Previa Week 3: Buffalo Bills @ Washington Commanders

Introducción.

El FedEx Field de la localidad de North Englewood, sita en el estado de Maryland, será el escenario, este domingo a las 19 horas, de un duelo que medirá las fuerzas entre dos franquicias, las cuales llegan a este envite con aires renovados. Las huestes aleccionadas por el incombustible Ron Rivera se fusionaron con ese inefable junco, que puede ajarse, pero nunca romperse, llevándose una sufrida victoria de Mile High, en una batalla titánica y frenética, en la que llegaron a perder por 21-3. 

Por su parte, Buffalo Bills, tras un dudoso debut frente a New York Jets y dos primeros drives -ofensivo y defensivo- que presagiaban lo peor, supo transmutarse y dar un giro radical de 180 grados, realizando uno de los partidos más completos que pueda recordar la #BillsMafia, a ambos lados del ovoide. 

Las cámaras de la CBS darán testimonio de un -presunto- reñido duelo, que puede suponer el tercer -y sorprendente- triunfo de Washington, o la segunda victoria para unos Bills, que necesitan asentarse y reivindicarse ante una AFC East, que parece más igualada que nunca. 

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Ataque.

Josh Allen ejerció de auténtico game manager ante Las Vegas, abandonando sus usuales “súper poderes”, ajustándose al plan preestablecido, sabiendo leer cada movimiento de la defensa rival e involucrando a todas sus piezas de ataque. El resultado fue una ofensiva constante, machacona, versátil, que fue avanzando de manera continua y que desbordó por completo a la zaga de Raiders. Ni los más veteranos del lugar alcanzan a recordar un ataque total de Buffalo, con casi 40 minutos de posesión, o un espectacular drive de 9 minutos. Además, 28 primeros downs atestiguan el dominio completo de la ofensiva de Buffalo en este envite.

La pregunta que, ahora mismo, debe plantearse es si esta ofensiva se evidencia como algo coyuntural, al partido frente a Las Vegas, o este cambio de sistema se tornará en una transformación estructural del ataque de Bills. Ken Dorsey, tras las críticas del debut de la temporada, supo plantear un partido colosal, utilizando todas las armas ofensivas de las que disponía, pero, sin duda, su mejor acción fue la de convencer a Josh de que, así, también se puede ganar. Viniendo de uno de sus peores partidos y de un nulo control de sus emociones, Allen supo gestionar sus pasiones, haciendo gala de una templanza y una tranquilidad que le hizo parecer un quarterback veterano. Josh ya sacará el “potro” que lleva dentro… pero cuando la necesidad del partido lo requiera. De momento, la #BillsMafia está muy contenta con esta nueva versión de su ataque. 

Tal y como ha ocurrido en los duelos frente a Jets y Raiders, Buffalo se vuelve a medir a una de las mejores líneas defensivas de la liga. Luchar frente a Montez Sweat, Jonathan Allen, Daron Payne y un renacido Chase Young supone un duelo harto complejo. Por tanto, el primer eslabón de esa invisible cadena que pueda llevar a Bills a su segunda victoria debe ser fabricado por la línea ofensiva. El centro de la guardia pretoriana de Allen sigue a un grandísimo nivel, con Connor McGovern y O’Cyrus Torrence siendo auténticos protagonistas. Mitch Morse tuvo que abandonar el partido ante Las Vegas, pero se presupone que será de la partida. Spencer Brown y Dion Dawkins se reivindicaron ante Crosby y compañía, pero está claro que se aprovecharon de ese cambio radical en la ofensiva, con un Allen que soltaba el ovoide muy rápido y que sabía leer cada movimiento de la defensa rival. En principio, el planteamiento ante una línea, tan rocosa como la de Commanders, debería ser el mismo: usar los tres niveles, asentar la carrera, soltar rápido el ovoide y minimizar los errores. 

 El backfield cada vez luce mejor, aprovechando lo mejor de cada uno de sus componentes. James Cook, primer espada, deberá seguir maximizando sus carreras por el exterior y ser protagonista en el juego aéreo. Latavius Murray, en un estado físico pletórico, no solo debe ser importante por el interior. Mientras que Damien Harris -un poco menos involucrado en ataque- ha de seguir aportando en equipos especiales. 

Dalton Kincaid ya ha demostrado que puede erigirse en esa válvula de escape necesaria para Allen. Por más veces que lo digamos, son alucinantes la seguridad en sus manos y esa capacidad para generar yardas tras la recepción. Dalton apunta muy alto en esta liga. Dawson Knox, a pesar de la irrupción de Kincaid, debe ser ese seguro de vida al que siempre busque Allen. 

Por último, entre los wide receivers, la aportación de Stefon Diggs se presupone decisiva ante una presión constante a Allen. Diggs deberá ayudar en el primer y segundo nivel, siendo una marca fija  que permita la aparición de huecos, en una secundaria que debe sufrir ante las acometidas de los puntales de Buffalo (Gabe Davis, Deonte Harty, Khalil Shakir, Trent Sherfield). 

Josh deberá seguir con la dinámica ofensiva de Bills, gestionando cada drive, involucrando a sus compañeros y sabiendo que tiene cuatro oportunidades para avanzar 10 yardas. A veces, el camino del éxito en el fútbol americano reside en las lecciones más sencillas… y Josh parece que está enfocado en esta senda. 

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Defensa.

Sin duda, la gran beneficiada de la estelar actuación del ataque, en el pasado encuentro frente a Las Vegas, fue la defensiva. Cuando tus compañeros asientan sus reales sobre el emparrillado y consumen casi 40 minutos de posesión, tu trabajo es más sencillo, pues estás más descansado y las oportunidades para el ataque rival se reducen. 

No obstante, haríamos mal en menospreciar la actuación de la zaga en este último partido. Sean McDermott parece haber encontrado los mimbres adecuados para confeccionar un gran cesto. Una defensa caracterizada por su versatilidad, agresividad y mutabilidad constante. Una zaga que, por fin, sabe anticiparse a las acciones del oponente y maximiza sus movimientos sobre el emparrillado. 

En la línea defensiva, Leonard Floyd se está erigiendo en el indiscutible adalid, bien secundado, por el exterior, por unos magníficos Gregory Rousseau y A.J. Epenesa. El interior es el hábitat natural de Daquan Jones, que no solo ejerce presión constante, sino que es el principal responsable de la anulación del juego terrestre rival (Josh Jacobs acabó con yardas negativas). Ante la peligrosidad de Brian Robinson Jr., Daquan ha de hacerse aún más gigante. A Ed Oliver se le ve cada vez más involucrado.

En el middle, los agentes decisivos volverán a ser Matt Milano y Terrel Bernard. Se está viendo a una de las mejores versiones de Milano, pues, por fin, ejerce de Milano, olvidando pretéritas responsabilidades. Si Bernard se ocupa de lo suyo, Milano puede ser más agresivo, ir al blitz y funcionar como claro playmaker. Bernard ha crecido una bestialidad y no parece estar jugando sus primeros partidos como titular. Luce como un veterano, leyendo fantásticamente los ataques rivales, ejerciendo de líder que sabe cambiar y ajustar los movimientos de su defensa, y caracterizándose por una capacidad de movilidad brillante. 

La clave del front seven de Buffalo será tratar de minimizar la carrera de Commanders, y aprovecharse de la porosidad de su línea ofensiva, intentando llegar a un Sam Howell, que está soltando el balón muy pronto. Un Howell presionado será un Sam que puede beneficiarse menos de uno de los mejores cuerpos de receptores de la liga. Tener juntos a Terry McLaurin, Jahan Dotson, Curtis Samuel y Logan Thomas, más la capacidad aérea de Antonio Gibson y Brian Robinson Jr., supone la explicación de las fases tan buenas de juego que está experimentando Howell. Washington juega sencillo y sabe maximizar sus posibilidades ofensivas. Aquí está la clave del partido: Buffalo ha de cortocircuitar las múltiples opciones de Howell. 

Por último, la secundaria tendrá un partido muy complejo, pues ya sabemos la capacidad por aire de Commanders. Será necesario un salto físico en Poyer y Hyde, que han iniciado la liga de una manera más tranquila. Sin duda, cada snap ayudará a mejorar la versión de una de las mejores duplas de safeties de la NFL. Por su parte, Tre White y Christian Benford afrontarán uno de sus envites más arduos, pues la capacidad en profundo de estos Commanders es su gran baza. 

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@EduBillsMafia