Introducción. La próxima madrugada, a las 2:20 horas y con las cámaras de la NBC como testigo, viviremos un -descafeinado- Sunday Night, que medirá a dos equipos del estado de Nueva York. New York Football Giants rinde visita al noroeste del estado, donde se enfrentará a Buffalo Bills. El choque llega cargado con un claro toque de morbo, puesto que supondrá la vuelta al Highmark Stadium de viejos conocidos de la parroquia #BillsMafia. Retornan el General Manager Joe Schoen, el receptor Isaiah Hodgins, el quarterback Tyrod Taylor y, sobre todo, el head coach Brian Daboll. Hay que recordar que el entrenador canadiense dejó un gran impronta en el estilo de juego de Buffalo Bills y, sobre todo, su ayuda fue clara en la evolución de Josh Allen. Por tanto, el duelo tendrá ese punto que gusta a toda la fanaticada. New York Giants arriba a Orchard Park en medio de una crisis de juego y resultados. El equipo está padeciendo una plaga de lesionados que forzará a Daboll a presentar un equipo de circunstancias. A las bajas seguras de Daniel Jones, Andrew Thomas, Azeez Ojulari, Matt Peart y John Michael Schmitz, puede unirse la baja -muy sensible- del running back Saquon Barkley, lo que sería un contratiempo muy difícil de suplir. Giants ha sufrido cuatro derrotas, ante algunos de los equipos más en forma de la liga (49ers, Dolphins, Cowboys y Seahawks), solo contando con una victoria ante Cardinals, en una gran remontada. Teniendo en cuenta la alineación de circunstancias que se verá a presentar sobre el emparrillado del Highmark Stadium, las huestes aleccionadas por Brian Daboll tienen mucho que ganar y muy poco que perder frente a Buffalo Bills. Por su parte, Buffalo Bills llega a este Sunday Night, tras una semana marcada por el viaje a Londres y, sobre todo, por las duras bajas de Matt Milano y DaQuan Jones. Mucho se ha hablado durante los últimos días de la nula preparación y del patético planteamiento de Bills, en este envite en la capital londinense. No obstante, la derrota frente a Jaguars ya es historia, toca pasar página y tratar de volver a la senda de la victoria. Teniendo en cuenta lo competitiva que se presenta la AFC, con varios equipos con récord positivo, sumar el cuarto triunfo de la temporada se antoja decisivo. clutchpoints.com Ataque. Tres drives, tres punts. Un inicio tan deplorable explica lo que se vio sobre el césped del Spurs Stadium. Tras tres auténticas exhibiciones ofensivas (Raiders, Commanders y Dolphins), marcadas por un ataque versátil, sostenido y que machacaba -poco a poco- a las defensas contrarias, Mike Caldwell y la defensiva de sus Jaguars supo desconectar nuestro juego de carrera y, con ello, a toda la ofensiva, sin que Dorsey supiera ajustar sus piezas. Ya se vio que Ken Dorsey aprende de sus errores -al menos, esta temporada-. Tras el mal partido ante Jets, supo realizar un golpe de efecto, variar completamente el ataque y mostrar una de las mejores ofensivas de Bills en el último lustro. Nuevamente, tiene una oportunidad para redimirse, tratando de volver a engrasar esta maquinaria ofensiva que tan bien funcionó en las tres fechas pasadas. La excusa de la fatiga y el cansancio, tras el viaje transoceánico, ya no tiene caso y Buffalo Bills ha de realizar un partido solvente, en ataque. Josh necesita volver a ser el Josh relajado del partido ante Dolphins. Un Allen que sabe leer perfectamente a la defensa rival y que siempre toma la decisión más oportuna, sabiendo involucrar a todos sus agentes ofensivos. Para ello, se antoja decisivo volver a asentar el juego terrestre. Jaguars supo anular nuestra carrera y, partiendo de esta premisa, cortocircuitar todo nuestro ataque. Por tanto, la pauta primigenia ha de ser que James Cook -por el interior y con sus carrera externas-, Latavius Murray y Damien Harris vuelvan a ser relevantes. Asentando el juego de carrera, el dominio total del encuentro, por parte de Allen, estará más cercano. La defensiva de Don Martindale es muy peligrosa y seguro que trata de tender más de una trampa a Josh Allen. Sin duda, tratará de generar mucha presión, con agentes de la talla de A’Shawn Robinson, Leonard Williams, Kayvon Thibodeaux, así como Bobby Okereke, Isaiah Simmons o Xavier McKinney, yendo al blitz. Se necesitará, por tanto, un gran nivel de nuestros linieros ofensivos, para dar a Allen ese plus de tiempo a la hora de elegir cuál es la mejor opción. El primer nivel, tan olvidado en Londres, volverá a ser vital. En este sentido, habrá que intentar involucrar a Cook en el juego aéreo, junto con la utilización de Dawson Knox y Dalton Kincaid, que son duda para el encuentro. Además, Harty parece que empieza a aparecer en la ofensiva. Aunque, sin duda, el estado de forma de Diggs es la mejor noticia para nuestro ataque. Stefon parece haber arrancado de la mejor manera posible y su conexión con Allen vuelve a ser alucinante. Gabriel Davis también será importante, en la zona flat y en profundo. docsports.com Defensa. Las bajas de Matt Milano y DaQuan Jones, para toda la temporada, fueron, sin duda, la peor noticia del partido en Londres. De nada sirve lamentarse, puesto que Buffalo Bills, al contrario que otras temporadas, cuenta con el personal necesario para tratar de minimizar el alcance de estas bajas. Cuestión diferente es la problemática que existe en el perímetro, con la cuestión de los cornerbacks, tras la lesión de Tre White y el bajísimo estado de forma de Kaiir Elam. En primer lugar, será complejo hacer olvidar a DaQuan Jones, puesto que su labor es fundamental, tanto a la hora de ejercer presión por el interior (Ed Oliver se está aprovechando de ello) como de frenar la carrera rival. Por tanto, Tim Settle, Jordan Phillips y Poona Ford son los llamados a tratar de suplir a DaQuan. La vuelta de Von Miller ers una gran noticia, puesto que supondrá un plus para una unidad que está luciendo a… Continue reading Previa Week 6: New York Giants @ Buffalo Bills.
Autor: EduBillsMafia
Previa Week 5. Jacksonville Jaguars Vs. Buffalo Bills.
Introducción. Este domingo, a las 15:30 horas, Londres volverá a ser el marco para un nuevo duelo entre Jacksonville Jaguars y Buffalo Bills. La capital inglesa será testigo de un partido que batirá a dos de los conjuntos más en alza dentro de la Conferencia Americana. Trevor Lawrence y Josh Allen tratarán de conquistar tierras británicas, para poner una victoria más en el casillero de sus equipos. Jaguars, tras ya casi dos semanas en la Pérfida Albión, arriba a este encuentro tras sellar un triunfo frente a Atlanta Falcons, que se selló gracias a una gran exhibición defensiva. Las huestes aleccionadas por Doug Pederson quieren demostrar que la llegada a la Ronda Divisional del pasado ejercicio no fue una sorpresa, que el equipo es una realidad y que son claros dominadores de la AFC South. Medirán sus fuerzas frente a unos Buffalo Bills a los que le tienen bien tomada la medida, puesto que los Jaguars ya vencieron a los del noroeste de Nueva York tanto en los London Games de 2015, en aquel partido de Wild Card de 2018 -tan infausto para la Bills Mafia- y en el encuentro de la pasada temporada. La defensa liderada por Josh Allen cortocircuitó, el año pasado, el ataque del que el otro Josh Allen es responsable. Así que se prevé un gran duelo de Allens sobre el césped del Tottenham Hotspur Stadium. Por su parte, Buffalo consiguió una statement victory, dando un puñetazo en la mesa de la NFL, tras vapulear 20-48 a uno de los conjuntos más en forma de este inicio de temporada, Miami Dolphins. Allen volvió a liderar un ataque, que ha dado un giro de 180 grados, que ha cambiado, por completo, su dinámica y su idiosincrasia, involucrando a todas sus piezas, dándole importancia a la carrera y usando los tres niveles del emparrillado. Se está viendo a un Josh muy maduro, un Josh en modo game manager. La defensiva, liderada por el propio McDermott, también se ha tornado mucho más agresiva y versátil, consiguiendo dominar a un ataque tan eléctrico y peligroso como el de Dolphins. El espectáculo está servido, con dos de los quarterbacks que están llamados a dominar el futuro de la competición, aunque se prevé un encuentro que va a estar determinado por las defensas y que se intuye muy reñido. Segundo partido de los London Games, segunda oportunidad para disfrutar de la NFL en territorio europeo. billswire.usatoday.com Ataque. Ken Dorsey, tras las dudas generadas en su primera temporada al frente de la ofensiva de Buffalo Bills, ha aprendido la lección, ha adaptado su playbook y ha conseguido establecer -hasta el momento- uno de los ataques más sólidos de toda la competición, Es cierto que la ofensiva de Bills está pasando muy por debajo del radar, quizá, eclipsada por la brillantez y los fuegos artificiales de otros ataques como el de 49ers o Dolphins. Sin embargo, esta ofensiva parece haber establecido una velocidad de crucero, que le puede llevar a alcanzar grandes cotas esta temporada. El ataque de Bills ya no es monolineal y se centra en destrozar a sus rivales por aire, Dorsey ha consolidado una ofensiva que no mira el reloj y que va ajustándose tras cada snap. Josh Allen está leyendo a la perfección las defensas rivales y optando, siempre, por la mejor decisión. El natural de Firebaugh está sabiendo involucrar a todos sus efectivos, sabiendo utilizar la carrera y asestando los golpes definitivos -por aire- cuando la ocasión lo permite. El sistema defensivo que propone Mike Caldwell tiene muchas semejanzas con el que ya estableció la semana pasada Vic Fangio, sobre el emparrillado del Highmark Stadium. Esa defensa 3-4 tratará de ejercer muchísima presión sobre Josh Allen. En la parte más adelantada de ese front seven Gotsis, Fatukasi y Robertson-Harris vivirán un duelo encarnizado con Morse, Torrence -que está a un nivel estratosférico- y McGovern. No obstante, la clave del encuentro llegará por el exterior, donde se prevé que Walker y, sobre todo, Josh Allen sean una amenaza continua para nuestro Josh. Por tanto, Brown y Dawkins han de estar a un grandísimo nivel, para otorgar a Allen el tiempo necesario para pensar. Ante estas circunstancias, Josh ha de seguir en la misma línea de los partidos anteriores: soltar rápido el ovoide, no tomar decisiones precipitadas, usar el backfield y seguir confiando en Kincaid, Knox y Diggs como sus constantes válvulas de escape. James Cook deberá aprovecharse de la baja de Devin Lloyd y tratar de percutir por el interior, aprovechándose de la salida de un Chad Muma que, aunque jugó bien la pasada semana, puede acusar su falta de ritmo y snaps. Además, tiene que seguir erigiéndose como ese factor que puede causar mucho daño tanto por sus carreras externas como en su faceta como receptor. Latavius Murray y Damien Harris han de continuar en la linea de los partidos precedentes y ser agentes activos de este sólido ataque. Las zonas de pase flat y underneath volverán a ser muy utilizadas por Josh. Si te ejercen mucha presión, qué mejor manera que restarla buscando los números y probando la velocidad de Muma y Oluokun. En este sentido, Kincaid, Sherfield, Knox, los corredores o el propio Diggs tendrán un papel fundamental a la hora de golpear snap tras snap e ir mermando la zaga de Jaguars. Por último, tal y como ocurrió con la defensiva de Miami, si Buffalo consigue establecer el juego terrestre, dominar el primer nivel e ir avanzando sólidamente, la zaga de Jacksonville se centrará en esa parte del emparrillado, siendo el momento propicio para que Josh aseste golpes de gracia, en forma de pases largos -buscando a Davis, Harty, Shakir o Diggs- o carreras en scramble. buffalorumblings.com Defensa. Trevor Lawrence ha de saber, desde el primer snap, lo duro que es para un mariscal de campo enfrentarse a la zaga de Buffalo Bills. Esa ha de ser la consigna de nuestra defensiva. Ahora bien, hemos de tener cuidado con ir al blitz a lo loco,… Continue reading Previa Week 5. Jacksonville Jaguars Vs. Buffalo Bills.
Previa Week 4: Miami Dolphins Vs. Buffalo Bills.
Introducción. Este domingo, a las 19 horas, las cámaras de la cadena CBS ofrecerán el que es, sin duda, el partido de la jornada. El horario, aparentemente, no es el de máxima audiencia, para el público norteamericano, sin embargo, todos los focos mediáticos y las miradas de los aficionados al fútbol americano estarán puestas sobre el emparrillado del Highmark Stadium de la localidad neoyorquina de Orchard Park. En juego estará mucho más que el liderato de la AFC East, puesto que la rivalidad entre ambos conjuntos se ha recrudecido en los últimos años. Miami Dolphins arriba al noroeste de Nueva York con la vitola de ser el equipo más en forma de la liga, tras sus triunfos, a domicilio, frente a Chargers y Patriots, más esa exhibición en la que las huestes de Mike McDaniel destrozaron a Broncos, endosándoles la friolera de 70 puntos. Ahora, Miami llega al estadio del dominador de la conferencia, en los últimos años, el conjunto ante el que perdieron en Wild Card el pasado ejercicio y estos Dolphins anhelan venganza. Un triunfo de los de Florida supondría no solo una victoria moral, sino también significaría establecer una ventaja de dos partidos ante el que se presupone su gran rival en la división. Por su parte, Buffalo acude, sin hacer ruido, a este encuentro. Es cierto que las apuestas le dan favorito por 2’5 puntos, pero la sensación, entre los expertos y público en general, es que, sin duda, estos Dolphins parten con ventaja en este envite. Bills arriba a este duelo divisional, tras realizar una exhibición defensiva ante Commanders, en un partido que supuso la total consagración de Terrel Bernard. El domingo la remozada zaga de Bills se probará ante el mejor ataque de la liga. Además, el equipo vive una metamorfosis total en ataque, consolidando un esquema ofensivo que resta protagonismo a Josh Allen en pos de una mayor utilización de todas las unidades y los niveles del campo. Esta ofensiva ya no vive de Josh, sino que maximiza las opciones terrestres, economiza y asegura sus potenciales errores, usa todos sus efectivos y trata de ayudar a la defensa consumiendo mucho tiempo de posesión. Un giro de 180 grados, que puede suponer, con el tiempo, la mejor versión de Josh Allen. Damas y caballeros, dispónganse a vivir un colosal encuentro, en el que las pasiones, emociones y sensaciones de todo tipo invadirán el césped del Highmark Stadium desde la patada inicial. clutchpoints.com Ataque. Josh Allen continúa con su proceso de dominio total. Es alucinante el cambio radical que está viviendo esta ofensiva. Ni los más viejos del lugar recuerdan a un Josh que, tras haber conseguido un primer down en una jugada scramble, se deslizara y asegurara el ovoide y su integridad física, sin esa ambición de conseguir más yardaje, con ese movimiento. Ken Dorsey está consiguiendo que la fiera se amanse y, sobre todo, que asuma que, de esta manera, también se puede ganar. Ya llegará el momento en el que Josh asuma riesgos y supere las 300 yardas aéreas, con 50 yardas por tierra y varias bombas a la línea de flotación rival… Pero, ahora, no es necesaria esa versión de Allen. Al menos, de momento. Sin duda, la clave de este partido va a ser que Allen sea consciente que cuanto más esté sobre el emparrillado, mejor será para su defensa. Buffalo ha de continuar en la senda ofensiva de los dos últimos encuentros, asegurando el ovoide, no cometiendo errores y maximizando el uso de sus potenciales posibilidades. El sistema de Vic Fangio es una 3-4, que suele presionar con 5 hombres, pues Phillips y Chubb atacan por fuera, uniéndose a la presión ejercida por Wilkins, Davis y Sieler. Phillips no será de la partida, así que habrá que ver cómo Fangio resuelve este contratiempo. Teniendo en cuenta este aspecto de la defensa de Miami, Allen ha de ser inteligente y atacar continuamente la zona flat de Miami, puesto que uno de los problemas de Miami es defender esta zona con Long y Baker. Así que se presupone que, en este partido, cobrarán mucha importancia las aportaciones de Kincaid, Knox, Harty y Cook saliendo a recibir. La explotación del primer nivel y, sobre todo, la zona externa puede ser la clave de este partido. Josh ha de leer bien la defensa de Miami, soltar el ovoide rápido, buscando esas zonas flat o underneath, o romper la zaga con alguna carrera por el exterior. Conectando con lo dicho anteriormente, ya sabemos los problemas que siempre ha tenido Miami para defender a Allen en jugadas rotas. Así que, posiblemente, veremos a un Allen que, en este partido, va a correr mucho. El backfield ha de seguir siendo utilizado, cobrando Cook un protagonismo tanto por fuera como por dentro. Las carreras machaconas y potentes de Murray y Harris también serán bienvenidas, puesto que se espera que los drives de Buffalo sean progresivos, duraderos y que consuman mucho tiempo de posesión. Otro aspecto vital es que Josh no cometa locuras, no arriesgue con pases innecesarios, proteja el ovoide y siga en la dinámica de los dos últimos encuentros. Además, no debe entrar en el -más que probable- juego de provocación que pueda sugerirle Chritian Wilkins, la auténtica kriptonita de Josh. Si el ataque de Buffalo es progresivo, va avanzando continuamente y centra a la defensa de Miami en contrarrestar este aspecto, será el momento ideal para que Josh busque en profundo a Diggs, Davis o Sherfield. Será un partido en el que la paciencia que tenga Josh, a la hora de ir mermando la moral de la defensa de Dolphins, va a jugar una importancia decisiva. buffalorumblings.com Defensa. Simplemente, el mejor ataque de la liga. Esa frase define perfectamente el sistema ofensivo creado por Mike McDaniel. Sean McDermott y su renovada defensiva tendrán la prueba más dura a la que, hasta ahora, se han enfrentado. Tua sabe aprovechar al máximo las posibilidades que le ofrecen Hill, Waddle y compañía. Mucho se hablaba el pasado… Continue reading Previa Week 4: Miami Dolphins Vs. Buffalo Bills.
Previa Week 3: Buffalo Bills @ Washington Commanders
Introducción. El FedEx Field de la localidad de North Englewood, sita en el estado de Maryland, será el escenario, este domingo a las 19 horas, de un duelo que medirá las fuerzas entre dos franquicias, las cuales llegan a este envite con aires renovados. Las huestes aleccionadas por el incombustible Ron Rivera se fusionaron con ese inefable junco, que puede ajarse, pero nunca romperse, llevándose una sufrida victoria de Mile High, en una batalla titánica y frenética, en la que llegaron a perder por 21-3. Por su parte, Buffalo Bills, tras un dudoso debut frente a New York Jets y dos primeros drives -ofensivo y defensivo- que presagiaban lo peor, supo transmutarse y dar un giro radical de 180 grados, realizando uno de los partidos más completos que pueda recordar la #BillsMafia, a ambos lados del ovoide. Las cámaras de la CBS darán testimonio de un -presunto- reñido duelo, que puede suponer el tercer -y sorprendente- triunfo de Washington, o la segunda victoria para unos Bills, que necesitan asentarse y reivindicarse ante una AFC East, que parece más igualada que nunca. apnews.com Ataque. Josh Allen ejerció de auténtico game manager ante Las Vegas, abandonando sus usuales “súper poderes”, ajustándose al plan preestablecido, sabiendo leer cada movimiento de la defensa rival e involucrando a todas sus piezas de ataque. El resultado fue una ofensiva constante, machacona, versátil, que fue avanzando de manera continua y que desbordó por completo a la zaga de Raiders. Ni los más veteranos del lugar alcanzan a recordar un ataque total de Buffalo, con casi 40 minutos de posesión, o un espectacular drive de 9 minutos. Además, 28 primeros downs atestiguan el dominio completo de la ofensiva de Buffalo en este envite. La pregunta que, ahora mismo, debe plantearse es si esta ofensiva se evidencia como algo coyuntural, al partido frente a Las Vegas, o este cambio de sistema se tornará en una transformación estructural del ataque de Bills. Ken Dorsey, tras las críticas del debut de la temporada, supo plantear un partido colosal, utilizando todas las armas ofensivas de las que disponía, pero, sin duda, su mejor acción fue la de convencer a Josh de que, así, también se puede ganar. Viniendo de uno de sus peores partidos y de un nulo control de sus emociones, Allen supo gestionar sus pasiones, haciendo gala de una templanza y una tranquilidad que le hizo parecer un quarterback veterano. Josh ya sacará el “potro” que lleva dentro… pero cuando la necesidad del partido lo requiera. De momento, la #BillsMafia está muy contenta con esta nueva versión de su ataque. Tal y como ha ocurrido en los duelos frente a Jets y Raiders, Buffalo se vuelve a medir a una de las mejores líneas defensivas de la liga. Luchar frente a Montez Sweat, Jonathan Allen, Daron Payne y un renacido Chase Young supone un duelo harto complejo. Por tanto, el primer eslabón de esa invisible cadena que pueda llevar a Bills a su segunda victoria debe ser fabricado por la línea ofensiva. El centro de la guardia pretoriana de Allen sigue a un grandísimo nivel, con Connor McGovern y O’Cyrus Torrence siendo auténticos protagonistas. Mitch Morse tuvo que abandonar el partido ante Las Vegas, pero se presupone que será de la partida. Spencer Brown y Dion Dawkins se reivindicaron ante Crosby y compañía, pero está claro que se aprovecharon de ese cambio radical en la ofensiva, con un Allen que soltaba el ovoide muy rápido y que sabía leer cada movimiento de la defensa rival. En principio, el planteamiento ante una línea, tan rocosa como la de Commanders, debería ser el mismo: usar los tres niveles, asentar la carrera, soltar rápido el ovoide y minimizar los errores. El backfield cada vez luce mejor, aprovechando lo mejor de cada uno de sus componentes. James Cook, primer espada, deberá seguir maximizando sus carreras por el exterior y ser protagonista en el juego aéreo. Latavius Murray, en un estado físico pletórico, no solo debe ser importante por el interior. Mientras que Damien Harris -un poco menos involucrado en ataque- ha de seguir aportando en equipos especiales. Dalton Kincaid ya ha demostrado que puede erigirse en esa válvula de escape necesaria para Allen. Por más veces que lo digamos, son alucinantes la seguridad en sus manos y esa capacidad para generar yardas tras la recepción. Dalton apunta muy alto en esta liga. Dawson Knox, a pesar de la irrupción de Kincaid, debe ser ese seguro de vida al que siempre busque Allen. Por último, entre los wide receivers, la aportación de Stefon Diggs se presupone decisiva ante una presión constante a Allen. Diggs deberá ayudar en el primer y segundo nivel, siendo una marca fija que permita la aparición de huecos, en una secundaria que debe sufrir ante las acometidas de los puntales de Buffalo (Gabe Davis, Deonte Harty, Khalil Shakir, Trent Sherfield). Josh deberá seguir con la dinámica ofensiva de Bills, gestionando cada drive, involucrando a sus compañeros y sabiendo que tiene cuatro oportunidades para avanzar 10 yardas. A veces, el camino del éxito en el fútbol americano reside en las lecciones más sencillas… y Josh parece que está enfocado en esta senda. apnews.com Defensa. Sin duda, la gran beneficiada de la estelar actuación del ataque, en el pasado encuentro frente a Las Vegas, fue la defensiva. Cuando tus compañeros asientan sus reales sobre el emparrillado y consumen casi 40 minutos de posesión, tu trabajo es más sencillo, pues estás más descansado y las oportunidades para el ataque rival se reducen. No obstante, haríamos mal en menospreciar la actuación de la zaga en este último partido. Sean McDermott parece haber encontrado los mimbres adecuados para confeccionar un gran cesto. Una defensa caracterizada por su versatilidad, agresividad y mutabilidad constante. Una zaga que, por fin, sabe anticiparse a las acciones del oponente y maximiza sus movimientos sobre el emparrillado. En la línea defensiva, Leonard Floyd se está erigiendo en el indiscutible adalid, bien secundado, por el exterior, por unos magníficos Gregory Rousseau y… Continue reading Previa Week 3: Buffalo Bills @ Washington Commanders
Previa Las Vegas Raiders @ Buffalo Bills
Introducción El domingo, con las cámaras de la CBS como testigos, el Highmark Stadium de la localidad neoyorquina de Orchard Park será el escenario de uno de esos partidos a los que acuden dos equipos con los guiones totalmente cambiados. Las Vegas Raiders, tras un duro y equilibrado encuentro, salió victorioso de Mile High, arrebatando la primera victoria del año a los Denver Broncos de Sean Payton. Por su parte, Buffalo Bills, en el partido que cerraba la jornada, salía derrotado, en una agónica prórroga y tras un encuentro pésimo, frente a unos New York Jets, sin Aaron Rodgers. Absolutamente nadie dijo que las cosas fueran sencillas y, lógicamente, los cambios cuestan, no surgen solo de las buenas artes de un prestidigitador. Sean McDermott y Ken Dorsey, analizando fríamente el desempeño del equipo, a ambos lados del ovoide, sobre el emparrillado del MetLife Stadium, han apostado por un cambio, por una regeneración en el estilo del juego -ofensivo y defensivo- de Buffalo Bills. No obstante, en una competición tan equilibrada y dura como la NFL, el tiempo es la gran némesis de los nuevos proyectos… y Buffalo Bills se está quedando sin él. Una nueva derrota, ante las huestes aleccionadas por Josh McDaniels, pondría muy cuesta arriba la temporada para la franquicia sita en el noroeste de Nueva York. Por tanto, Josh Allen -cuya actuación en el pasado Monday Night- nos evocó, lamentablemente, a aquel infausto Wild Card frente a Houston Texans, mostrando a un individuo totalmente dominado por las pasiones y con nula gestión de los sentimientos, y todo el equipo han de salir a por todas, tratando de conseguir el primer triunfo de la campaña. Sea como sea… No hay excusas. Solo las especies más fuertes se adaptan y triunfan. Ya lo dijo el científico Charles Darwin. Buffalo Bills ha de sobrevivir, adaptarse, mutarse y erigirse en un equipo que sepa sufrir, creer, luchar… y ganar. Ese debe ser el ADN de Sean McDermott y sus mesnadas. nbcnews.com Ataque. Decían los estoicos que solo se puede ser feliz si nos dejamos llevar por la razón y superamos los deseos, las pasiones y los miedos. Según esta escuela filosófica, el ser humano tendría que alcanzar un estado, que ellos identificaban con el término apatheia, es decir, la ausencia de la pasión. En la madrugada del pasado martes, fuimos testigos de una de las peores actuaciones individuales de la carrera de Josh Allen. El natural de Firebaugh entró, tras un buen primer cuarto, en un estado de bucle, de rapto emocional, que lo llevó a dar su peor versión, siendo responsable, no solo de tres interceptaciones y un fumble, sino de un estado de ansiedad y nerviosismo, con el que arrastró a todo el equipo, y que degeneró en la primera derrota del año. Requerimos de la mejor versión de Josh este domingo. Hemos hablado mucho de la necesidad de un mentor que hable constantemente con Allen y que trate de relajarlo, especialmente, tras una mala decisión. En el pasado partido ante Jets, solo Stefon Diggs, en un momento determinado del encuentro, fue a hablar con Allen, trató de calmarlo y, presumiblemente, intentó tranquilizarlo, centrándose en sus bondades como quarterback. Esta función no la ejercieron ni McDermott ni Dorsey ni Brady. Cuesta entender que, en una franquicia de tantos millones de dólares, no se sepa leer la necesidad que tiene Allen de un gestor de sus pasiones y emociones. En Wyoming, esta función era ejercida por Craig Bohl. En la primera etapa de Allen en Bills, Brian Daboll cumplía este papel de mentor. Tras el adiós del preparador canadiense, hemos sido testigos de una involución en el juego de Josh, marcado por las malas decisiones sobre el emparrillado, el nulo control en la gestión de las emociones y la necesidad de ganar partidos en el primer drive. Josh ha de abandonar su capa de súper héroe y analizar fríamente cada snap, lógicamente, sin abandonar ese momentum· de potro salvaje, que radica en su ADN y que lo hace un jugador sobrenatural. Allen lo tiene todo para catapultar a Buffalo Bills al tan ansiado anillo. Ya ha demostrado que reside en la élite de los mariscales de campo, pero necesita de ayuda, no solo sobre el emparrillado (Beane ya ejerció su papel; Dorsey ha mostrado una mayor variedad en el playbook), sino también fuera de él. Analizando lo que veremos sobre el césped del Highmark Stadium, todo parece indicar que el gran matchup del partido volverá a ser, sin duda, el enfrentamiento entre línea ofensiva de Bills y pass rush de Raiders. La actuación de nuestros tackles (Dawkins y Brown) fue nefasta ante Jets. Dawkins lleva ya muchos partidos mostrando una apatía enorme y una falta de esfuerzo, que está muy lejos del sueldo que percibe. Por su parte, vimos a un Brown que, tras superar sus problemas de espalda, jugó muy alto, con un leverage muy elevado, lo que le hacía presa fácil para los linieros defensivos rivales. El interior, con Morse, McGovern y el rookie Torrence, lució mucho mejor. Teniendo en cuenta la que se nos viene encima, con Maxx Crosby y Chandler Jones como agentes más peligrosos, será necesaria un excelso desempeño de nuestra línea ofensiva. Josh requerirá, más que nunca, de su guardia pretoriana, ante las constantes acometidas del pass rush de Las Vegas. Josh deberá tratar de dominar y controlar sus emociones, haciendo caso omiso de las continuas trampas y tretas que, sin duda, la defensa de Las Vegas propondrá. Hay que recordar los problemas que tiene Josh, entrando al juego, con muchos agentes de trash talking… y Crosby es uno de sus máximos exponentes. Dorsey ya mostró un playbook mucho más variado, realizando tipos de jugadas que el pasado año nos eran ignotas. Además, se evidenció una cadencia de jugadas en las que Josh soltaba el ovoide muy rápido. Todo ello marcado por una preponderancia en el uso del primer nivel de pase, lo que, en algunos drives del partido, nos dio un ataque… Continue reading Previa Las Vegas Raiders @ Buffalo Bills
Bills @ Jets Week 1
Introducción. Damas y caballeros, tras una larga espera y después de un final de campaña decepcionante, el telón de la temporada de Buffalo Bills se abre, en un escenario sublime -el MetLife Stadium, de East Rutherford-, contra el equipo que más focos mediáticos ha tenido a lo largo de la offseason -New York Jets- y con las cámaras de ESPN como testigos. Existen muchísimos interrogantes, que empezarán a despejarse conforme el ovoide surque los cielos del coqueto estadio sito en New Jersey. ¿Qué versión de Buffalo Bills veremos? ¿Cómo será el año sophomore de Ken Dorsey? ¿Habrá madurado Josh Allen en la toma de decisiones y la gestión de las emociones? ¿Qué sistema defensivo nos tendrá preparado el bueno de Sean McDermott? ¿La guardia pretoriana de Josh Allen salvaguardará el físico de su líder? ¿Qué nos deparará la irrupción de Dalton Kincaid y Dalvin Cook, “los DK Brothers”? El morbo estará asegurado con el hipotético renacimiento de un Aaron Rodgers, que lo está dando todo -disminución de sueldo incluido- para revitalizar su carrera y llevar al máximo a un equipo que tiene mimbres suficientes para alcanzar cotas muy altas. Ahmad “Sauce” Gardner y toda esa excelsa defensiva, aleccionada por Robert Saleh, tratarán de aguar el debut de Josh Allen y sus huestes. Dalvin Cook y los expatriados de Green Bay Packers (Lazard, Cobb) harán su debut, en una franquicia que lo ha apostado todo a un año que puede ser mágico para la fanaticada verde de Nueva York. Ataque. Sobrevuelan muchos interrogantes en la parcela ofensiva de Buffalo Bills. La primera cuestión está relacionada con la gestión del ataque que llevará a cabo nuestro Coordinador Ofensivo, Ken Dorsey. El año pasado el equipo se olvidó del primer nivel y de los pases sencillos, apostando por un ataque circense de fuegos artificiales… o rápidos tres y fuera. Josh Allen intentó ser ese súper héroe que trata de ser ese bastión que salvaba constantemente al equipo. Por tanto, tras las selecciones en el Draft y los movimientos en la agencia libre, Brandon Beane ya ha hecho su trabajo y, ahora, Dorsey deberá ser el que mueva ficha y demuestre que puede llegar a ser un gran gestor ofensivo. Ardemos en deseos por averiguar cuál será su playbook, el tipo de jugadas diseñadas, que supongan una mejora con respecto al retroceso experimentado por la ofensiva a el pasado ejercicio. Josh Allen tiene que volver a ser el Josh Allen de la temporada 2021. Un mariscal de campo madura, que controle la gestión de las emociones y que trate de tomar las mejores decisiones en los momentos oportunos. La simple lectura de las jugadas, unido a un playbook decente, serán las claves fundamentales en este arranque de campaña. En este sentido, será vital el desempeño de una línea ofensiva, que deberá tratar de minimizar las acometidas de una de las mejores líneas defensivas de la liga. Se presupone que serán de la partida Mitch Morse, Dion Dawkins, Spencer Brown, O’Cyrus Torrence y Connor McGovern. Dar el tiempo necesario a Allen para que este pueda leer la maraña defensiva que habrá urdido Saleh será una de las grandes claves del encuentro. Teniendo en cuenta el nivel de esta zaga, Allen ha de jugar sencillo, utilizando mucho el primer nivel, con pases fáciles a Stefon Diggs, Dawson Knox y Dalton Kincaid. Se espera mucho del rookie llegado de los Utes, pues ha demostrado una conectividad enorme con Josh y ha hecho gala de unas manos que lo atrapan todo. Además, su capacidad de generar yardas tras el contacto hacen de él uno de los mayores atractivos para la fanaticada #BillsMafia. Por tanto, primer aspecto clave deberá ser asegurar el ovoide y avanzar, sin prisa, pero sin pausa. Para ello, será capital el juego terrestre, en el que se espera un gran paso adelante de James Cook. Junto con Damien Harris y Latavius Murray, Buffalo Bills tiene, por fin, un grupo de corredores excelente y que se puede complementar a la perfección. Si el ataque funciona y avanza, la defensa de Jets se estresará y ese será el momento idóneo para que Josh Allen pueda sacar a escena su gran brazo. Así, el propio Diggs, Gabe Davis, Deonte Harty y Trent Sherfield podrían cortocircuitar la secundaria de Jets. Aunque hay que recordar que la kriptonita de Allen estará sobre el emparrillado, Ahmad “Sauce” Gardner. En un partido que se prevé muy cerrado, quizá, el desempeño de los equipos especiales pueda ser la clave. En este sentido, espero mucho de Tyler Bass y de los retornos de Deonte Harty. Defensa. Quizá sea la temporada en la que tengamos más interrogantes, dudas y preguntas sobre una defensiva que, aparentemente y de la mano de Sean McDermott, sufrirá una metamorfosis enorme. Se espera una zaga mucho más agresiva, rocosa y mutable, que sepa adaptarse al tempo del partido y a las características del ataque rival. La defensiva de Leslie Frazier se volvió demasiado predecible y, sin duda, esperamos y confiamos que la mano de McDermott, en el renacimiento de esta defensa, se palpe desde el primer encuentro de la temporada. Enfrentarse a los Jets en el primer encuentro de la temporada es, sin duda, una buena noticia. Pues ni Rodgers ni los suyos tendrán aún la química necesaria que se presupone tendrán más adelante. Un equipo muy nuevo ha de tener tiempo y Buffalo Bills quiere salir de East Rutherford con la primera victoria de la temporada. El gran déficit del ataque de Jets es su línea ofensiva. Por tanto, nuestro pass rush exterior e interior -Von Miller aún no estará disponible- tiene que aprovechar esta porosidad y hacer sentir el peligro a Rodgers desde la patada inicial. Rousseau y Floyd, por fuera, y Oliver y Jones, por dentro, pueden ser una de las claves en este partido. El juego terrestre de Jets, con la recuperación de Breece Hall y la llegada de Dalvin Cook, se presupone que será una de sus mayores fortalezas. No obstante, nuestro interior, con… Continue reading Bills @ Jets Week 1
Un “Diosh”, que no quiere ser un “Le God”
“Jugar en los mejores clubes es un reto muy bonito, pero hay un reto mucho más difícil: jugar contra los grandes y ganarles. Yo me dedico a eso”. Estas declaraciones fueron vertidas por ese inmortal y eterno jugador llamado Matt Le Tissier. El nacido en la isla de Guersney -un recóndito lugar anclado en el siempre mítico Canal de la Mancha- es, sin duda, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol mundial, pero ha sido -injustamente- olvidado por profesar un amor –sine die– por los colores del Southampton. “Le God” ofreció absolutamente todo al club sito en el sur de Inglaterra y pasará a los anales de la historia por ser un “one club man”, rechazar los cantos de sirena que le llegaban desde los mejores clubes británicos y brillar en un club abocado, temporada tras temporada, a salvar la categoría. No obstante, la pregunta que hemos de plantearnos es: ¿hicieron los Saints todo lo posible para aprovechar las cualidades de un unicornio como Le Tissier y conseguir un título que colocara a “Le God” en el justo lugar que se merece? La respuesta es un contundente no… Matt se retiró del fútbol sin lograr ningún trofeo. Estela que también siguieron otros grandísimos jugadores como Antonio Di Natale, Giuseppe Signori, Joseba Etxebarría, Fernando Gómez, Julen Guerrero o -hasta el momento- Harry Kane, que nunca pudieron levantar un entorchado con ningún club. La pasada temporada Buffalo Bills partía, en las apuestas, como claro favorito al Super Bowl, mas se estrelló, en Ronda Divisional, ante unos muy superiores Cincinnati Bengals. Muchos son los factores que pudieron incidir en este descenso a los infiernos del equipo de la #BillsMafia: aspectos psicológicos (tema Damar, muerte del hermano de Dawson Knox, cruentas vicisitudes vividas en el área de Western New York…), bisoñez de Ken Dorsey, sistema defensivo obsoleto, nulo rendimiento de la línea ofensiva, decisiones precipitadas y absurdas de Josh Allen… Sin embargo, Brandon Beane, tras analizar las circunstancias acaecidas la campaña pretérita, llegó a una conclusión de cara al NFL Draft: era necesario proporcionar armas a Josh Allen. Por ello, la idea -tras muchas selecciones de primera ronda en puestos defensivos- era reclutar a jugadores que implementaran la ofensiva de Bills y, por ende, hicieran la vida más apacible y sencilla a Josh. El propio Allen ya ha asumido su parte de responsabilidad en el fracaso vivido la pasada temporada. Desde siempre, Josh ha vivido bajo mentores que le han ayudado en los momentos “clutch” de los partidos, en esos instantes que deciden el resultado de un encuentro. Craig Bohl siempre hablaba con Allen, antes de un snap decisivo, en Wyoming; Brian Daboll tutorizó a Josh, durante su estancia en Orchard Park. La pasada temporada se notó esa falta de confianza en esos momentos álgidos, tomando decisiones poco acertadas en esos instantes. Ken Dorsey no fue el mentor que todos esperábamos. Por tanto, el propio Allen ha reconocido que, durante esta postseason, ha recibido ayuda psicológica con la firme determinación de ganar confianza y mejorar su rendimiento en cada fase de los partidos -especialmente, en ese punto de inflexión que puede resultar determinante-. Pero, además, Brandon Beane ha sido fiel a la promesa dada a Josh y ha tratado de ofrecer a Allen las armas necesarias para ayudarle a mejorar la producción ofensiva de Buffalo Bills: especialmente, en el primer nivel de pase, en una guardia pretoriana que -por fin- lo proteja y en un backfield que sume y no reste. Beane -así como toda la #BillsMafia– espera y desea que “Diosh” (así lo apoda mi querido compañero Claudio Jorquera “Chonet”) no sea un “Le God” y pueda traer -por fin- un campeonato a Western New York. 1ª Ronda – Pick 25. TE, Utah Utes. 6’4”, 246 lb. Dalton es, sin duda, el mejor TE de la clase en recepción. Pero la gran pregunta es si Kincaid es realmente un ala cerrada. Desde mi modesto punto de vista y vista su trayectoria en Salt Lake City, la respuesta es un contundente no. Kincaid ha ejercido de auténtico receptor alto, haciéndole la vida más fácil, en cada snap, al bueno de Cameron Rising. Su capacidad física y atlética supondrá una implementación, para Josh Allen, en red zone. Buffalo fue uno de los peores ataques en el primer nivel y Dalton puede emerger como un ala cerrada generacional, que restará presión a Josh, erigiéndose en uno de sus targets preferidos. Además, su capacidad de yardas tras la recepción y su potencial físico a la hora de ser placado, hacen de Dalton Kincaid una potencial arma de destrucción masiva, en un ataque como el de Bills. Dorsey ya no tendría excusas. Brandon Beane -que lo visionó en un partido ante USC, en el que Dalton brilló con luz propia- y el propio Josh querían -sí o sí- al nacido en Las Vegas, para implementar el ataque de Buffalo. Sus manos son élite, tal y como se ha demostrado en los primeros entrenamientos de la temporada, donde, además, se ha vislumbrado ya una conexión y una sintonía brutales con Josh. Muchos analistas han hablado de su potencial y su parecido con Travis Kelce. Personalmente, me parece que Dalton llega más preparado al circo profesional que el propio Travis, cuando salió de los Bearcats. Si Kincaid es la mitad de decisivo que Kelce, a lo largo de su carrera profesional, la #BillsMafia tendrá motivos para celebrar. Aunque hay que tener presente que si existe una posición en la que el salto a la NFL es más complicado, esa es, sin duda, la posición de tight end. Sin embargo, ya he comentado que Dalton no es un ala cerrada al uso… Sorprendentemente y a pesar de lo que indicaban la mayoría de los analistas, O’Cyrus Torrence cayó al final de segunda ronda. Ello puede deberse a diversos factores. En primer lugar, O’Cyrus siempre ha jugado como right guard. Esta falta de versatilidad, sin duda, ha jugado en su contra. Además, el grueso de su carrera se desarrolló en los Ragin’ Cajuns y ya sabemos… Continue reading Un “Diosh”, que no quiere ser un “Le God”
Aut Caesar Aut Nihil. Josh Allen, el chico que nunca tuvo miedo al fracaso
PREFACIO ¿Fracaso? ¿Qué entendemos realmente por fracaso? El insigne y -lamentablemente- cada vez menos usado Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua –DRAE, para los conocidos-, en su segunda y tercera acepción, define el término como “suceso lastimoso, inopinado y funesto”, o bien, como “caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento”. El ínclito Henry Ford, un fracasado que resurgió de sus propias cenizas, legó -para la posteridad- una esperanzadora frase, que -actualmente- ilustra numerosos libros y manuales de autoayuda y propósito de éxito: “El fracaso es la oportunidad de comenzar de nuevo con más inteligencia”. Del mismo modo, un genio de las letras, a veces, injustamente olvidado, como Julio Cortázar, habla en una clara sintonía con el estratega de la industria automovilística: “Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo”. El acervo popular sostiene que, en ocasiones, de los errores se aprende y que, en ocasiones, hay que perder para ganar. El concepto de fracaso muchas veces está íntimamente relacionado con una idea muy en boga en los últimos años, la noción de “resiliencia”. La historia nos ha dejado multitud de ejemplos de esas personas que tienen una impresionante capacidad para superar circunstancias adversas y para adaptarse frente a agentes o estados perturbadores. Esa idea de nunca bajar los brazos, de tratar de sortear las dificultades que emergen a nuestro paso, de salir de la sima más cenagosa, de escapar del más vesánico de los problemas es innata al propio ser humano. ¿Quién dijo fracaso? – billswire.usatoday.com EL AVE FENIX RESUCITA DE SUS CENIZAS… El propio transcurso de la humanidad nos ha legado multitud de ejemplos de personas que se superaron y escaparon -con éxito- del fracaso, erigiéndose en modelos perfectos de resiliencia. Pocos sabrán que el genio -almeriense, según la rumorología- de la industria cinematográfica infantil (para otros, un auténtico sádico, en virtud del contenido de sus cintas), Walt Disney, fue despedido del periódico Kansas City Star, pues el editor jefe creía que “le faltaba imaginación y carecía de buenas ideas”. Otro de los más grandes del celuloide, el director Steven Spielberg, fue vetado en la Escuela de Artes Cinematográficas de la University of Southern California. Llegó su primer gran éxito en taquilla “Tiburón” (1975) y lo demás es historia… A veces, es la propia familia la que no confía en tus posibilidades. Tal es el caso de Isaac Newton, cuya madre le sacó del colegio para trabajar en la granja familiar. Craso error. Una de las figuras más sobresalientes de la investigación y, sin cuya labor, nuestro mundo sería otro, también tuvo que sortear muchos obstáculos. Efectivamente, Thomas Edison fue tachado de “estúpido” por sus profesores, los cuales sostenían que “no podía aprender nada”. Albert Einstein, uno de las mentes más lúcidas de la humanidad, tenía problemas enormes para comunicarse y asimilar aprendizajes al modo tradicional. En el mundo de las artes plásticas, ¿qué decir de Vincent Van Gogh? El “Loco del Pelo Rojo” solo vendió un cuadro en vida… y fue meses antes de su muerte. Mi adorado Stephen King, tras ser rechazada su novela “Carrie” por innumerables editoriales, decidió arrojar su borrador a la basura, siendo su mujer, Tabitha, quien lo recuperara, para bien de la humanidad. Estos y otros múltiples personajes son claros ejemplos de no rendirse ante las dificultades. Stephen King, el mago del terror – deia.eus RESILIENCIA EN EL DEPORTE. En los últimos meses, desde el punto de vista que nos ocupa, todo el mundo ha sido testigo de dos historias, que -seguramente- serán fruto de una posterior recreación en el cine. Nadie puede dudar de la capacidad de resiliencia de Alex Smith, quarterback retirado de la NFL, que, tras una durísima lesión en su pierna, no solo superó las dificultades, no sufrió la amputación de la misma, volvió a caminar y logró llevar a su equipo, Washington Football Team, -capítulo defensivo aparte- a los deseados Playoffs. Del mismo modo, el afán de superación del recientemente MVP y ganador de las Finales de la NBA, Giannis Antetokounmpo está a otro nivel con respecto al del resto de los mortales. Hijo de padres nigerianos, logró sobrevivir en Atenas vendiendo en mercadillos, ganándose el favor del dueño de un restaurante donde entrenaba, que -ante las infinitas posibilidades físicas, técnicas y tácticas del muchacho- decidió alimentarlo a él y su familia de su propio bolsillo. Giannis, ejemplo de superación, honradez, sacrificio, trabajo y esfuerzo, logró -definitivamente- este año su sueño de proclamarse campeón de la máxima competición baloncestística, rechazando las adulaciones individuales y priorizando el premio colectivo. Giannis Antetokounmpo, un claro ejemplo de resiliencia – elespanol.com EL FRACASO NO EXISTE EN FIREBAUGH. La resiliencia, la capacidad de nunca bajar los brazos, el deseo de sortear las dificultades, esa obstinación por confiar ciegamente en sus posibilidades son aspectos intrínsecamente asociados al protagonista de nuestro relato, Josh Allen. El quarterback de Buffalo Bills, jugador en el que pocos confiaban al final de su periplo universitario e inicios de su etapa profesional, ha sido noticia en las últimas semanas, merced a un enorme contrato de renovación firmado -con todo merecimiento- con el equipo del estado del norte de Nueva York. Los Bills, franquicia históricamente perdedora, ha encontrado, sin duda, al adalid de su ataque, al sucesor de Jim Kelly y a ese Mesías que puede llevar a Buffalo -por fin- a saborear las mieles de un campeonato. Brandon Beane, General Manager de Buffalo Bills, con el respaldo de los propietarios -la familia Pegula- no dudó ni un ápice en ofrecer un espectacular contrato para asegurar el compromiso de Joshua con la #BillsMafia hasta 2028, a razón de 258 millones de dólares totales -de los cuales, 150 son totalmente garantizados-. Pero este camino -ahora de éxito- nunca estuvo plagado de rosas para el mariscal de campo de 25 años. Joshua Patrick Allen nació el 21 de mayo de 1996 en Firebaugh (California). Esta pequeña localidad agrícola californiana apenas cuenta con… Continue reading Aut Caesar Aut Nihil. Josh Allen, el chico que nunca tuvo miedo al fracaso
“LEALTAD EN LAS TRINCHERAS”. ENTREVISTA A JOHN FINA, OFFENSIVE TACKLE DE BUFFALO BILLS.
LEALTAD EN LAS TRINCHERAS “La lealtad es cosa que dirige a los hombres en todos sus hechos, para que hagan siempre lo mejor”. Esta reflexión del rey Alfonso X El Sabio, recogida en las Cantigas de Santa María, constituye una auténtica verdad atemporal que cobra más fuerza en los convulsos tiempos que nos ha tocado vivir. Añorando los pretéritos tiempos en los que nuestra libertad no se hallaba presa por los cruentos avatares de esta despiadada pandemia mundial, afloró en mi recuerdo una hermosa historia de lealtad, fidelidad y amor desinteresado, que -sin duda- marcó mi infancia y horadó, como la constante ola esculpe la roca, mi voluble -por entonces- personalidad. Esa fábula -mezcla de quimera, deseo y realidad- nos hace viajar al lejano país del sol naciente, siendo su protagonista un perro fiel, el leal Hachiko. El incierto y caprichoso destino hizo que el profesor Hidesaburo Ueno, profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio, encontrara, a principios de 1924, una caja en la estación de Shibuya en la que se hallaba un cachorro de perro de la raza Akita. Hidesaburo creyó que el animal había muerto, pues había sido mandado, sin agua ni comida, desde la prefectura de Akita, en un largo viaje de dos días. Al llegar a casa, logró reanimar al animal y lo bautizó con el nombre de Hachi (ocho en japonés), pues el animal tenía sus patas delanteras desviadas. La palabra “hachi” suele representarse con el kanji, una letra japonesa que sirve para representar al número ocho y semeja esta desviación de las extremidades. La relación establecida entre el profesor y Hachi fue impresionante. El perro acompañaba todos los días a la estación a su amo, cuando este iba a la universidad. Del mismo modo, al final de la jornada, Hachiko volvía a la estación para recibir a Hidesaburo. Una rutina que se estableció durante más de un año. El 21 de mayo de 1925, el profesor Ueno sufría un paro cardíaco en la Universidad de Tokio y lamentablemente moría. Hachiko esperó a su amo en la estación, tal y como era costumbre. Pero esa noche, el profesor no regresó… Y Hachi tampoco regresaría a casa. El animal -fiel y leal a su dueño- permaneció durante 9 años en aquella estación de Shibuya anhelando la llegada de su amigo humano. El 8 de marzo de 1835, Hachiko fue encontrado muerto en la estación, tras haber esperado a su amo durante más de 10 años. Esta hermosa historia pone de manifiesto el amor desinteresado, la amistad eterna, hasta el punto de poder afirmar que el perro puede ser considerado el amigo más fiel y más leal del ser humano. Extrapolando esta bella parábola al terreno que nos ocupa, nadie puede negar que el tackle ofensivo encarna el máximo ejemplo de lealtad y fidelidad para un quarterback en el terreno de juego. En ocasiones, los focos mediáticos se centran en recepciones acrobáticas, carreras inusitadas, placajes espectaculares o retornos prodigiosos. El quarterback es visto como ese jugador, ese líder natural, que marca el devenir de una franquicia. Pero existe una labor oscura, opaca, llevada a cabo por unos agentes -mal llamados- secundarios, que realmente son auténticos héroes y salvaguardan la integridad de ese egregio jugador que -en muchas ocasiones- se lleva todas las prebendas. Esta es una historia de lealtad, de fidelidad, de esfuerzo, de tesón, de superación… Hoy va, desde aquí, nuestro homenaje a esos adalides de las trincheras, cuya labor es -realmente- la que gana campeonatos. El hercúleo John – onthemenulive.com ENTREVISTA En primer lugar, John, queremos agradecerte encarecidamente, desde @BillsMafiaSpain, @CoollegeNation & @TheSpanishBowl, tu total accesibilidad para concedernos esta entrevista. Deseamos seguir acercando el fútbol americano al público español y contar con uno de los mejores tackles ofensivos de todos los tiempos, el hombre de confianza de Jim Kelly y un jugador que ha disputado dos Super Bowls supone -para nosotros- todo un honor. Gracias, John. 1. En estos momentos de crisis sanitaria a nivel del mundial, ¿cómo estás viviendo esta dura situación? He sido muy afortunado. Nadie cercano a mí ha sufrido mucho. Mi familia está sana y la empresa para la que trabajo se ha preocupado mucho por sus empleados. 2. Nos gustaría saber cómo fueron tus inicios en el mundo del football. ¿De dónde viene tu afición por la práctica de este deporte? ¿Tuviste claro, desde el primer momento, que tu puesto era en las trincheras ofensivas como offensive tackle? Comencé a jugar al fútbol a los 10 años en la liga juvenil de mi barrio. Tengo 4 hermanos mayores que jugaban, así que, prácticamente, no tuve más remedio que jugar. En mis inicios, era súper descoordinado. Alto y desgarbado. Jugué tanto en línea ofensiva como defensiva. 3. Tras finalizar tu etapa en Salpointe Catholic High School llegaba el momento de dar el salto a la universidad. ¿Cómo recuerdas el proceso de recruiting? Mi “recruitment” fue mínimo. Todavía era bastante desconocido, alto y delgado. Tampoco muy fuerte. Tuve 3 oportunidades, que fueron la Universidad de Nuevo México, la Universidad de Colorado State y la Universidad de Arizona. 4. En tu etapa en high school, fuiste seleccionado en tu año senior en el first team All-State. ¿Cómo te sientes al ser uno de los pocos jugadores del Salpointe Catolic High School en tener tu camiseta retirada? Fue un gran honor ser All-State. Realmente no lo esperaba. Jugué muy duro todo el tiempo porque odiaba perder. ¡No me gustan nada las derrotas! Cuando Salpointe retiró mi número estaba muy emocionado. Es un gran honor porque el programa deportivo de Salpointe es muy competitivo. Toda una eminencia en Salpointe – allsportstucson.com 5. Once partidos disputados en la -entonces- Pac-10 jugando para los Wildcats, ¿cuál es el partido que más recuerda de tu etapa universitaria? Recuerdo haber jugado mi último año en Ohio State y jugar contra un defensive end de muy alto nivel. Lo manejé muy bien durante todo el partido y, desde ese momento, la gente empezó a reconocerme como… Continue reading “LEALTAD EN LAS TRINCHERAS”. ENTREVISTA A JOHN FINA, OFFENSIVE TACKLE DE BUFFALO BILLS.
RESERVOIR DIGGS
Reservoir Diggs El 21 de enero de 1992, cerca de Salt Lake City (Utah), se estrenaba en el Festival de Cine de Sundance la que es considerada, por gran parte de la crítica -revista Empire incluida-, la mejor película independiente de todos los tiempos: “Reservoir Dogs”. Un imberbe Quentin Tarantino, forjado como encargado de un video-club en Los Ángeles y que ya había deslumbrado con el guión de “Amor a quemarropa”, sorprendía a propios y extraños con una película de culto, de ingredientes muy básicos: un clima claustrofóbico que imbuía a unos atracadores, que se hallaban sorprendidos por la no culminación de un plan -a priori- perfecto. Sangre, música, diálogos impresionantes y una estructura temporal asimétrica, con flashbacks, cohesionaban la opera prima del genio de Knoxville. El argumento estaba muy claro: el capo Joe Cabot y su hijo Nice Guy Eddie reclutan a seis criminales profesionales para atracar un almacén de diamantes. El plan parece simple y perfecto. No hay -aparentemente- nada que pueda salir mal. Dichos atracadores mantienen el anonimato y proceden de lugares geográficos diferentes. Señor Blanco, Señor Naranja, Señor Rosa, Señor Rubio, Señor Marrón y Señor Azul serán sus seudónimos, apelativos que pasarán a la posteridad del cine. La icónica cartelera de Reservoir Dogs – peliculasdeculto.blogspot.com EL PLAN Treinta años después del estreno de esta joya cinematográfica, Brandon Beane y Sean McDermott -al igual que los Cabot- llevan varias temporadas reclutando a diversos jugadores, vía Agencia Libre y NFL Draft, con el firme propósito de implementar un equipo que ya ha sido muy competitivo a lo largo de varias campañas. El plan, como en el film de Tarantino, vuelve a ser sencillo: aportar armas a su mariscal de campo, cubrir las escasas bajas defensivas y conjuntar un plantel que gane, por fin, el tan ansiado anillo. Quentin Tarantino marchó ese inolvidable 1992 -junto a los polémicos productores Harvey y Bob Weinstein- al Festival de Cannes a promocionar “Reservoir Dogs”. El ignoto y neófito director volvería coronado como el realizador con más proyección de la industria hollywoodiense del momento. Cannes y Reservoir Dogs significaron, para el cineasta de Tennessee, el inicio y el camino del éxito. Una brillante carrera cinematográfica que se ha visto ratificada con joyas del “Séptimo Arte” del calibre de “Pulp Fiction”, “Jackie Brown”, los dos volúmenes de “Kill Bill”, “Death Proof”, “Malditos Bastardos”, “Django desencadenado”, “Los odiosos ocho” y la reciente “Érase una vez en Hollywood”. La senda y la vuelta al triunfo de la franquicia del norte del Estado de New York comenzó a fraguarse con la llegada de McDermott y Beane. El proceso comenzó y ese lema -el archiconocido BILLIEVE- está más en boga que nunca. Hay que seguir confiando en la gerencia y en el staff técnico, y esperar que los gloriosos 90’s del siglo pasado se transmuten en los maravillosos 20’s del siglo XXI. Una pareja perfecta – eu.democratandchronicle.com UN MR. ORANGE DIFERENTE… El ávido y sagaz lector recordará que uno de los protagonistas principales de la película de Tarantino destrozaría el “perfecto” plan de los Cabot… Stefon Diggs, quizá el mejor route runner de la liga, ese receptor estelar destinado a ser la punta de lanza del ataque de Buffalo, el mejor socio para Josh Allen… arribaba a Buffalo con la vitola de poder convertirse en esa diva capaz de romper un vestuario, en ese jugador capaz de lo mejor y de lo peor… Por tanto, en un primer momento, Stefon pudo ser considerado ese hipotético Señor Naranja de la #BillsMafia. Sin embargo, el papel de nuestro particular Mr. Orange ha sido completamente diferente en la película dirigida por Sean McDermott y Brandon Beane, transmutándose en un perfecto yang, que complementa a ese yin llamado Josh Allen. Stefon, si se me permite utilizar un concepto tomado del magnífico best-seller de Daniel Goleman La Inteligencia Emocional, ejercería de esa amígdala propia del cerebro de la ofensiva #billsmafia, aportando la emoción, el talento y la superación de las dificultades. Por su parte, Josh asumiría el rol de neocórtex, proporcionando su aspecto más racional, planificado y estratégico. Ambos han formado una sintonía sublime, una tormenta perfecta para defensivas rivales, que puede y debe llevar a Buffalo Bills al lugar más prominente de la NFL. Ken Dorsey contará con una pareja que, sin duda, debe marcar un hito en la historia de la liga… Stefon, genio y figura – reviewjournal.com UN STEFON MUY MADURO Josh Allen, siendo referente en la comunidad del Noroeste del Estado de Nueva York y centrado en un objetivo claro: ganar un anillo. Hay que recordar que, lejos de esa estela que traía de su estancia en Minnesota, Stefon fue un chico que tuvo que madurar a la fuerza, pues su padre falleció de un problema cardíaco, cuando apenas contaba con 39 años de edad. Stefon tuvo que hacerse cargo de su familia y erigirse en el referente paterno para sus dos hermanos -Darez y Trevon, cuando apenas tenía 14 años. Esa fue la auténtica razón por la que Stefon eligió la oferta de Maryland, en College, cuando tenía ofrecimientos -a priori. más exuberantes: Florida, USC, California, Ohio State o Auburn. Esa necesidad de quedarse cerca de sus seres queridos y ejercer de hombre fuerte pesó más que ninguna otra cosa. El 6 de abril de 2022, Stefon firmaba el contrato de su vida: 96 millones de dólares, que lo harán un miembro de la #BillsMafia hasta la temporada 2026. En sus dos temporadas en Buffalo, ha jugado 38 partidos, consiguiendo 226 recepciones para 3138 yardas y 20 touchdowns, añadiendo una anotación más por tierra. Diggs ha conseguido el éxito personal, económico y deportivo. Pero Stefon aún tiene en su retina las dos duras derrotas en playoffs en el Arrowhead Stadium. Todo el equipo se ha conjurado para que este sea el “año”. Josh y Stefon, Stefon y Josh, esa excelsa dupla, esa magnífica pareja, ese espectacular dúo, ejercen de eje vertebrador de todo el conjunto, de ancla y seguro de estos Bills, unos Bills que asumen su… Continue reading RESERVOIR DIGGS