Introducción.
Este domingo, a las 22:25 horas, con las cámaras de la CBS como testigos, viviremos un nuevo duelo divisional entre Buffalo Bills y New York Jets. El encuentro puede ser considerado, para ambos conjuntos, como un último hálito en sus aspiraciones y deseos de seguir en la lucha por los tan ansiados playoffs.
New York Jets arriba al oeste de Nueva York con un balance de 4 victorias y 5 derrotas. En el último partido, cayó ante Las Vegas Raiders, en un encuentro en el que se volvió a evidenciar la inoperancia de Nathaniel Hackett y Zach Wilson al mando de la ofensiva de estos Jets. El ataque de la franquicia neoyorquina posee una incapacidad patente a la hora de sumar puntos, dependiendo, casi exclusivamente, de esa tripleta excelsa: Breece Hall, Garrett Wilson y Greg Zuerlein. En el Highmark Stadium, las huestes aleccionadas por Robert Saleh tienen la obligación de sumar un triunfo más, si desean seguir con aspiraciones de alcanzar postemporada. Y, lógicamente, en esta hipotética victoria su sublime defensa tendrá mucho que decir.
Por su parte, Buffalo Bills viene de la semana más convulsa de la temporada, que se inició con la destitución del coordinador ofensivo, Ken Dorsey, continuó con las dudas -razonables- sobre el futuro de Sean McDermott y se cerró con la promoción, al puesto de offensive coordinator, de Joe Brady. Los jugadores ya han comentado que están muy centrados en su deseo de volver a la senda de la victoria, que creen que Joe Brady puede ser ese punto de inflexión que guíe el camino de una temporada encaminada al fracaso y que desean hablar sobre el terreno de juego.
Hay muchísimo en juego en este nuevo duelo divisional. Si ambos conjuntos quieren seguir vivos en su lucha por título de división y entrada a playoffs, la necesidad de una victoria es perentoria.
Se espera que Joe Brady revitalice esta ofensiva – buffalonews.com
Ataque.
La era Dorsey ya es historia en Orchard Park. Se abre una nueva etapa, con el ascenso del entrenador de quarterbacks, Joe Brady, al puesto de coordinador ofensivo. En menos de una semana, el egresado de la Universidad de William & Mary no habrá podido establecer grandes cambios en el playbook de Ken Dorsey. No obstante, algo que sí podrá cambiar será la elección de las jugadas de ese plan ofensivo. El ataque de Buffalo Bills evidenció un gran juego y disposición de sus efectivos en varios partidos de la temporada (Raiders, Commanders, Dolphins y -la primera mitad- Buccaneers), así como en diversos drives del resto de encuentros. Quizá, el gran problema haya sido el playcall de Dorsey y el olvido total, en ocasiones, del juego terrestre.
Teniendo en cuenta todo esto, la #BillsMafia espera y desea que Joe Brady vuelva a involucrar a todos sus efectivos ofensivos, que consiga establecer un equilibrio entre juego terrestre y aéreo, que maximice el potencial de Josh Allen y minimice sus turnovers y, en definitiva, que deje a Josh ser Josh.
Tomando como referencia el nivel de la defensiva de Jets, el plan de Joe Brady podría ser el siguiente. En primer lugar, tratar de que Josh asegure el ovoide, no permita turnovers que puedan generar puntos (ya sabemos la dificultad de su ofensiva para anotar) y que la línea ofensiva le otorgue el tiempo necesario para que Josh pueda descifrar el entramado defensivo que Saleh establecerá. Franklyn-Myers, Jefferson, Williams, Johnson y Mosley son auténticos puñales, que buscarán la presión a Josh Allen. Así que se requiere una labor extra de la guardia pretoriana de Allen. Josh tiene que ser lo suficiente hábil para aprovechar esta presión, corriendo cuando se necesite y buscando esas válvulas de escape en las figuras de Dalton Kincaid, Khalil Shakir y Stefon Diggs. También tengo muchas esperanzas de que Joe Brady vuelva a utilizar las screen plays y el juego aéreo con los running backs, por lo que las figuras de Deonte Harty y James Cook pueden engrandecerse en este envite.
Asimismo, el establecimiento del juego terrestre resulta muy necesario. James Cook y Latavius Murray han de generar yardas y conseguir que la ofensiva de Buffalo vaya minando la moral de la grandísima defensa de Jets. Un aspecto que Joe Brady ha de implementar son las carreras por el exterior, que parecen haber caído en el olvido.
Quizá, la clave del partido, junto con esas carreras en scramble de Allen y el asentamiento de la ofensiva terrestre, sea los pases en la zona underneath, justo a la espalda de Williams y Mosley. En este sentido, el protagonismo de este duelo puede caer en las figuras de Kincaid y Shakir. Sus buenas manos y su capacidad de generar yardas tras la recepción pueden ser capitales.
La secundaria de Jets es élite y Josh ha de asegurar muchísimo el ovoide. Solo si establecemos el juego terrestre, vamos avanzando progresivamente y mermamos la confianza de su defensiva, la búsqueda del segundo y tercer nivel cobrará sentido. Hay que recordar que tanto Jordan Whitehead como Sauce Gardner son auténticas kriptonitas para el juego aéreo de Josh. Stefon Diggs y Gabriel Davis -esas manos- tendrán que dar su mejor versión.
En un duelo que se prevé muy igualado, las acciones de Greg Zuerlein y Tyler Bass pueden ser decisivas.
Por último, hay que tener en cuenta que estos Jets sufren mucho para anotar. Si conseguimos doble anotación de ventaja, el duelo puede quedar cerrado. Por tanto, hemos de capitalizar cada llegada a red zone.
Viviremos un nuevo duelo épico entre Diggs y Gardner – buffalowdown.com
Defensa.
Cualquier coordinador defensivo al que le preguntemos cuál debe ser el plan defensivo ante un ataque liderado por Zach Wilson llegaría a la misma conclusión: acumular jugadores en la caja, anular el juego terrestre, poner doble cobertura a Garrett Wilson y dejar que Zach Wilson trate de ganar el partido por aire. Así de sencillo.
Los planteamientos defensivos de Sean McDermott han hecho, esta temporada, All-Pro a jugadores como Mac Jones, o han revitalizado a quarterbacks, en pleno declive, como Russell Wilson. Sin duda, nuestra defensiva está golpeada por las lesiones. Perder a Matt Milano, DaQuan Jones o Tre White han sido golpes durísimos que hacen cambiar a cualquier zaga. De hecho, en el último partido ante Broncos, se volvió a ver a una defensa agresiva, con pundonor, en el que cada uno de sus integrantes dio el 100% de su juego. No obstante, los fallos de planteamiento de McDermott fueron muy groseros y poco entendibles. Olvidar el blitz, ante el mariscal de campo que va peor contra la presión, y utilizarlo exageradamente y sin sentido, en el último drive del partido, costaron muy caro la pasada jornada. Por tanto, al igual que con Joe Brady, esperamos que McDermott analice bien la ofensiva que tiene enfrente y que su playcall sea coherente con lo que significa el ataque de Jets.
En primer lugar, es capital minimizar los acarreos de Breece Hall. Hall es la piedra angular de esta ofensiva y cualquier opción de triunfo de Jets pasa porque el egresado de la Universidad de Iowa State realice una exhibición por tierra. Es cierto que Dalvin Cook -la otra opción terrestre de este ataque- no está jugando bien, pero ya estamos advertidos de su peligro. Por tanto, será vital que el interior de nuestra línea defensiva, Terrel Bernard, Dorian Williams, Tyrel Dodson y Taron Johnson sean capaces de cortocircuitar a los corredores de Jets, ya sea por tierra como por aire (cuidado con Hall recibiendo).
En segundo lugar, la gran referencia por aire es, sin duda, Garrett Wilson, así que habrá que prestar especial a este grandísimo receptor, con doble cobertura, en momentos puntuales. Wilson también tiene cierta conectividad con sus tight ends –Conklin y Uzomah-, a los que habrá que tener controlados.
Si anulamos su juego terrestre y tenemos bien atados a Wilson y otras opciones de pase, Zach Wilson, con cierta presión de nuestro pass rush, puede convulsionar y sus pérdidas de balón pueden llegar rápidamente. Si nuestra defensiva consigue anotar y la ofensiva es práctica y suma puntos, el partido puede quedar cerrado muy pronto.
La recepción clave de Jeudy – buffalorumblings.com
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