realizó una exhibición, en el pasado encuentro ante Jets, demostrando que puede ser una alternativa más que importante a James Cook. El egresado de la Universidad de Kentucky, aparte de su energía y dinamismo en los acarreos, hizo gala de un gran manejo de manos. Es inaudito que Brady no lo haya descubierto antes. James Cook parece que volverá ante Titans, y su participación será muy relevante, ya que la de Titans es la mejor defensiva de la liga frente al pase. Ty Johnson también debería tener su oportunidad en jugadas de corto yardaje y acarreos por el exterior. 

El establecimiento del juego aéreo será muy complejo, ya que la secundaria de Tennessee está brillando a gran altura. Por tanto, habrá que volver a los cánones más ortodoxos del fútbol americano: pases rápidos, seguros, de corto yardaje y a acumular downs. En este sentido, la llegada de Amari Cooper y  la vuelta, en perfecto estado físico, de Khalil Shakir ayudarán en gran medida. Además, Josh ha de involucrar tanto a Dalton Kincaid como a Keon Coleman, junto, lógicamente, con el uso de los corredores en screens o jugadas de engaño. 

Si logramos sostener drives largos, que acumulen yardas, iremos desesperando a una grandísima defensa, que ha mantenido a Titans en los partidos, a pesar de su inoperancia ofensiva. Sumar primeros downs, ir avanzando poco a poco, que Josh no sienta la presión y busque a sus válvulas de escape, y alguna carrera en scramble del propio Allen puede ser las claves frente a una defensa que ha arrancado el año en una gran forma. 

Análisis de la defensiva.

Necesitamos un partido redondo de la defensa. Bobby Babich está demostrando que sabe realizar buenas lecturas de las propuestas que realizan los ataques rivales. No obstante, nuestra zaga inicia de forma muy pasiva los partidos, recibiendo muchos puntos y acumulando demasiadas yardas. Babich debe, por fin, establecer un buen planteamiento desde el inicio y conseguir que nuestra defensa brilla en los cuatro cuartos -y no solo en los dos últimos-. 

La receta para minimizar la ofensiva de Titans parece muy clara: generar mucha presión sobre Mason Rudolph, anular su juego terrestre (donde pierden a Tyjae Spears) y dejar que el ex mariscal de campo de Steelers trate de ganar el partido por aire. Con estas premisas, los turnovers de Titans no debieran hacerse esperar. 

Tony Pollard asumirá el control de backfield de Titans, teniendo a Julius Chestnut como ayudante en momentos puntuales. Es un corredor que, en un comité, suele funcionar muy bien, pero se pierde cuando es el único arma terrestre. El camino a la victoria esta tarde pasa por minimizar los efectos de este juego terrestre. Daquan Jones vuelve por sus fueros, Oliver parece que retornará y DeWayne Carter está dejando muy buenas sensaciones. Si sumamos que ya contamos con Taron Johnson y Terrel Bernard, en perfecto estado físico, y que Dorian Williams está a un grandísimo nivel, la anulación de su juego terrestre, a pesar de lo mal que estamos en esta faceta, debiera ser un hecho.

Si su juego por tierra no funciona, será el momento para que Rousseau, Epenesa y Solomon, más nuestra línea defensiva interior, consigan generar mucha presión sobre Rudolph. Un Rudolph con miedo es un Rudolph mucho más predispuesto a lanzar interceptaciones. Esta debe ser la premisa fundamental del encuentro: generar zozobra en el bueno de Mason. 

No debemos subestimar su cuerpo aéreo, a pesar de quien les lanza -ya sea Rudolph o Levis-. Si hablamos de Tyler Boyd, de Calvin Ridley, de Chig Okonkwo o de DeAndre Hopkins, hablamos de una reputada pléyade de buenos jugadores. Por tanto, no resucitemos más a los muertos y hagamos un partido redondo. Rasul Douglas, Christian Benford, Taylor Rapp, Damar Hamlin, Ja’Marcus Ingram y Cole Bishop tienen mucho que decir en este sentido.